Tomás Cuello está asentado en el fútbol brasileño, pero no se olvida de Atlético: "Sueño volver y salir campeón"

De vacaciones en Tucumán, el volante aseguró que su salida del club se terminó dando debido a las pocas oportunidades.

DE VACACIONES. Tomás Cuello de vuelta en Tucumán juega en Athletico Paranaense, Brasil. DE VACACIONES. Tomás Cuello de vuelta en Tucumán juega en Athletico Paranaense, Brasil. LA GACETA / JOSÉ NUNO

“Curitiba es una ciudad hermosa, una de las mejores de Brasil. Estoy muy bien allí”. Sentado en el living de su casa de Tucumán, a donde vino a pasar las Fiestas junto a sus seres queridos, Tomás Cuello deja en claro que está feliz por el momento que vive en Athletico Paranaense.

Sin mucho lugar en Atlético, el volante emigró en 2020 a Red Bull Bragantino, club en el que estuvo dos años hasta que Paranaense le compró la ficha.

En 2023, disputó 55 partidos y ayudó para que que el “furacão” pudiera clasificarse a la Copa Sudamericana. Antes de volver para encarar la pretemporada de cara torneo Estadual, “Tomy” habló con LA GACETA. 

- ¿Qué balance hacés de 2023?

- Fue bastante difícil. Mi primer semestre no fue bueno pero sobre el final del año me gané un lugar en el equipo. En lo colectivo el objetivo era clasificar a la Libertadores y no lo logramos por diferencia de gol. Lamentablemente también quedamos afuera temprano en la Copa Brasil y en la Libertadores.

-¿Qué objetivo tenés ahora?

- Quiero ganar un título y jugar más. Esta temporada terminé con 55 partidos. La pasada temporada estuve mucho de suplente.

- ¿Cómo te sentís en el club?

- Muy bien; desde lo emocional estoy bien. Quería firmar con Paranaense porque es un club grande que siempre juega copas y gana títulos. Para mí eso es muy bueno, fue dar un gran salto. Se hizo difícil por lo deportivo, pero confío en que levantaremos.

- ¿Las fiestas las pasás siempre en Tucumán?

- Sí. En esta época, con mi pareja aprovechamos para visitar a la familia. Después, durante el año, no tenemos tiempo porque jugamos cada tres días y cuando tenemos licencia son pocos días y no vale la pena viajar tanto.

- ¿Qué tienen de diferente el fútbol de Brasil y el de Argentina?

- El argentino es de mucho roce, siempre está muy detenido. Pero no tiene nada que envidiarle al brasileño. El de Brasil, por ahí, es más dinámico y hay más técnica. Pero tiene cosas muy buenas y otras malas también. Desde lo económico Brasil es muy fuerte; el jugador argentino está buscando siempre salir al fútbol de afuera y el que está allá no piensa mucho en volver al país.

- Esa bondad económica te llevó a enfrentarte a grandes jugadores de talla mundial…

- Sí, gracias a Dios. En esta temporada no pude jugar contra Marcelo porque él estaba lesionado. Pero me enfrenté a Hulk, a David Luiz, a Dani Alves, jugadores que hicieron una gran carrera en Europa.

- ¿Sos de pedirle las camisetas?

- Son difíciles de conseguir, porque todos se las piden. Pero sí; colecciono las camisetas, las cambio en todos los partidos.

- ¿Cuál es la mejor que tenés?

- Ahora me las traje a Argentina la mejor que tengo: la del “Pulga” (Luis Rodríguez). También tengo una de Hulk, una de (Germán) Cano, de James Rodríguez. Tengo muchas que son muy especiales.

DE VACACIONES. Tomás Cuello de vuelta en Tucumán juega en Curitiva Brasil. DE VACACIONES. Tomás Cuello de vuelta en Tucumán juega en Curitiva Brasil. LA GACETA / JOSÉ NUNO

- ¿Pensás que te fuiste en el momento adecuado de Atlético?

- Me fui a los 19 años y fue un cambio duro. No me quería ir, pero sabía que a largo plazo eso era lo mejor. Fue complicado adaptarme a estar lejos de la familia; eso, quizás, es lo más difícil. Sin embargo, después el fútbol te da momentos que te alegran la vida.

- ¿Seguís al “decano” a la distancia?

