Fabián Soberón: “El libro es para el lector, lo que el paraíso a los hombres”

EN LIBRO DE ORO. Invitado al ciclo “Citas de lectura”, Soberón habló de sus preferencias. Una y otra vez volvió sobre los clásicos. EN LIBRO DE ORO. Invitado al ciclo “Citas de lectura”, Soberón habló de sus preferencias. Una y otra vez volvió sobre los clásicos.
10 Marzo 2024

¿Qué se espera de un libro que se abre por primera vez? Según Fabián Soberón, escritor, profesor de Cine y documentalista, en el libro de ficción espera que estén entrelazadas “la emoción y la inteligencia”. Y agrega: “un autor que conjuga esas dos posibilidades puede lograr un buen libro”.

Llegamos a la tercera entrega de “Citas de lectura”, una serie de entrevistas de LA GACETA junto a Libro de Oro a referentes de la cultura para entender el amor por los libros. Esta vez entrevistamos a un prolífico escritor tucumano, cuyos libros han sido traducidos y que ha presentado sus documentales en universidades y espacios culturales de Estados Unidos, Francia, Alemania, España, Islandia, Puerto Rico y Suecia. Recorremos la librería, pero también las ideas que nos han dejado los libros.

Si cuando hablamos de amor pensamos en mariposas en el estómago, según Soberón “el libro -como dijo Vladimir Nabokov- tiene que producirte un cosquilleo en la espalda”. Una reacción física, el placer de encontrar el texto que estabas buscando o necesitando.

El libro es para el lector... “lo que es el paraíso para los hombres”, completa la frase el escritor. ¿Y dónde podemos encontrar ese paraíso? Soberón podría recomendar mil libros, pero esta vez elige dos: “Vidas erráticas”, de Gianni Gelatti (editado por Periférica) y “Winesburg, Ohio” de Sherwood Anderson (editado por Eterna cadencia). “Son cuentos que pueden leerse como una novela, personajes de un mismo pueblo. Hay una construcción, un mundo que anticipa lo que van a hacer luego (William) Faulkner y (Ernest) Hemingway también”, comenta.

- Prestar los libros, ¿sí o no?

-Absolutamente, yo presto todos los libros en los talleres que doy. Siempre llevo mi valija con libros, pero también tengo mi libretita donde anoto (ríe).

- ¿Con qué personaje de la ficción crees que te hubieses llevado muy bien en la vida real?

- Con Hamlet, porque se plantea, en realidad Shakespeare plantea, varias cuestiones en la obra. Por un lado Hamlet parece que está loco, algunos suponen que está perturbado. En realidad quiere vengarse y esa es una buena ocasión: acompañarlo a Hamlet para vengarse; y además también es un personaje filosófico y a mí me interesa mucho la reflexión.

Si tuviera que confesar qué libro le hubiera gustado escribir dice que sin duda sería “Macbeth”, de William Shakespeare. “La gran obra, la más impresionante, porque es la más corta de todas y tiene un logro en su poesía que pocos libros lo tienen. Esa condensación de varios géneros a la vez es lo que hace para mí que sea insuperable”.

Y de esa obra extrae la cita favorita, que recuerda así: “La vida es un cuento contado por un idiota lleno de sonido y de furia y que no tiene sentido”.

- ¿Existe buena y mala literatura?

- Sin duda que hay buena y mala literatura; y abunda la mala, que es aquella literatura pretenciosa y snob que quiere decirnos que es una cosa y es otra.

- ¿Qué les respondés a los que te dicen que “no tienen tiempo para leer”?

- Que si uno tiene el deseo de leer va a encontrar el tiempo, va a inventar el tiempo para leer.

- ¿Qué libro le recomendarías a un adolescente?

- Le daría un libro sobre lo que le interese. Si le gusta el tenis, le daría una novela sobre ese tema.

Y agrega que lo más importante es hacerse “amigo del tiempo”. Ese que se dedica a sentir placer por la lectura “porque quizás no conocen la posibilidad de sentir placer al leer”.

El tiempo de ocio, de descanso o de vacaciones está asociado a la idea de que es el momento para leer lo pendiente y agarrar ese libro de cientos de páginas que sólo juntó polvo encima de la mesa de luz el año entero. Soberón recomienda dos grandes escritores: James Joyce y Raymond Chandler. De Joyce, el “Ulises” y del segundo alguna de sus novelas policiales como “Adiós, muñeca” o “El sueño eterno”. Y da sus razones: “son libros que los van a atrapar. Van a querer estar adentro del libro y van a tener que hacer un esfuerzo para salir a descansar o hacer otra cosa”.

La vida del lector muchas veces es errática, va de libro en libro hasta que encuentra el indicado. Pero como sostiene Soberón, no hay que terminar los libros si no te atrapan, al igual que no hay que terminar las películas ni las series. “Ya habrá -como decía Borges- algún lector para ese libro”. Y hablando de películas, aunque las comparaciones muchas veces son odiosas, la pregunta es: qué libro llevado a la pantalla grande le ha gustado. “Trono de sangre”, de Akira Kurosawa, señala, una adaptación de Macbeth que se traslada al Japón medieval con luchas entre samurais. “Es una versión notable”, remarca.

Si bien no es actual, la llamada “literatura del yo” es un género que de un tiempo a esta parte ha comenzado a ocupar gran parte de la producción literaria. Sobre esta autoficción, Soberón reflexiona: “cuando cualquier tendencia literaria se convierte en una moda es un problema porque empiezan los clichés, como pasa con el cine. Igual no le hace mal a nadie tampoco el cliché”.

Para los amantes de la lectura no hay como el libro en papel, ese que se puede oler, señalar, doblar, remarcar y dedicar; sin embargo -coincide Soberón- la practicidad hace que el ebook también sea una plataforma conveniente en muchas ocasiones. Todo sea por leer.

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