Cartas de lectores: el Parque Las Heras y María Elena Walsh

Cartas de lectores: el Parque Las Heras y María Elena Walsh
13 Abril 2024

El Parque Las Heras es un emblemático espacio verde de Buenos Aires ubicado en el Barrio de Palermo, inmerso entre los rascacielos, que en el año 2007 fue declarado sitio histórico de la ciudad por la legislatura porteña. Área de 12 arboladas hectáreas delimitada por las avenidas Las Heras y Coronel Díaz y las calles Juncal y Salguero a la que, si uno viaja de Tucumán a la CABA, merece con creces ser conocida: una bella y suave barranca que antes de ser urbanizada era “el bajo” hacia el Río de La Plata. Es que este lugar es también histórico, pues desde fines del 1800 hasta 1962, fue el asiento de la gran Penitenciaría Nacional. Allí donde dentro de sus muros se registraron algunos hechos dramáticos del siglo XX, como las ejecuciones del anarquista Severino Di Giovanni en 1931 y la del Gral. Juan José Valle en 1956. Posteriormente fue transformado este predio en un parque en el corazón mismo de la ciudad y esto incluyó también a la Escuela de Lenguas Vivas, a la Iglesia Nuestra Señora de Loreto y a la Escuelita de Fútbol del señor Claudio Marangoni, un pionero en este rubro en el país. En el año 2008, tres años antes de su fallecimiento, María Elena Walsh, gran poetiza argentina, novelista, cantante y compositora de obras para niños, le dedicó su último libro a manera de homenaje y lo tituló: “Fantasmas en el Parque” y el mismo, mezcla de ficción y autobiografía alude magníficamente a personas que conoció, lugares de este oasis verde que frecuentó, e interesantes anécdotas y sucesos relacionados que evocó mientras paseaba por allí, pluma de por medio: una brillante construcción. Viví en Buenos Aires entre los años 1983 y 2000 y fui médico del Instituto de Cardiología que está situado en frente mismo del Parque en Av. Coronel Díaz 2.423: la Fundación Hermenegilda Pombo de Rodríguez de la Academia Nacional de Medicina, hoy a cargo de Cemic, y asimismo habité un departamento a pocas cuadras de allí. Llevaba a mi hijo a la escuelita de fútbol y asistía frecuentemente a la Iglesia Ntra. Sra. de Loreto. Todo ello hizo que, casi a diario, transitara sus senderos bajo los frondosos árboles y sus altas palmeras que siguen en pie, y que se supone pertenecieron antaño al establecimiento carcelario. En definitiva, llevo dentro mío el mejor de los recuerdos para esos años que frecuenté y me sentí estrechamente ligado a este bello parque y la creación de María Elena Walsh confieso que logró impactarme y transportarme lo suficiente tal que lo leí y releí con detenimiento y lo guardé como debía, es decir, como a uno de los mayores tesoros de mi biblioteca: un verdadero deleite para los que nos apasiona leer buenos libros: “Fantasmas en el Parque”. O simplemente... María Elena Walsh y su Parque Las Heras.

Juan L. Marcotullio                                                                     

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