Sin lucir un gran nivel de juego, San Martín ganó y se trepó a la cima de la zona "A"

Con gol de cabeza de Nahuel Banegas, el "santo" venció 1-0 a Chaco For Ever. Ahora comparte la cima con Quilmes, ambos con 16 unidades.

DIRECTO A LA RED. El cabezazo de Nahuel Banegas logró romper el marcador y permitió a San Martín llevarse tres puntos fundamentales. DIRECTO A LA RED. El cabezazo de Nahuel Banegas logró romper el marcador y permitió a San Martín llevarse tres puntos fundamentales. DIEGO ÁRAOZ/LA GACETA

¡Bendita cabeza de Nahuel Banegas! Sí, la pelota parada es uno de los recursos más preciados del fútbol. Capitalizarlo es una de las tareas más complicadas para cualquier entrenador. Claro, dirigir un laboratorio a la perfección es una tarea sumamente difícil para lograr destrabar cualquier partido; y más en un deporte como el fútbol en el que parece que todo está inventado. Sin embargo, San Martín goza de este recurso y, al igual que pasó frente a Gimnasia de Jujuy, la cabeza del “3” fue el motivo por el que los dirigidos por Diego Flores vencieron por 1 a 0 a Chaco For Ever.

El triunfo no es solamente necesario para alcanzar la punta -San Martín comparte la cima con Quilmes, ambos con 16 puntos-, sino que fue de esos resultados que un equipo necesita para reponerse después de un traspié en el campeonato. Ese fue el caso del “santo”, que llegaba del duro “palo” con Chacarita y necesitaba dar una muestra de carácter en La Ciudadela; frente a su gente. Y logró hacerlo en un momento clave.

Claro, el “santo” no jugó un gran partido. Al contrario, volvió a caer en errores que parecen no tener corrección. Falta de explosividad y nula profundidad fueron los causantes por los que desperdició un cuarto de partido sin generar ninguna ocasión; un defecto que sigue presente en el equipo. Juan Cuevas, Junior Arias y Lautaro Fedele tardaron en ponerse en partido. Tal fue así que, a los 25’, llegó el primer remate del “10” que pasó por arriba del travesaño de Gastón Canuto.

Pase al central, luego al lateral y de nuevo al centro. Así fue el control de la pelota; un fútbol lateralizado, sin generar peligro ni tomando riesgos. Un estilo que le sentó a la perfección a los dirigidos por Diego Osella, que agazapados y con una que otra corrida de Jonathan Dellarossa lograba preocupar. Un déficit que, en gran parte de la primera mitad, no pudo ser subsanado por el esquema adelantado que Flores había planteado.

La agresividad y el empuje aparecieron en el complemento. Sí, la cuota de hidalguía y esfuerzo estaba presente, aunque todavía seguía sin dañar a los centrales chaqueños. Así, San Martín se instaló en el campo contrario, aunque sin romper el muro “albinegro”, que parecía sentirse cómodo con el punto.

Así, la victoria frente a Chaco For Ever pareció un espejismo de lo vivido en la primera fecha con el “lobo” jujeño. Un duelo sucio, trabado y sin ideas para ambos lados en el que la cabeza de Banegas fue la clave para quedarse con los tres puntos. Y, ahora, el “3” volvió a aprovechar la única jugada de peligro de todo el partido. Sí, la única que puso en aprietos a Canuto que se quedó sin respuestas ante el frentazo del “3”. Un tanto que desató la euforia de un equipo que, por momentos, parecía estar contra las cuerdas.

La prueba fue superada. San Martín ganó. Por poco, pero lo hizo. Todavía existen varios puntos para corregir, pero estas victorias son las que marcan la diferencia en el final. Sin embargo, ganar siempre es bienvenido y más haciendo pesar la localía. La reflexión del partido quedará para trabajar en la semana.

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