Turismo de Semana Santa: el pequeño pueblo escondido en los valles que forma parte de la ruta del vino

Se trata de una comunidad centenaria a kilómetros de Tafí del Valle.

Las montañas que rodean El Pichao y las nubes se mezclan y crean el telón de fondo de todo el pueblo Las montañas que rodean El Pichao y las nubes se mezclan y crean el telón de fondo de todo el pueblo
15 Marzo 2024

A ocho kilómetros de Colalao del Valle, a 2.200 metros sobre el nivel del mar, un pequeño pueblo, para muchos desconocido, alberga una cultura productiva única. Afamado por sus dulces artesanales, El Pichao constituye una opción ideal para viajar en Semana Santa y desconectar de la rutina habitual.

El Pichao es una pequeña aldea que se formó a fines del siglo XIX junto a la cultura Cóndor Huasi. La palabra Pichao proviene del quichua "pichana", que significa escoba hcha de ramas. Por ello, El Pichao supone ser un lugar barrido o limpio, metáfora que se traduce en la tranquilidad de su ritmo y de sus habitantes.

El Pichao: un pueblo de fincas

La altura a la que se encuentra El Pichao reune las características necesarias para la plantación de la vid. Por eso, en la Ruta del Vino de Tucumán, es una parada obligatoria. En la visita a los viñedos de la región, los turistas encontrarán diversos sistemas productivos entre los que se cuentan los caseros y artesanales, pero también los industriales.

A El Pichao, en sus inmediaciones, se suman otros destinos que completan el camino de los viñedos: las Ruinas de Condor Huasi, Talapazo y la Ciudad Sagrada de Quilmes. Allí los visitantes podrán conocer todo el proceso de plantación, cosecha y transformación de las uvas en vino.

Turismo en Semana Santa: un pueblo que se autoabastece

La experiencia de enoturismo de la Ruta del Vino permite un contacto directo con los productores y se compementa con la gastronomía típica y las artesanías de sus pueblos. Las familias de El Pichao se autoabastecen criando su propio ganado y cultivando frutos que después son utilizados para elaborar los reconocidos dulces de membrillo, cayote, manzana, higo y pera del peublo.

Así fue como nació la Fiesta Provincial de los Dulces Artesanales, que se celebra en el mes de febrero y tiene gran protagonismo en la zona. Los habitantes de El Pichao están preparados para recibir a los turistas en sus propias fincas, ofreciéndoles lo mejor y más autóctono del pueblo en una experiencia que mezcla la desconexión con la práctica del turismo rural.

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