Entre el recinto y el paro: dos jornadas claves

El Gobierno finalmente aceptó introducir modificaciones en su Ley de Bases en busca de motorizar su tratamiento en el recinto de la Cámara de Diputados. En un principio, se trabajaría en ello después de que la iniciativa obtenga dictamen -como se aguarda que suceda, a comienzos de la semana próxima- y todo ello con un paro nacional de por medio. A partir de las enmiendas, el oficialismo espera que la oposición dialoguista acompañe la voluminosa reforma, mientras insiste en que tiene los votos suficientes para lograr su aprobación en la Cámara baja el próximo jueves. Los cambios en el texto original son vistos como un gesto de buena predisposición por parte del mandatario Javier Milei para intentar que la iniciativa transite con éxito la discusión parlamentaria hasta convertirse en ley. Mientras tanto, el Gobierno insiste con la posibilidad de avanzar con otro mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) si su propuesta “ómnibus” se traba en el Congreso.

Según el portavoz presidencial, Manuel Adorni, el oficialismo no negoció con la oposición, sino que recibió sugerencias, tales como: recortar las pretensiones de facultades extraordinarias que el Parlamento podría otorgarle a Milei, tratar de evitar que los jubilados pierdan poder adquisitivo frente al avance de la inflación, preservar a las economías regionales del pago de derechos de exportación y proteger a la compañía petrolera YPF, entre otros asuntos.

Está previsto que el próximo jueves la ley ómnibus sea tratada en Diputados, lo cual supondrá otro desafío para el oficialismo y concentrará la atención de la opinión pública ese día. En tanto, el miércoles próximo se llevará adelante el paro nacional impulsado por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra las políticas reformistas y de desregulación de la economía que patrocina el jefe de Estado. La central obrera, anestesiada casi por completo durante los cuatro años de gestión de Alberto Fernández como presidente, salió del ostracismo para promover la primera huelga general en contra de Milei, apenas un mes y medio después de su asunción.