El certero Lucero y el eléctrico Pikachu complicaron los planes de Boca en la Copa Sudamericana

El "xeneize" cayó 4-2 frente a Fortaleza en un duelo clave para la clasificación. Ahora, se ubica a cinco punto del líder brasileño.

FIGURA. Pikachu marcó un doblete frente a Boca. FIGURA. Pikachu marcó un doblete frente a Boca. Foto: AFP.

Las balas de Miguel Merentiel no fueron suficiente para sostener a Boca en Brasil. La contundencia de Juan Martín Lucero y la electricidad de Yago Pikachu fueron los condimentos suficientes para hacer vivir una pesadilla al “xeneize”. Como si lo realizado en el superclásico se habría quedado en una mera utopía, Fortaleza le terminó de dar final al efímero momento de alegría.

La dureza del “palo” no se restringe a la goleada. Sí, los brasileños desarticularon a la defensa de Boca y superaron al equipo de La Ribera en todos los sectores de la cancha. Mayor velocidad, gran precisión y solvencia defensiva fueron los factores que inclinaron la balanza a favor del local. Sin embargo, la derrota complica por completó los planes de clasificación del "xeneize", que quedó a cinco puntos de Fortaleza. Pero... ¿en qué falló Diego Martínez para perder en un duelo clave?

Pese a que Boca intentó imponer su estilo de juego, Fortaleza fue el primero en golpear. El tempranero gol de Lucero complicó los planes del “auriazul”, que de manera precipitada tuvo que salir a buscar el empate.

Sin el uruguayo Edinson Cavani en el ataque -sufrió una molestia tras el superclásico y fue preservado para las semifinales de la Copa de la Liga-, el “xeneize” quedó a merced de la precisión de Merentiel. La “Bestia” logró el empate transitorio al utilizar una fórmula ya conocida (y explotada al máximo) por el Boca de Martínez: centro al medio de Jabes Saralegui y aparición sorpresa del uruguayo. Así, logró una pequeña resurrección que duró hasta el final del primer tiempo.

La llama de la ilusión fue apagada en el complemento. Con empuje y velocidad, Fortaleza salió convencido a hacer pesar la localía y lo hizo con creces. Puso contra las cuerdas a Boca y, con un cabezazo certero de Lucero empezó a sentenciar la historia. Claro, el tanto fue la “trompada” que dejó groggy al “xeneize”, que por unos minutos se quedó fuera de partido.

Haciendo honor al personaje ficticio de la serie Pokemón, Pikachu terminó de electrificar a Boca. Sí, el extremo fue el gran protagonista de la noche brasileña. Exprimió al máximo su velocidad y derribó, por tercera vez, la valla de Sergio Romero, que tuvo una noche para el olvido.

Pero, el hambre de gol de Pikachu no acabó allí. Siete minutos más tarde, lanzó el segundo “impactrueno” que terminó de knockear a Boca. Tras un centro de Imanol Machuca, el extremo puso el pecho y se llevó el premio mayor. 4-1, y la historia estaba sentenciada a 27 minutos del final.

La necesidad de Boca hizo que Martínez reaccione y ponga toda la carne en el asador para buscar el “milagro”. El DT había dejado en el banco a varios titulares con el objetivo de repartir cargas en vistas al duelo frente  Estudiantes. Pero, en medio de la desesperación, decidió retocar el equipo e hizo ingresar a Luis Advíncula, Kevin Zenón y Norberto Briasco, con la misión de cambiar la historia.

La vocación ofensiva de Boca no faltó y tuvo un premio consuelo. Con un zapatazo de afuera del área, el ex Unión venció la valla del arquero Joao Ricardo y logró maquillar el marcador. Aunque la algarabía del gol se quedó en una mera ilusión que no pudo ser revertida.

Tal fue así que, en búsqueda de otro tanto que lo acerque en el marcado, Boca terminó siendo un equipo desordenado por lo que se expuso a las subidas de los delanteros brasileños. En más de una ocasión, Pikachu tuvo opciones para firmar su hat-trick. Aunque los reflejos de “Chiquito”, sumado a las intervenciones de Cristian Lema y Nicolás Figal, terminaron de desactivar las embestidas de Fortaleza.

Boca no tuvo la nafta suficiente para sostener el buen nivel. La doble competencia le pasó factura y, al depender de resultados ajenos, el sueño de la Sudamericana se ve cada vez más lejos.

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