Colorado el ente

Hay nuevas autoridades en Turismo. Jaldo lo echó a Giobellina y puso a Amaya. Hay quienes entienden que se trató de una acción antimanzurista y otros de mejorar la administración. El país aún no encuentra su estabilidad.

Colorado el ente

Hay un libro apasionante que Carlos Páez de la Torre recomendaba: “Un periodista debe leer Conversaciones en la Catedral”. Apenas comienza esa novela de Mario Vargas Llosa, uno de sus protagonistas, Santiago, sale del diario La Crónica y mientras mira la calle se pregunta: “¿En qué momento se había jodido el Perú”. Este jueves cuando al ahora ex presidente del Ente de Turismo se lo vio pasar ante la imagen de la Virgen del Valle en la casona frente a la plaza Independencia se reavivó la pregunta. ¿En qué momento se habrá jodido la gestión de Sebastián Giobellina?

A este funcionario que quiso nombrarse a sí mismo como personal de planta permanente comprometiendo a sus propios compañeros de cruzada lo echaron inesperadamente. Es el primer funcionario de Osvaldo Jaldo al que sacan sin contemplaciones. Giobellina estaba en Buenos Aires cuando se enteró que ya tenía nombrado un sucesor.

Lo dejaron carpiendo. A Giobellina lo ahogó posiblemente el mismo humo que se preocupó él mismo de fabricar. De su fábrica de humo salió el desembarco de Avianca en Tucumán con el polo de vuelos internacionales que iban a salir a todo el mundo desde nuestro aeropuerto de Cevil Pozo. De allí también surgió el gran aeropuerto con shopping que hasta en maquetas llegó a materializarse. En esa misma factoría etérea se dibujó la anunciada autopista al aeropuerto y los hoteles de El Cadillal que se prometieron por lo menos dos veces con acto y todo.

Claro que en ocho años -esta tal vez sea la clave de la pregunta inicial- no todo fue humo. Se embellecieron y engrandecieron El Cristo de San Javier y El Cadillal. Poco para ocho años en una provincia a la que da vergüenza ingresar. Giobellina fue un hábil declarante. Cada vez que recibió una crítica contó lo que estaba por hacer -la mayoría no se concretaría nunca- pero además deslindaba responsabilidades al destacar que muchas de las críticas eran por cuestiones que no le competían a su área.

Leyenda

Cuenta la leyenda que alguna vez llegó alguien de un organismo de control a investigar algunas designaciones políticas y determinadas concesiones. La tarea no se pudo concretar hasta el final por las incomodidades de las que fueron objeto quienes debían revisar datos, números y negocios. Algunas de esas investigaciones habrían cruzado la calle y habrían llegado hasta uno de los despachos más grandes de la Casa de Gobierno. Tal vez por eso el gobernador Osvaldo Jaldo se limitó a agradecer por los servicios prestados a Giobellina. Es que sus palabras sonaron más a un adiós sin agradecimiento alguno.

Brillaron por su ausencia

Por sí o por no: ¿Qué vas a hacer con todo lo que se hizo a espaldas de la Virgen del Valle?. Esa es la pregunta con la que desembarcó Domingo Amaya al Ente de Turismo. La camarilla “giobellinesca” le dio la espalda el primer día de gestión al ex intendente y ex diputado nacional. El salón Blanco estuvo a pleno el día de su juramento pero los funcionarios y jefes que supo poner Giobellina brillaron por su ausencia. Sin ponerse colorado, Amaya deberá responderse aquella pregunta lo más rápido posible u olvidarse del pasado manzurista y de aquella pregunta de Vargas Llosa -reinstalada en su libro por el periodista Jorge Liotti acerca del país-. ¿En qué momento se jodió Turismo?...

Carambola

La política tuvo siempre muchos aspectos lúdicos por eso más de una vez los más ignorantes comparamos cuestiones referidas al poder con algún juego. En este caso Jaldo hizo una carambola a tres bandas tal cual lo repetía un experimentado político que rumiante caminaba el viernes por los pasillos de la Casa de Gobierno. Por un lado la designación de Amaya le servía por el vinculo con el flamante responsable de Turismo en el país (Daniel Scioli) y porque dejaba un mensaje antimanzurista, pero subliminal. Por otro lado, el gobernador se preocupó que la segunda persona del Ente -también corrió a la gastronómica Elena Colombres Garmendia, quien en el exterior se enteró de su despido- fuera Inés Frías Silva, hija de José Frías Silva, hombre fuerte en la Sociedad Rural, entidad campestre que viene siendo conducida por Sebastián Murga, el hombre que formó Creo y que fue muy crítico de Jaldo y del peronismo. Y la tercera carambola fue con la Federación Económica de Tucumán, donde está Héctor Viñuales Santafé, otra persona que más de una vez señaló debilidades del Ente de Turismo y que ahora le debería una a Jaldo.

