Por Lucía Lozano
21 Abril 2024
Los espirales y repelentes no alcanzan. Las fumigaciones tienen cada vez menos efecto sobre los mosquitos. El frío tampoco los frena como antes. Poseen una capacidad de adaptación que sorprende. Mientras la población de Aedes aegypti, el insecto transmisor del dengue, crece en forma alarmante, tener opciones para controlarlos se ha convertido en un dolor de cabeza para las autoridades.
En Tucumán, el dengue en una de las principales amenazas para la salud. En lo que va del año ya se registraron oficialmente más de 30.000 casos y nueve muertes. El pronóstico de los expertos no es para nada alentador: vamos a tener este virus circulando todos años. Por eso, buscan sumar herramientas que combatan el mosquito. La próxima batalla a la que apuestan, según adelantaron, es la crianza de machos estériles, a fin de evitar que el mosquito se reproduzca y así reducir la población de estos insectos.
Se trata de un plan de control biológico del dengue, que quieren poner en marcha este año. La Técnica del Insecto Estéril (TIE), que ya es utilizada en el combate de una plaga agrícola, podría desarrollarse sin ningún problema en nuestra provincia, según aseguraron los investigadores que la llevan adelante en nuestro país.
Recientemente, el ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, mantuvo un encuentro multidisciplinario con representantes del Conicet, de la Fundación Miguel Lillo y, de manera virtual, con investigadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), quienes están realizando un proyecto a nivel nacional.
De qué se trata
¿De qué se trata la Técnica del Insecto Estéril? El experimento consiste en criar mosquitos (a partir de una de cepa de Aedes) en un laboratorio de manera masiva. Luego de separar los machos de las hembras, a estos se los esteriliza con radiación gamma. Finalmente, se los libera para que compitan con sus pares silvestres y puedan aparearse con las hembras de su especie.
Augusto Bellomio, director del Centro Científico Tecnológico Conicet NOA SUR, explicó que los mosquitos macho estériles copulan con las hembras pero no dejan descendencia, y de esa manera se lograría un impacto en la cantidad de Aedes aegypti.
“Queremos empezar a realizar estudios experimentales en Tucumán. La idea es aplicar esta técnica de forma masiva en primavera de este año, para luego evaluar si es o no algo efectivo”, explicó.
Esta evaluación se podría hacer a partir de los monitoreos de poblaciones de Aedes que realizan en forma permanente los entomólogos del Instituto Miguel Lillo. Según dijo, los investigadores están dispuestos aplicar la estrategia en Tucumán. Antes hay que estudiar bien los sitios donde se van a liberar los insectos esterilizados para establecer, por ejemplo, la cantidad correcta de mosquitos a liberar. “Hay que ponerlo a punto al proyecto; en eso estamos”, puntualizó.
“El proyecto provocaría una franca disminución en la población de Aedes. Esto ayudaría fundamentalmente en la prevención, teniendo en cuenta el cambio climático en la región que amenaza con futuros brotes epidémicos”, señaló el ministro. Detalló que para la esterilización de mosquitos hay dos tipos de estrategias que se utilizan en distintas partes del mundo: una es a través de la irradiación y la otra es mediante una bacteria que se inocula en los huevos y que luego se transmite al mosquito adulto.
El impacto
Con cada liberación de insectos estériles, se calcula que se reduce un 10% la población de los mosquitos salvajes aproximadamente.
Uno de los puntos fundamentales de esta técnica, según explica Bellomío, es que los Aedes estériles estén en buenas condiciones para poder competir con los mosquitos silvestres. Para ello, los investigadores tuvieron que estudiar cuál es el mejor momento para irradiar al insecto y cuál es la dosis de irradiación que no afecta su vuelo y su capacidad de sobrevida.
En Ezeiza, que es lugar donde se encuentra la Planta de Irradiación Semi Industrial (PISI), los especialistas hicieron los primeros ensayos y liberaron Aedes intervenidos. Antes, los marcaron con un polvo fluorescente. Luego, se los volvió a capturar y se evaluó la capacidad de vuelo y su supervivencia en el campo. El estudio indica, en principio, que las cualidades de los Aedes esterilizados son similares a las de los machos salvajes.
En otras partes del mundo donde se utilizan técnicas de esterilización de mosquitos, las experiencias dieron buenos resultados, explicó Bellomío.
Resistencia
La licenciada Carolina Chiappini, bióloga y epidemióloga de la Dirección de Salud Ambiental, comentó que en base a estudios que muestran la resistencia del Aedes a distintos insecticidas, es necesario buscar nuevas estrategias. De hecho una reciente investigación mostró que en el norte argentino, por el mal uso de los químicos, cada vez hay más mosquitos con mutaciones genéticas que les permiten sobrevivir a las fumigaciones.
“La idea es analizar otras técnicas con el objetivo de conocer si hay viabilidad para otro tipo de trabajos que no sean solamente con las sustancias químicas habituales que se usan”, explicó Chiappini.
De todas formas, los especialistas recalcaron que la técnica de la esterilización no reemplaza otras medidas fundamentales de prevención, sino que es complementaria y puede formar parte de un plan integral de lucha contra el mosquito. Sigue siendo indispensable que toda la sociedad descarte los recientes en desuso que puedan acumular agua y mantener boca abajo los cacharros que no se usen.
También destacaron que la técnica del insecto estéril no es nueva. Se la usa desde hace tres décadas para controlar plagas agropecuarias. Específicamente, se aplica para combatir la mosca de los frutos y ha dado muy buenos resultados.
A nivel internacional existen otras acciones y técnicas para controlar los brotes de dengue, como ocurre con el método biológico que promueve Bill Gates, a través del programa World Mosquito Program (WMP). Se trata de Wolbachia, una bacteria presente en la mayoría de los insectos, que se introduce en el Aedes aegypti para atacar al virus del dengue y de otras enfermedades, que ha reportado resultados positivos en varios países, sobre todo en Colombia y Brasil en los últimos tiempos.
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