Jugadores acusados de abuso sexual: Tucumán, en el centro de las miradas ante una decisiva jornada

La audiencia contra los jugadores de Vélez generó un mar de expectativas y un clima de tensión debido a la larga espera para conocer la resolución.

INFORMANTE. Ernesto Baaclini mantuvo al tanto de la audiencia a la prensa. INFORMANTE. Ernesto Baaclini mantuvo al tanto de la audiencia a la prensa. La Gaceta / foto de Antonio Ferroni
21 Marzo 2024

Como pocas veces sucede, la mirada nacional estuvo dirigida hacia Tucumán debido a la audiencia de imputación de cargos que se realizó contra Sebastián Sosa, Abiel Osorio, Braian Cufré y José Florentín Bobadilla, los cuatro jugadores de Vélez acusados en el caso de abuso sexual. La gran incertidumbre era saber si los imputados saldrían esposados o recuperarían la libertad.

A media mañana las inmediaciones de la calle España al 400 se llenaron de reporteros de medios de la provincia, nacionales y hasta internacionales que querían cubrir la llegada de los denunciados. Lo que nadie se esperaba es que la jornada se extendiera hasta después de las 0.30.

Aproximadamente a las 11.50 llegaron en una camioneta del Servicio Penitenciario Sosa, Cufré, Osorio y Florentín Bobadilla con sus rostros tapados. A los minutos comenzaron a arribar sus respectivos defensores y los representantes de la querella, quienes optaron por no hacer declaraciones, a excepción de Ernesto Baaclini, que accedió a hablar con la prensa.

Un aspecto que llamó la atención fue que los jugadores afrontaron esta instancia, que podría marcar un antes y un después en el proceso judicial, sin el apoyo de sus familiares y allegados. La única que se presentó fue Stephanie Correa, la pareja de Sosa, quien estuvo durante 11 horas acompañando al arquero. Al ser consultada, la mujer no quiso hablar de la situación.

Entre los distintos interrogantes que afloraron desde que se conoció la fecha de la audiencia prevalecía la duda de si sería o no a puertas abiertas. Al acercarse la hora en la que comenzaría la jornada, los guardias de la entrada del Fuero Penal informaron a los interesados en asistir que la audiencia que no solo se desarrollaría de manera privada, sino que tampoco se podría subir al quinto piso para preservar la intimidad de todas las partes.

Al iniciar la exposición, la jueza Eliana Gómez Moreira permitió que la prensa entrara un momento sólo para registrar imágenes y prometió que se podría presenciar su resolución final. Luego cuatro oficiales hicieron guardia a la altura de la escalera y los ascensores para evitar malos entendidos.

Durante las largas horas que llevaron la realización de la audiencia, como si fuera una sentencia condenatoria la que se daría a conocer, todos aguardaban expectantes para saber cuál sería el resultado. Incluso sacaban sus teorías sobre las imputaciones, las pretensiones punitivas en caso de arribar a un debate oral, si era cierto que había un quinto involucrado, si los acusados realmente se habían peleado y cuáles serían las medidas de coerción a las que someterían a cada uno de los jugadores.

A medida que pasaba el tiempo las ventanillas de las mesas de entrada se bajaban, los carteles colocados en la vía pública se guardaban y el Tribunal se vaciaba. Alrededor de las 21, en el edificio sólo quedaban algunos efectivos policiales, los trabajadores de prensa y las partes que a esa hora debatían respecto de las medidas cautelares.

Cada vez que alguien llegaba a la planta baja se repetían las mismas preguntas: “¿Cuánto falta?”, “¿En qué instancia va?”. A lo que se escuchaba: “Falta, tengan paciencia”. Fue así hasta que pasada la madrugada una de las puertas de los ascensores se abrió e indicó que los oyentes ya podían pasar nuevamente a la sala 20 para escuchar la resolución de la jueza. Una vez instalados, Gómez Moreira dispuso por tres meses el arresto domiciliario para Osorio, Cufré y Florentín Bobadilla y la libertad condicional para Sosa. (Producción Periodística: Micaela Pinna Otero)

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