Malamud: “La lucha comunicativa de Milei mantiene a la gente en la casa y no en la calle”

“El presidente habla directamente para la gente; el Congreso es simplemente un decorado, es parte del teatro; a los senadores y diputados quiere revelarlos, mostrarle a la gente quiénes son los defensores del privilegio y no del bien común”. De esa manera, el analista Andrés Malamud se refirió a la decisión de Javier Milei de trasladar el horario de la apertura de sesiones al prime time televisivo: el viernes, a las 21.

En diálogo con LG_Play, el político analizó el inédito cambio. “El corazón de esta gestión es la comunicación. Se están librando tres batallas. La política, que la tiene ganada; no hay nadie que se le pueda poner al frente, el presidente “sopapea” a voluntad a cualquier político que se atreva a enfrentarlo. La económica, que consiste en bajar la inflación, el Gobierno está confiado en ganarla sin necesidad de instrumentos legislativos. Y la social, que es la que está abierta y es la única que puede decidir el fin de este Gobierno. No van a ser los viejos políticos y no va a ser la economía porque está relativamente controlada, va a ser la gente. Lo que pase con el pueblo va a depender de la paciencia social, de la manera en la que se procesen los ajustes debido a los tarifazos que vienen y al comienzo de clases y a la posibilidad de una chispa imprevista”, remarcó.

Además, afirmó: “En general, los estallidos sociales no se ven venir, parecen siempre lejanos hasta que llegan de repente, esto es lo único que el Gobierno teme y por eso lo que trata de hacer es alimentar el combustible social, mantener las expectativas de la gente. En los otros dos frentes el Gobierno está ganando, por lo que depende mucho de este recurso mediático que tiene Milei, por eso le habla a la gente a las 21 que es cuando están todos dispuestos a escuchar”.

- ¿Cree que la estrategia comunicacional es una prioridad de este gobierno?

- El Gobierno son cuatro personas: dos Milei y dos Caputo. En esta administración la comunicación es tan importante como la política económica, el resto del Gobierno es decorado. Milei hace política, Luis Caputo hace finanzas y Santiago (Caputo) comunicaciones, es el trípode sobre el que se basan las tres luchas de este Gobierno y la más relevante es la comunicativa: mantiene al pueblo en casa y no en la calle.

- ¿Busca darle la espalda al Congreso?

- No creo que para Milei sea tan importante el Congreso como para pensar que no le da la cara. Milei no hace esto para darle la espada al congreso, lo está haciendo para darle la cara al pueblo, por eso habló hacia la plaza, por eso habla ahora en el prime time de la televisión. Él no le da tanta importancia a los políticos, salvo como sparrings. Lo que pretende es mantener el apoyo social, y lo obtiene al ir en contra de los desprestigiados políticos.

- ¿Cuál cree que son las bases que sostienen al Gobierno?

- Milei no se mantiene por las bancas que tiene en el Congreso, su insuficiencia de escaños no le garantizan un escudo legislativo; su único escudo es el popular, por eso la necesidad de la comunicación, por eso el liderazgo disruptivo y la utilización de las redes. No hay estabilidad presidencial sin apoyo popular en un gobierno hiperminoritario como es el de Milei, y él lo sabe y lo ejerce bien, pero van dos meses y medio, tiene que aguantar dos años hasta las legislativas, que le van a permitir incrementar su caudal legislativo, hasta eso tiene que gobernar en hiperminoría y si pierde el escudo popular pierde la presidencia; es lo que pasó en el resto de América Latina.  

- ¿Cómo puede sostener este apoyo popular?

- Este es un liderazgo atípico porque es menos transigente que los liderazgos políticos habituales, esto significa que no busca obtener respaldo al ofrecer a cambio, prosperidad o bienestar, él obtiene apoyo porque se enfrenta contra los adversarios que la gente reconoce como comunes. Pelea batallas contra los enemigos de la gente: la casta, las corporaciones, los poderosos de siempre. Para poder mantener este esquema necesita entregar algo a cambio y lo que entrega para empezar es una reducción de la inflación; el costo es altísimo, se pierden empleos, se pierde capacidad adquisitiva del salario y la gente no llega a fin de mes y a eso lo combate simbólicamente con pegarle al que hace doler. La pregunta es cuánto dura este combustible simbólico hasta que la gente reclame el combustible material, que implica recobrar las condiciones de vida, y la respuesta es no sabemos.

- ¿Es más peligrosa esta grieta casta-anticasta que macrismo-kirchnerismo?

- La crisis anterior no era muy peligrosa, era paralizante, lo que hacía era evitar que cualquiera de los dos tomara políticas que pudieran ser beneficiosas para el país. Esta es más peligrosa porque puede llevar a la disolución del poder. Lo que muchos temían con Cristina o con Macri era la concentración del poder. En el caso actual no están dadas la condiciones para el autoritarismo; es más probable la anarquía si fracasa, porque no tiene fuerzas armadas como las que tenía Bolsonaro ni tiene un partido disciplinario como Trump. También, porque no tiene dónde ir a buscar aliados, o mejor dicho tiene, pero los repele. Es un escenario parecido al de Perú o al de Ecuador, donde no hay dictaduras, no hay personas fuertes que mandan, hay personas débiles que no mandan.

- ¿Qué mensaje deja Milei con sus relaciones con Estados Unidos e Israel?

- El mensaje explícito es el alineamiento con Occidente, el mensaje implícito es el alineamiento con la gente a la que siguen sus votantes, los evangélicos, los conservadores y los nacionalistas. Sin embargo, lo más relevante del caso Trump es que le puede garantizar al presidente la estabilidad si pierde el escudo popular.

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