En las calles de la ciudad de San Juan, Eduardo Grazo de 34 años, se encontraba caminando sin rumbo, absorto en la rutina diaria y anhelando una siesta que pudiera reconfortar su día.
Al regresar a su hogar, revisó sus redes sociales y se topó con una peculiar publicación en Facebook que llevaba 18 horas en línea. En ella, alguien estaba vendiendo su cabra. Eduardo decidió intervenir: "Vi que varias personas habían preguntado por ella. El dueño respondía con el precio. Sin mucha más información, pensé 'te voy a comprar yo, debo salvarte'", relató Eduardo a TN.
Eduardo, de 34 años, vegano y voluntario de la Fundación Patitas Sin Hogar, conocida por rescatar perros y gatos de la calle, amplió su amor hacia un animal de granja casi por casualidad.
Sin un lugar adecuado para llevar a la cabra, se embarcó en una misión para recaudar no solo el dinero para la compra, sino también para encontrar un espacio seguro. Compartió la situación en grupos de vegetarianos y veganos, recibiendo el apoyo financiero necesario.
Aunque inicialmente no encontraba un lugar apropiado, publicó en la cuenta de Instagram de la fundación, donde algunas personas ofrecieron temporalmente el fondo de sus casas. Sin embargo, Eduardo prefirió una solución más adecuada y surgió la opción de ubicar a la cabra en una granja, bajo el cuidado de un veterinario. Este aceptó recibirla, pero Eduardo debía encargarse de la alimentación.
Después de pagar $20,000 para evitar que la cabra fuera destinada al consumo, Eduardo debe recaudar una cantidad adicional para adquirir entre cuatro y cinco fardos de alfalfa cada mes.
Eduardo explicó que aceptó la responsabilidad de cuidar a la cabra, aprovechando el apoyo financiero de muchos colaboradores. La compra se realizó mediante transferencia virtual para garantizar seguridad, y Eduardo fue a buscar a la cabra un sábado temprano, incurriendo en gastos adicionales de $12,000 para el transporte y $26,000 en comida para dos meses.
Eduardo nombró a la cabra Eloisa en homenaje a su abuela fallecida en 2022. La cabra vivirá en la Granja Tierras Blancas, una instalación de recuperación, rehabilitación y cría de fauna silvestre a cargo del veterinario Aldo 'Pirata' Olivares Rebledal.
Aunque varias personas deseaban comprar la cabra, Eduardo tuvo suerte de adquirirla. "Es el primer animal de granja que rescato. He rescatado innumerables perros y gatos, pero siempre tuve el deseo de salvar a un animal de granja", concluyó Eduardo.