- Me gusta estar al tanto de lo que pasa con Atlético; veo a la Primera y a la Reserva porque ahí juega mi hermano. Cada vez que paso por la provincia visito el estadio y el complejo. Están muy lindos, cada día mejor. Me gusta hacer eso porque me siento en casa.

- Fuiste uno de los primeros en destacarse, pero cada vez aparecen más juveniles en Primera…

- Me pone contento cuando a los chicos del club les va bien y tienen oportunidades. Creo que esta última camada cumplió. Es un orgullo haber sido uno de los primeros que se fue afuera.

- ¿Qué recuerdos tenés de esos primeros pasos hace casi seis años?

- Es complicado estar en la situación en la que sentís que estás para jugar pero no entrás. Hay casos como el mío o el de Maestro Puch, que tenés que tomar otro camino. Eso no significa que no querés al club; a veces salen beneficiadas todas las partes. Siempre seré un agradecido de Atlético. El club nos enseña, nos forma y nos da reconocimiento.

- ¿Vos no jugaste lo que esperabas en Atlético?

La falta de minutos y de oportunidades es complicada. Por ahí los técnicos buscan apoyarse en jugadores que vienen de afuera, pero está demostrado que los chicos pueden hacer su carrera aquí. (Guillermo) Acosta hizo una carrera increíble; o el “Pulga”... Ellos tuvieron la continuidad que necesita un jugador. Eso sí, hay que saber aprovechar esas oportunidades.

- ¿”Pulguita” es tu ídolo?

- Es uno de mis referentes, tiene una calidad única, además de ser una excelente persona. Me ayudó muchísimo, siempre se acercó y me animó.

- ¿Soñás con jugar en Europa?

- Es un objetivo, un sueño. Por ahí, el tema de la edad empieza a complicar ese sueño. Tengo un margen aún, por eso me lo pongo como objetivo. Ojalá se dé, sería muy lindo.

- ¿Y en la Selección?

- Cuando era chico y jugué fue diferente. La selección es palabra mayor. Sueño con tener alguna posibilidad, hay que estar preparado.

- La mayor cantidad de días de vacaciones lo pasás en Villa Carmela… ¿Por qué?

Aquí tengo todo: mi familia, mis amigos... Siempre es un placer volver, lo disfruto al máximo porque no puedo venir mucho.

- ¿Cómo le va a Ignacio (su hermano) en la Reserva?

- Está bien... Continuará en esa categoría y estamos expectantes, esperando que pueda pegar el salto. Quiero verlo con la camiseta de Atlético y siempre lo aliento. Ojalá algún día podamos jugar juntos en el Monumental.

- ¿Vas a volver al club?

- Sería algo increíble. Mi idea es poder hacerlo en plenitud para disfrutar lo que no pude concretar antes de pasar al fútbol de Brasil.

- Tu familia está muy familiarizada con el fútbol y con Atlético…

- Sí; Raúl Saavedra y José Saavedra son mis tíos. Mi papá jugó sólo en Liga Tucumana, mi abuelo, Demetrio Cuello, en Atlético en la década del ‘60. Esto viene de familia, siempre estuvimos relacionados con el club.

- ¿Cuál es tu sueño?

- Irme a Europa, jugar en la Selección y ganar algún título con Paranaense... También sueño con volver a Atlético y salir campeón.

- ¿Cambiaste mucho desde lo físico para jugar en Brasil?

- Sí; pero no me costó porque antes de la pandemia me había ido a Brasil, y tuve que volver por el virus. Estuve entrenándome cinco meses en el fondo de mi casa, no sabía en ese momento si tenía que viajar o no porque había quedado todo en la nebulosa. Mientras tanto tenía contactos en Brasil, pero no certezas. Volví con una base física que había hecho con un “profe” aquí, y eso terminó siendo importante.

- ¿No te arrepentís haberte ido tan joven?

- Puede ser, pero mi paso por Atlético estaba desgastado. Quería jugar y en ese momento no podía. Empecé un torneo siendo titular, luego de un partido con Vélez el técnico me sacó, no encontraba explicaciones, no fui ni al banco, y eso me dolió mucho. Empecé a creer que mi etapa estaba concluida. Son decisiones que uno toma y a la larga obtenés los frutos. Ir a Bragantino fue la mejor opción; clasificamos a la final de la Sudamericana y fue algo increíble. Se dio así y no me arrepiento de nada. 

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