Por Luis María Ruiz
29 Abril 2024
FOTO LA GACETA/INÉS QUINTEROS ORIO
El sistema de carriles exclusivos para colectivos hizo su debut formal en la ciudad, entre controles, multas y vehículos llevados al corralón. Pero el Plan Integral de Movilidad Urbana (PIMU) lanzado por el municipio no se agotará en las líneas amarillas y las tachas divisorias.
La intendenta, Rossana Chahla, anticipó que, si bien algunos sectores pueden eventualmente no contar con la presencia de un inspector, de todos modos se podrá aplicar una sanción a través de las cámaras del Centro de Operaciones y Monitoreo Municipal (COMM). “Estamos viendo las 24 horas quién está estacionando (en los carriles exclusivos). Y estamos viendo la patente. Y se va a disparar la multa directa, con fotos, al Tribunal de Faltas”, señaló la jefa del Ejecutivo municipal en la exposición por los 180 días de gestión.
Además, anunció que ya definió el monto de las penalizaciones para los infractores. “Serán $50.000 la primera vez, $100.000 la segunda y $150.000 la tercera”, expresó.
Adelantó luego que, junto a su equipo, están trabajando en la implementación del sistema de score, previsto en la normativa nacional para la asignación y descuento de puntos a los conductores sobre la base de las faltas de tránsito. “Nos tenemos que ordenar de una vez por todas. Y necesitamos que nos ayuden los vecinos”, señaló Chahla.
Del aviso a la grúa
Los anuncios de la intendenta coincidieron con la puesta en funcionamiento oficial de los carriles exclusivos para ómnibus.
El secretario de Movilidad Urbana, Benjamín Nieva, explicó a LA GACETA que más de 100 agentes de distintas reparticiones municipales comenzaron a las 5 con los controles, que contaron con el apoyo del Centro de Monitoreo.
“Ya pasó la primera etapa, en la que enseñamos al ciudadano de qué se trataba este sistema y cuáles eran las calles intervenidas para los carriles exclusivos. Ya rige el cumplimiento obligatorio de estas medidas”, remarcó el funcionario.
Según detalló, a las pocas horas de implementarse la nueva modalidad se intervino ante diferentes faltas. Así, se labraron actas de infracción en los casos en los que no se respetó la línea divisoria del tránsito, por ejemplo. Pero hubo casos en los que debieron intervenir con la grúa. “En los puntos donde hay carriles exclusivos, se procedió al secuestro (de los vehículos que fueron dejados estacionados), y se los llevó al corralón municipal”, describió el secretario de Movilidad Urbana.
Giro a la derecha
En esta etapa del PIMU, los carriles exclusivos se encuentran operativos en el cuadrante conformado por calles Santiago del Estero, Salta-Jujuy, General Paz y Las Heras-Monteagudo. A estas arterias se suman las avenidas Avellaneda-Sáenz Peña y un sector de la Mate de Luna. De todos modos, Nieva aclaró que “para simplificar, donde vean carriles exclusivos, los conductores que respetarlos”.
Durante estas jornadas, y en especial por la mañana, los agentes municipales están abocados a tratar de que los conductores mantengan despejado el sector para los colectivos (con las excepciones previstas, como el rápido ascenso y descenso de pasajeros de taxis).
Una de las novedades que más dolores de cabeza generó fue la prohibición de giro a la derecha en calle Santiago, en los cruces con Muñecas y con Junín (ambos con sentido sur-norte). “Se intervino en más de 170 cuadras (entre calles y avenidas); si sólo en dos intersecciones se impide el giro a la derecha, pedimos el acompañamiento de los conductores y que cumplan con la medida, para que pueda funcionar como está prevista la frecuencia de los ómnibus”, aseveró Nieva.
LA GACETA efectuó un relevamiento en el cruce de Santiago y Junín. Aprovechando que el inspector se había ubicado a mitad de cuadra, en sólo 10 minutos (de 13 a 13.10), un total de 21 conductores efectuó el giro en cuestión (seis autos particulares, dos taxis, siete motos, dos camionetas, dos combis y una bicicleta). Un atenuante a favor de los infractores: resta que el municipio instale la señalética que advierte sobre la imposibilidad de virar a la derecha en esas arterias. De todos modos, muchos de ellos invadieron el sector claramente demarcado para los ómnibus, e inclusive pasaron por encima de las tachas divisorias instaladas para delimitar el carril exclusivo.
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