No faltan los aburridos que imaginan todo tipo de mensajes. En ese grupo se anotan los que dicen que la designación de Amaya también sería un aviso para Rossana Chahla. Se apoyan para dar esta versión por fotos de gestiones recientes de la intendenta con Giobellina. Pero suena descabellada la versión cuando el gobernador y la intendenta que además detesta estas elucubraciones políticas, vienen construyendo una buena relación.

Sólo 70 días

El tiempo es veloz/ tu vida esencial/.... ¿Te acuerdas de ayer?/ Era tan normal, la vida era vida/ Y el amar no era paz, ¡Qué extraño!/ Ahora me siento diferente/ Pienso que todavía quedan tantas cosas para dar/...

Con intuición supina los poetas y los músicos como David Lebon en este caso, son capaces de explicar lo que no es fácil hacer en la vida diaria.

Los argentinos han cambiado de gobierno, han decidido tener otro paradigma de gestión; han hecho paro; han puesto a trabajar al Congreso en vacaciones; han cambiado de funcionarios (a nivel local y nacional) y han mentido y, por lo tanto, se han desmentido. Esta simplísima enumeración muestra como el caleidoscopio de la Argentina ha modificado sus formas, sus colores y hasta sus ideas. Han transcurrido tan sólo 70 días. Parece que hubieran pasado años y son tan sólo dos meses y ocho días. Ni siquiera ha pasado el verano en la Argentina. Sin embargo, hemos sentido que todo cambiaba con un decreto. Hemos supuesto que se transformaba el país cuando se aprobó en comisión y luego todo volvió a fojas cero. Hubo ganadores que se sintieron perdedores y derrotados que festejaron todos estos vaivenes.

Esta semana que ya nunca más volverá fue una de las más cortas, sin embargo estuvo cargada de intensidad. Cristina volvió a escribir y el Indec dio a conocer qué pasa con la inflación. Todo después de que el Presidente de la Nación regresó de reunirse con el Papa a quien había defenestrado como un kirchnerista más. Francisco que es argentino debe ser el único capaz de entender por qué lo tratan de la peor manera los líderes de su patria para después tirársele a sus pies. En eso Cristina y Milei son idénticos.

La velocidad que supo ver Lebón no logra llevarse bien con lo esencial de la vida. Los argentinos discuten y pelean imaginando cosas que van a pasar en un futuro incierto. La prueba cabal de todo esto es lo que pasó con el DNU.

¿Para qué o para quién escribe Cristina? El peronismo está huérfano y busca líderes en los clasificados y en Linkedin. Juan Manzur que no se hace cargo de nada de lo que pasó en Tucumán, siente que él puede ser uno de los elegidos. La mala memoria y la velocidad del tiempo en la Argentina permiten que todo transcurra más rápido que en otros lados. A eso apuesta el kirchnerismo. Le cuesta entender que la fortaleza de Milei es su antikirchnerismo. A eso le ha dicho basta la sociedad en los últimos comicios y ha apostado a alguien que no había acordado nunca con los K. El kirchnerismo se aferra a su discurso de derechos y valores pero olvida los excesos que se plasmaron en corrupción. Ese es el verdadero salvavidas de Mieli. Por eso la carta de Cristina pasa inadvertida en cuanto a sus ideas o proyectos y, sin embargo, aparece resaltada su advertencia destituyente. Si el anterior gobierno hubiera recibido esa misiva el mundo se hubiera paralizado.

La semana también dejó el índice inflacionario. Dicen los números que bajó un 5% respecto del mes anterior. La inflación parece una temperatura morigerada o agravada por la sensación térmica. El Gobierno festejó los 20 puntos de inflación, en cambio la oposición peronista ya está organizando un paro.

En viernes, en una misa celebrada cerca del parque Guillermina el cura advirtió desde el púlpito la necesidad de iniciar el ayuno también de celular entendido como una fuente de lo superficial que no encuentra ni contribuye a debates profundos. Ya lo vimos la semana pasada en poblaciones europeas que restringieron su uso. Fue como un señalamiento de que lo esencial -volvemos a la música y a la poesía- no es materia pública ni de debate político.

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