Por Benjamín Papaterra
14 Enero 2024
Los "paulistanos" dominaron el partido, pero no lograron acertar a los tres palos. Foto de Ines Quintero Orio/ LA GACETA
“Los goles que no se hacen en el arco de enfrente se sufren en el propio”. El refrán popular del fútbol argentino retrata a la perfección lo que se vivió en el estadio Máximo Nougués de San Pablo. Allí, Talleres (Metán) dio el primer golpe en la serie, venció 1-0 a San Pablo y quedó bien parado de cara a la revancha.
La derrota significó casi un baldazo de agua congelada para los “paulistanos”. Además de cortarle el invicto de local (no perdía en esta condición desde el 20 de julio de 2022, cuando había caído 0-2 contra Ñuñorco por la fecha 3 de la zona Repechaje de la Liga Tucumana), la caída se dio en un momento crucial de cara a sus aspiraciones de ascender al Federal A 2024.
Desde el pitazo inicial y utilizando el clásico 4-4-2, los dirigidos por Dante Pérez y Santiago Condorí fueron los claros dominadores del partido.
La banda derecha fue el principal sector de gestación de la ofensiva “auriazul”, gracias a la muy buena conexión entre Daniel Contreras y Pablo Cancino. Así, apenas arrancado el duelo, Cancino tuvo el 1-0, pero definió por arriba del travesaño.
Otra de las grandes apuestas de los “paulistanos” fueron los disparos de media distancia. En este sentido, Ignacio López sacó un remate que rozó el palo derecho de Gastón Romero.
Los recursos no se acabaron allí para el dueño de casa. Gonzalo Masmud estuvo cerca de inclinar la balanza con un lanzamiento de un tiro libre proveniente desde la banda izquierda, sin embargo una gran reacción de Romero llevó tranquilidad a los salteños.
Talleres, por su parte, parecía no tener respuestas al vendaval de situaciones de los locales. Es más, durante todo el primer tiempo, sólo llegaron en una ocasión al arco defendido por Maximiliano Flores: un remate de Cristian Farías que se fue por arriba del arco local.
El segundo tiempo no cambió de tónica. San Pablo siguió apostando a su intensidad, controlando la mitad de la cancha y asfixiando a su rival dentro de su propia área. Incluso, Pablo Lucena tuvo la chance de convertirse, nuevamente, en el héroe de la jornada.
Tras un pase de Aníbal Paz, el delantero quedó mano a mano con Romero, aunque no contó con la eficacia que tuvo en la llave frente a Bella Vista.
Con el objetivo de establecer una superioridad numérica en el ataque, Pérez hizo ingresar a Kevin Nickler por Gerardo Bustos, cambiando el dibujo táctico a 4-3-1-2.
Sin embargo, esa vocación ofensiva iba a desarticular la contención del mediocampo que ofrecía el tándem compuesto por Bustos-Hasan Jadur. Así, la “T” empezó a aprovechar al máximo los contragolpes, recurso con el que encontró el gol. En una salida rápida desde el área, la pelota llegó a los pies de Farías, que eludió a dos rivales y lanzó un disparo al ángulo inferior derecho; inatajable para Flores.
El tanto despertó el nerviosismo dentro de San Pablo que se lanzó completamente al ataque. El lateral Gastón Arraya se convirtió en un extremo ofensivo para explotar la banda izquierda. Sin embargo, ni Masmud, ni Carlos Muro no tuvo la precisión necesaria en un momento clave del juego.
Dos embestidas; de Cristian Huerta y de Fernando Herrera tuvieron la chance de sentenciar la historia para Talleres, aunque Flores tuvo grandes intervenciones para mantener con vida a los locales.
Así, los salteños cosecharon su novena victoria al hilo (su última derrota fue frente a Deportivo YPF por 1-0 en la segunda fecha de la fase regular).
Pese al inesperado golpe, San Pablo todavía continúa con chances de torcer la historia como visitantes. Para ello, deberá obtener una victoria que, como mínimo, forzaría los penales. En caso contrario, las aspiraciones de subir a la tercera categoría del fútbol argentino quedarán truncas.
Los dirigidos por la dupla Pérez-Condorí fallaron en la puntada final y lo sufrieron. “Antes del gol de Talleres, nadie se hubiese sorprendido si San Pablo habría estado ganando por dos o tres goles de diferencia”, sentenció un hincha mientras dejaba el estadio.
En el duelo revancha, el “paulistano” deberá ratificar ese dominio que ayer por momentos fue ostensible. Pero claro, también deberá afinar la puntería porque en el fútbol goles son amores, y en esta oportunidad el que supo sacarle el juego fue la visita.
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