“Liberar” a Pablo Hernández puede llegar a ser clave en San Martín de Tucumán

El domingo, el volante demostró que tiene todo para transformarse en el conductor que el “santo” necesita para ser protagonista.

BUEN DESEMPEÑO. Hernández realizó 22 pases contra Talleres (RdE) y hasta inició la jugada para el segundo gol de San Martín de Tucumán. Foto de Matías Nápoli Escalero/ESPECIAL PARA LA GACETA. BUEN DESEMPEÑO. Hernández realizó 22 pases contra Talleres (RdE) y hasta inició la jugada para el segundo gol de San Martín de Tucumán. Foto de Matías Nápoli Escalero/ESPECIAL PARA LA GACETA.

El triunfo contra Talleres de Remedios de Escalada no sólo significó tres puntos importantes para San Martín de Tucumán en el torneo. En ese juego, el equipo también logró una mejoría en una de sus principales falencias: la generación de juego.

Las dos derrotas que el “santo” lleva en el torneo se produjeron, en gran parte, por un flojo nivel del medio campo, que se mostró contenido a la hora de atacar y  flojo en la zona defensiva.

Tomando nota de esa situación Diego Flores decidió repetir en Buenos Aires el esquema que había utilizado contra Quilmes y, en ese sentido, quién se destacó de tres cuartos de cancha en adelante fue Pablo Hernández.

El volante nacionalizado chileno demostró que puede llegar a ser un jugador crucial en el andamiaje “santo”: retrocede para colaborar en la marca y cuando logra soltarse rompe los bloques del rival gracias a su sutileza.

Si bien no había disputado los primeros tres juegos debido a una contractura, Hernández comenzó a recuperar su nivel con el correr de los minutos, a tal punto que le ganó el lugar de Leonardo Monje, uno de los futbolistas que parecían inamovibles en los planes del DT.

Hernández fue el autor intelectual del 2-1. Lanzó una bola precisa para que Gonzalo Rodríguez habilitara de cabeza a Junior Arias. Pero además, antes de ese festejo, ya había dado muestras de que estaba “enchufado”.

Cuando apenas iban 19 minutos del primer tiempo, filtró un gran pase para Nahuel Banegas, que no llegó a definir porque el línea había cobrado un offside inexistente.

En el complemento, con otro pase perfecto, había dejado solo a Juan Cuevas, a quien también le anularon un gol por otro fuera de juego mal sancionado.

Con 78’ en cancha, Hernández dejó buenas sensaciones en el duelo contra el “Rojo de Escalada”. Realizó 45 toques, que se dividen en 22 pases correctos de 34 posibles (una efectividad del 65%). Además ganó ocho de nueve duelos aéreos y recibió cuatro infracciones de parte de los defensores rivales que nunca encontraron la manera de detenerlo.

A diferencia del duelo con San Miguel, Hernández no se contuvo tanto para pasar al ataque y así lo explicaron desde el cuerpo técnico. “La idea era que Gustavo (Abregú) sostenga para que Pablo pudiera soltarse a jugar más. Bajar para defender es una característica que él hace naturalmente, pero no es lo que se le solicita en su función”, le explicó a LA GACETA un allegado del cuerpo técnico, dejando en claro que la idea que tiene Flores es que el ex Independiente pueda moverse libre, flotando a espaldas del volante central rival.

En Los Polvorines (lo que fue su debut oficial con la camiseta del “santo”) Hernández ya demostraba destellos de su calidad. Sin embargo, no había logrado estar tan preciso en los últimos metros como si lo estuvo el domingo en Remedios de Escalada.

Contra San Miguel, parado como el doble “5”, había estado lejos de la zona de definición y no había logrado asociarse ni con Abregú ni con Matías García. Pero, a pesar de la derrota 0-1, sus números fueron aceptables, sobre todo teniendo en cuenta su inactividad futbolística.

Aquella tarde, había completado 34 pases de 40 intentos (85% de efectividad) y había ganado 9 duelos sobre 12 posibles.

“Pudimos encontrar los espacios y supimos aprovechar las espaldas del medio rival. Manejamos la pelota que era lo que intentábamos hacer. Me da mucho orgullo y satisfacción que el equipo se brinde de la manera en la que se brindó. Cuando estás en un club tan popular como San Martín se te exige un montón. Nuestro objetivo es el ascenso y este es el camino”, sentenció Hernández en la zona de vestuarios del estadio Pablo Comelli.

Hernández mostró ser determinante a la hora de jugar. Por eso, en La Ciudadela esperan que pueda “liberarse” de la función defensiva y pisar el área rival con mayor frecuencia. Si lo consigue, los delanteros dispondrán, necesariamente, de mayor contacto con la pelota. Eso intentan conseguir Flores y compañía. Si lo consiguen, el equipo podría llegar a contar con una llave maestra que le permitirá “abrir” las defensas rivales.

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