Tucumanos innovadores: Tatiana Susich, la diseñadora industrial que desde Croacia crea productos para el mundo

Sich Design, el estudio que fundó a partir de un perfil en LinkedIn, no tiene fronteras. Tatiana dice que el interés de desarrollar su carrera la llevó al extranjero debido a la falta de fábricas en Tucumán y en la Argentina.

Tatiana Susich y Rodrigo Morales. Foto: Guillermina Choua Tatiana Susich y Rodrigo Morales. Foto: Guillermina Choua

En la tarde-noche del martes 12 de marzo de 2024, en un café muy popular de Yerba Buena, la diseñadora industrial Tatiana Susich, de 33 años, trabaja a distancia con su iPad mientras espera a LA GACETA. Tatiana luce espléndida: es una mujer alta, rubia y esbelta, que viste una falda tableada verde inglés con una musculosa blanca. Su presencia es imponente: pareciera que no le afecta la ola de calor que tiene a Tucumán en llamas. La acompaña su marido, Rodrigo Morales, un abogado de 35 años. Susich está de vacaciones en la provincia porque vive en Croacia, donde desarrolla el emprendimiento Sich Design Studio que empezó en los últimos años de su carrera en la Universidad San Pablo-T. A partir de un perfil en LinkedIn, esta diseñadora tucumana montó una compañía que trabaja con clientes de todo el mundo.

Sich Design crea productos de diferente tipo que luego serán vendidos en plataformas como Amazon o eBay por las empresas que encargaron el trabajo. El estudio de Susich abarca desde loncheras para niños de Australia hasta macetas para plantas hidropónicas de interiores. Todo sucede en ese iPad que tiene entre las manos. “Trabajo de manera remota en el exterior por la falta de fábricas de diseño industrial no solo en la provincia, sino también en el país. Si querés dedicarte a esta profesión, es necesario tomar conciencia de que su ejercicio te lleva al extranjero”, acota.

“Tatu”, como le dicen sus amigas, fundó Sich Design en 2018. “Un motivo fundamental por el que decidí hacer lo mío desde cero y no acoplarme a otro estudio, aunque tuve ofertas, fue el deseo de garantizar la creación de diseños sustentables”, explica. Esto no trata únicamente de que los materiales utilizados sean amigables con el ambiente, sino que también es fundamental la forma de fabricarlos y la resistencia.

Susich cuenta que su trabajo como “freelancer” -es decir, independiente- nació porque se sentía aburrida. “Comencé a diseñar libremente en mi casa y poco a poco pude ir generando mi portafolio, que sería como un catálogo. A partir de ahí, subí mi trabajo a LinkedIn, lo que me permitió conocer tanto a mis clientes como a mis compañeros”, agrega. Su relato es eufórico y pasional: el movimiento de las manos en el aire y la sonrisa de oreja a oreja muestran cuánto ama su tarea y lo orgullosa que está de ella. En el medio de la conversación, el café queda olvidado y a medio tomar.

“Curtidos”

La iniciativa de Tatiana terminó por arrastrar a su marido. Rodrigo es abogado y durante un tiempo trabajó en el sector público hasta que un día renunció para dedicarse por completo a la administración de Sich Design. Hoy ambos desarrollan el emprendimiento desde su hogar croata. Si bien no conocen a gran parte de sus “coworkers”, aprendieron a vincularse comercial y laboralmente sin fronteras. “Nos contacta gente desde Bulgaria, Australia, New York, Singapur, los Países Bajos y muchos otros lugares del mundo. Es todo vía Zoom”, refiere la diseñadora. Por supuesto que esta emprendedora sigue arraigada a sus raíces e intenta sumar a argentinos a su empresa. Y, de hecho, durante su estadía corta en Tucumán, no sólo visitó a familiares y amigos, sino que también intentó dar unas clases, aunque al final no lo consiguió. “De los argentinos destaco la responsabilidad, la versatilidad, y la capacidad para sortear obstáculos y resolver problemas. Creo que, al haber pasado por las mil y una, estamos curtidos”, comenta con humor.

Tatiana Susich y Rodrigo Morales. Foto: Guillermina Choua Tatiana Susich y Rodrigo Morales. Foto: Guillermina Choua

A los jóvenes que están buscando trabajo en el exterior de forma remota les recomienda “no emborracharse en el primer boliche”: “el mercado internacional es muy grande y, si te quiso uno, te querrán otros. Los empleadores extranjeros son conscientes de la calidad de la mano de obra argentina y de su situación económica por lo que se aprovechan de ello. Es necesario no aceptar ingenuamente cualquier oferta, sino más bien aprender a negociar para no salir en desventaja”. Según su criterio, aquellos que busquen trabajo deben conocer bien al empleador y no aceptar por impulso: “es necesario que ‘te vendas bien’ y que cumplas. A las empresas serias no les gusta que les hagan perder el tiempo porque no les tiembla el pulso en despedirte. La confianza mutua es todo”.

Así como también afirma que no hay que conformarse con un sueldo deficiente por el simple hecho de ser argentinos que ganan en dólares, también recomienda no aferrarse únicamente al sueldo. “Es normal no ganar un dineral de entrada. Generalmente, al principio sólo te contratan para conocer tu potencial y, sobre la base de eso, tu sueldo va subiendo. No esperes tanto al principio, tené en cuenta que saben que están contratando gente inexperta. Amoldate, siempre y cuando no sea abusivo”, aconseja. Tatiana por su parte está segura de que la modalidad remota y digital es su presente y su futuro: “la verdad es que me fascina lo que hago y no tengo dudas de que seguiré creciendo. Me gusta mucho trabajar online y no lo haría de otra manera”.

La receta de Sich Design

  1. Ofrecer servicios de diseño industrial a clientes de cualquier parte del mundo.
  2. Utilizar la plataforma LinkedIn como punto de encuentro con potenciales clientes y colaboradores.
  3. Generar equipos de trabajo remoto donde haya diversidad de perfiles y de culturas.
  4. Trabajar con fábricas que puedan satisfacer los estándares de calidad requeridos.
  5. Garantizar diseños sustentables.

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