Martín Cirio, inocente: el streamer cuenta su verdad

El comediante narra su experiencia de cancelación a partir de una denuncia falsa.

Martín Cirio, inocente: el streamer cuenta su verdad
16 Abril 2024

“Voy a hacer una cronología del peor momento que me tocó pasar en la vida: ser víctima de una acusación aberrante que me destruyó como persona y que también destruyó la carrera que venía haciendo”, anuncia el streamer y comediante Martín Cirio en su documental disponible en YouTube. Fue dos días después de que se conociera el fallo que lo declaró inocente.

Hacia mediados de 2020, Cirio vivía su momento de estrellato: transitaba por el pico de su carrera, llenaba teatros con “farafans” (el nombre de su fandom) desesperados por verlo y estaba rodeado de amigos famosos. Eso cambió de la noche a la mañana. Se habían viralizado una serie de tuits de 2011 en los que bromeaba con la pedofilia. “Cuando explotó todo esto, recuerdo que salieron un montón de portales hablando barbaridades de mí. Directamente sentenciaron que era un pedófilo”, dice el streamer.

Cirio se caracteriza por crear personajes de ficción: el más famoso es “La Faraona”, pero antes había hecho a “Lía” y a “Sandy”. “Sin justificarme, ustedes saben que hago humor negro, pero lo que digo es según el personaje que esté interpretando. ¡Hasta hago humor con el fallecimiento de mi padre, que murió desangrado en el baño de mi casa y yo lo vi!”, refiere.

Cirio relata que era tanta la angustia que le generaban las acusaciones que llegó a evitar aquel lugar que había sido su plataforma de despegue: las redes sociales. “Recibí la denuncia el mismo día que sucedió todo por parte de una mujer, víctima de abuso, que estaba ‘ofendida’ por los dichos”, relata. El streamer duda de la autenticidad de esa acción: “esta mujer no demoró ni una hora… Mi suposición es que había alguien más detrás”. La segunda denuncia que recibió fue de parte de Alejandra Muchart, entonces presidenta del Partido Demócrata Cristiano (PDC).

“Un día antes de mi cancelación estaba festejando que había cerrado un contrato con una discográfica por tres canciones. A la mañana siguiente me transformé en kryptonita: los amigos me dejaron de lado, las marcas me quitaron los canjes y perdí el respeto de mis seguidores. De una hora a la otra, perdí todo lo que me llevó años construir”, cuenta Cirio. Así apareció la horda de trolls de Twitter que caratulaba como “cómplices de pedófilos” a quien defendía al comediante. Los haters se encargaron de editar tuits y videos viejos, y mantuvieron vigente el hashtag #MartinCirioPedófilo durante 10 días. “No vi que se lo hicieran a ningún famoso o político antes que a mí”, subraya Cirio.

Una mano en la caída

En ese precipicio que no acababa nunca, llegó una mano para Cirio de parte de Sebastián Eleuteriu, creador de contenido en Instagram, quien puso en tela de juicio las acusaciones mediante la publicación de los videos completos que habían sido editados para dar base a la denuncia.

La experiencia le dejó aprendizajes valiosos. El streamer conoció, por ejemplo, el rostro agrio de los influencers: “son los amigos del campeón. Nunca van a estar cerca de alguien porque simplemente les nazca, sino por lo que pueden sacarles a cambio: invitaciones a boliches, trabajos, seguidores, lo que fuere. Y en el momento que ya no les servís más, te desechan”.

El acoso no sólo debilitó la reputación del comediante, sino también su salud mental. Al respecto afirma que se volvió “fóbico social”. Y, según confiesa, tuvo ideaciones suicidas. Pero no podía escaparse. En un pequeño lugar de la Patagonia, Cirio fue atacado por tres jóvenes que lo habían reconocido en la calle. Los chicos lo empujaron hasta que lo tiraron al piso y se retiraron a las carcajadas.

Cirio no se guardó nada. Por ejemplo, enumera a aquellos que le soltaron la mano: Rocío Guirao Díaz, Eugenia “La China” Suarez, Lizardo Ponce, muchos traperos -que prefirió no nombrar-, Nazarena Vélez y María Virginia “La Señorita” Bimbo. Y agradece a quienes sí lo apoyaron: Julieta Banana, Ale Marín, Bel Boso, Santi Maratea, Chano, Genoveva Ten Ailón, Nati Jota, Yanina Latorre, Evangelina Anderson y Agustín Pichot.

“Toda esta situación traumática me hizo reflexionar sobre mi forma de ser -sostiene-. Aprendí a dejar la soberbia, a desconfiar de la gente y a elegir bien a quién quiero a mi lado. Hoy te quieren y mañana no. También me di cuenta de que juzgar sin saber es una cagada. Cuando estás muy arriba de la ola no podés ver con claridad. Esperá antes de hablar”. (Producción periodística: Guillermina Choua)

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