Atlético Tucumán parece haber encontrado el camino

Ante River el "decano" mereció mejor suerte, pero no pudo pasar del 0-0

CON LA PÓLVORA MOJADA. Estigarribia lucha ante la marca de Fernández, desde atrás lo observa Boselli. CON LA PÓLVORA MOJADA. Estigarribia lucha ante la marca de Fernández, desde atrás lo observa Boselli. LA GACETA / DIEGO ARAOZ

¿Son los técnicos? ¿Los jugadores? ¿Fue solo una mala racha? Influye el estado de ánimo, el rival, el contexto, está claro.

Pero ahí se abren varios interrogantes. ¿Cuál es el verdadero Atlético? ¿El que pierde sin atenuantes ante Instituto y Barracas? ¿El que hace partidos discretos con Rosario y Argentinos? O será tal vez el que jugó ante River.

Las críticas para la dupla técnica estuvieron justificadas porque en muchos casos -incluso varias veces asumieron culpas por sobre los jugadores- repitieron esquema y jugadores que no rindieron en la cancha. Ahora, la sensación que dejó el partido es que el equipo necesita una motivación extra para poder dar ese plus que piden los hinchas. ¿Es un rival grande la motivación que necesita? o hubo mea culpa en el vestuario y estamos ante la presencia de un equipo renovado.

La comunión que tanto se pedía entre los hinchas, jugadores y cuerpo técnico ayer se hizo presente en el Monumental. Salvo por los silbidos a la dupla cuando la voz del estadio los nombró, todo lo demás fue aliento por parte de los hinchas.

Y estuvo bien que así sea porque el equipo desde el primer minuto acorraló a la visita contra el arco de Franco Armani. Entre los 5’ y los 10’ el “decano” tuvo tres situaciones, una con Renzo Tesuri (gambeteó a Armani y busco el centro que fue desviado por Funes Mori) una de Francisco Flores a la salida de un córner que Fonseca despejó e inmediatamente un cabezazo de Marcelo Estigarribia -en absoluta soledad- que terminó en las manos del arquero.

Atlético fue una maquina de presionar; los primeros 15’ se jugaron muy cerca de Armani, pero la jerarquía de River siempre aparece y esta vez fue Ignacio Fernández el que se dejó arrastrar la pierna por Néstor Breitenbruch y Nazareno Arasa cobró la infracción dentro del área. 

Iban 18’ y pasaron 10 minutos hasta que el juego se volvió a reanudar, en el medio pasó de todo: protestas, revisiones en el VAR, amarilla para Acosta por desacomodar la pelota y Esequiel Barco erró dos penales.

En realidad la primera la atajó José Devecchi, la segunda fue a las nubes. El 0-0 no se movió y los hinchas festejaron dedicándole el empate parcial a Arasa, aunque el árbitro hizo lo correcto. Fernando Rapallini intervino desde el VAR avalado por el protocolo que indica que sólo puede intervenir cuando el invasor toca el balón. Es el caso, Flores, quien se ve invadió notoriamente el área durante la ejecución y terminó rechazando el balón tras la contención del arquero.

Después de eso el partido continuó siendo frenético y con varias idas y vueltas, aunque los dos fallaron en la estocada final. La más clara fue para el “deca”, cuando Estigarribia aprovechó un choque entre Funes Mori y Boselli, pero cuando tenía la pelota picando dentro del área chica se apuró y definió de zurda afuera. Increíble. El partido estaba para que Atlético se ponga adelante en el marcador, pero el “decano” sigue fallando; le cuesta muchísimo convertir y eso quedó evidenciado en la segunda etapa. 

En el entretiempo Barco, que había tenido una discusión con Miguel Borja por el penal, se quedó en el banco, “no estaba emocionalmente bien para seguir”, dijo Martín Demichelis, que mandó a la cancha a Franco Mastantuono que empezó incontrolable, pero con el correr de los minutos su juego se fue desvaneciendo, tuvo un disparo peligroso, pero el palo jugó para Atlético. 

El “decano” por su parte, evidenció en el campo el desgaste físico del primer tiempo, pero continuó yendo hacia adelante, como piden los hinchas. Entre los 15’ y los 20’ estuvo lo mejor del “deca”. Tesuri no pudo definir de media vuelta tras una buena contra y un par de minutos después entre Acosta y Sánchez comandaron una contra, que dejó a Pereyra mano a mano con Marcelo Herrera, el “10” después de un buen slalom definió fuerte y cruzado, esta vez el palo jugó para Armani y el 0-0 continuó inamovible.

En los últimos minutos, lo de siempre. Los cambios enfriaron el juego que no volvió a ser vertiginoso, hubo varias interrupciones por lesiones y ambos equipos parecieron conformarse con el empate. A fin de cuentas, a los dos les venía bien. Atlético mostró una cara completamente diferente a lo que venía demostrando y River -que estuvo contra las cuerdas- sacó un punto de oro. Ahora se viene Riestra, ¿cómo hará la dupla para mantener esa motivación que se vio anoche? 

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