Todo lo expuesto contundentemente por el periodista José Nazaro, en su nota de ayer, titulada “En Tucumán, todos los caminos conducen a la decadencia” es simplemente magnífico. Sería bueno que desde el gobernador hasta el último de sus funcionarios, tuvieran la misma agudeza de su mirada. ¿Cuál es la respuesta a esto? Cómo sé que ellos no responderán, diré yo lo que les correspondería decir: “inoperancia, desidia y desinterés, acompañan la ceguera con la que gobernamos”. Se nota que no leen siquiera los diarios y, si los leen, no les importa un bledo lo que los hombres y mujeres de la prensa les indican con inobjetable claridad. Hace unos días viajé de noche ida y vuelta hasta Aguilares. ¡Señor de las alturas! Si el infierno existe, alguna de sus partes debe tener idéntica oscuridad. Yo, que nunca viajé antes de acompañante por la ruta en automóvil, no sabía si rezar o encomendarme a Dios definitivamente por anticipado. A este dantesco espectáculo que brindan año a año y elecciones tras elecciones los políticos tucumanos, el pueblo le pone la música que los acompaña. Y los componentes son los mismos: inoperancia, desidia, desinterés y ceguera. Como ya lo hice en otras oportunidades, daré un ejemplo de la conducta social. En una de las entradas de una plaza casi abandonada, ubicada en Ernesto Padilla al 300, hay una gruta con una imagen de la Virgen María, de un lado, y del otro San Expedito. Hace más de un mes, a alguien se le rompió un frasco de vidrio, regularmente grande, a los pies de la pequeña casita que contiene a la Virgen. Pese al mal estado de la plaza, la misma es frecuentada todos los días por jóvenes madres con sus niños, muchos de ellos descalzos. Toda la gente que pasa por allí, más la que se recrea en dicho lugar, ve los vidrios en el piso y no hace nada por levantarlos. Yo sé que muchos lectores, dirán: “¿Y por qué no los levantas vos?”. Pues, les responderé. Porque quiero saber hasta qué punto llega la gente. Cuánto tiempo más los vidrios estarán al acecho de los paseantes y sus hijos. He aquí la semilla de las pésimas formas que caracterizan al pueblo y a los políticos tucumanos.
Daniel E. Chávez
Pje. Benjamín Paz 308
San Miguel de Tucumán

















