Luis Miguel "Pulguita" Rodríguez tuvo un recibimiento hostil en La Ciudadela

En su reencuentro con las tribunas "santas", el ex Atlético obtuvo insultos, silbidos y proyectiles

ARRANQUE DE PRIMERA NACIONAL. Luis Miguel Rodríguez visita la Ciudadela después de diez años. ARRANQUE DE PRIMERA NACIONAL. Luis Miguel Rodríguez visita la Ciudadela después de diez años. LA GACETA / DIEGO ARAOZ
03 Febrero 2024

Antipático. Así fue el trato que recibió Luis Miguel Rodríguez en su vuelta a la Ciudadela luego de seis años. Claro, esta vez con la camiseta de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, por la primera fecha de la Primera Nacional

El contexto de su debut, de por sí, ya tenía todos los condimentos. Su frustrada vuelta a Atlético derivó en que el jugador decida firmar con el “lobo” jujeño; club en el cual Cristian Luchetti  colgó los guantes y Cristian Menéndez eligió como próximo destino tras su salida del “decano”.

El fixture decidió que el “santo” y el “Pulga” deban enfrentarse en la primera fecha. No se trataba tan solo de la carta de presentación de Rodríguez en Gimnasia; sino también la primera prueba de fuego para el flamante entrenador del local, Diego Flores.

Lógicamente, el hincha de San Martín no se olvidó de su pasado en Atlético. De hecho, se encargó de recordárselo tempranito, en la entrada en calor. Los jugadores visitantes ingresaron en la cancha para realizar los primeros movimientos precompetitivos y ya aparecieron los primeros abucheos e insultos al ex “7” decano.

“Pulga”, por su parte, intentaba mostrarse relajado. Tiró algún que otro caño en el “loco” junto a sus compañeros y soltó varias carcajadas que lo mostraban bastante suelto en la previa. Saludó entre risas al cuerpo arbitral del encuentro y se dirigió camino a los vestuarios.

Iniciado el encuentro, fanáticos y jugadores locales le hicieron sentir la condición de huésped a “Luismi”. Apenas se dirigió a presionar al arco de la Bolívar, la tribuna estalló a silbidos e insultos. Si “Pulga” recibía la pelota de espaldas, ya contaba con la marca férrea de Agustín Dattola, que se encargó de dedicarle un trato especial durante todo el encuentro al ex Atlético. 

Desde el recordado 5-0 de Atlético Tucumán a Los Andes en noviembre de 2015 que Rodríguez no jugaba un partido en la segunda división del fútbol argentino. Pasaron nueve años. Hoy, con la “10” en la espalda, tenía la tarea de ser el jugador diferencial  de su equipo. A veces lo hizo en posición de segundo delantero, otras prefirió ubicarse de enganche, detrás de los dos atacantes. 

Sin embargo, a “Pulga” le costó meterse en partido. Se lo notó bastante impreciso con el balón en sus pies y carente de la lucidez que lo caracteriza. Apenas empezado el segundo tiempo, casi llega el desahogo para él. Recibió la pelota en la zona izquierda de la medialuna del área, de frente al arco. Miró de reojo al arquero y, de zurda, decidió empalar el balón por encima de Darío Sand. Con un silencio ensordecedor, toda la Ciudadela observó como la pelota impactaba en el travesaño. 

Luego de ese destello de genialidad, continuaron las imprecisiones para el “10”; y junto a ello, los abucheos e insultos constantes de las tribunas, que no le perdonaban una. Previo a la ejecución de un corner, los hinchas “santos” le arrojaron de todo al “10”; entre ello, un hielo que impactó en su rostro. 

“Son cosas del fútbol, no pasa nada. Mientras no haya agresiones físicas, está todo bien. Es parte del folklore del deporte, también se lo disfruta” afirmó “Pulga” luego del encuentro, reduciéndole el drama a lo sucedido. 

Producción periodística: Diego Caminos 

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