Cómo coordinarían tucumanos y cordobeses para cometer sus atracos

Investigan la conexión entre tres acusados de un robo con inhibidores de alarmas y un tucumano que les proveería instrumental y logísticamente.

LOS VIDEOS. En rojo y en celeste se marca la posición en la que estaba el Peugeot sospechoso. Capturas de video LOS VIDEOS. En rojo y en celeste se marca la posición en la que estaba el Peugeot sospechoso. Capturas de video

¿Una articulación que se repite en distintos rubros delictivos? El 20 de abril un hombre sufrió el robo de $ 3,7 millones que tenía guardados en el baúl de su auto. El lunes a la noche la Policía arrestó a tres sospechosos y constató que se trataba de cordobeses que habrían actuado en sincronía con un grupo de tucumanos que les proporcionarían recursos logísticos: alojamiento, vehículos y sobre todo: información. En este caso se investiga a una posible organización dedicada al robo con inhibidores de alarmas, pero hay antecedentes de golpes planificados y ejecutados por bandas de otras provincias que intercambian datos entre ellas. El último y más conocido fue el caso de Miguel “Gata” Lizárraga, condenado a 18 años de prisión por liderar a una asociación ilícita en la que algunos de sus miembros venían desde Córdoba para realizar “escruches” en nuestra provincia.

Un hombre denunció que el 20 de abril, luego de retirar de una oficina de cobranza $ 3,7 millones, se dirigió en su Toyota Corolla a un shopping de Yerba Buena donde iba a reunirse con su familia para almorzar. El hombre explicó que dejó el dinero en una mochila, dentro del baúl del auto. Cuando regresó descubrió que su auto había sido abierto con inhibidores de alarma y que el bolso había sido robado.

Se abrió una investigación al mando del fiscal Carlos Picón, de la Unidad de Robos y Hurtos III, y de la Brigada al mando de los comisarios Enzo Leal, Diego Bernachi y Miguel Carabajal. Al observar las cámaras de seguridad del predio, los investigadores notaron que un Peugeot 408 rojo se había detenido cerca del auto de la víctima y que uno de sus ocupantes, aparentemente sin ejercer ningún tipo de violencia, sustrajo la mochila con el efectivo. Días después motoristas observaron el mismo vehículo circulando por avenida Perón, por lo que comenzó un operativo que interceptó al auto en la esquina de esa avenida y Lobo de la Vega. Allí detuvieron a los sospechosos y les incautaron $ 400.000 y tres supuestos inhibidores. Los detenidos fueron identificados como Martín Manuel Villarreal (38 años), Matías Alejandro Barrionuevo (35 años) y Nicolás Emanuel Altamirano (32 años), todos domiciliados en la ciudad de Córdoba.

En una audiencia que se realizó ayer, el fiscal Picón y su auxiliar Pablo D’ Andrea formularon cargos contra los tres cordobeses por el delito de robo agravado en poblado y en banda. Además solicitaron la prisión preventiva por cuatro meses para los imputados. El juez Lucas Taboada finalmente dio lugar al planteo y ordenó la preventiva, pero por dos meses.

Conexión tucumana

“Vamos a disponer de todos los recursos para que los delincuentes de otras tierras no puedan volver más a la provincia, pero también para exponer y detener a los tucumanos que los alojan, los proveen de casas y vehículos en Tucumán y los orientan con datos e información”, subrayó el director de Investigaciones Miguel Carabajal en entrevista con LA GACETA. El comisario consideró que se trataría de una banda cordobesa distinta a la que se dedicaba a los “escruches”, pero aclaró que sería igual de numerosa. “Son bandas nómades, van de provincia en provincia realizando robos”, sostuvo.

Varios sospechosos de integrar esas bandas tienen pedidos de captura en varios distritos del país, incluyendo a tucumanos, por eso la Policía está tras los pasos de un sospechoso que ya estuvo preso por el robo de una camioneta con la misma metodología y que sería quien habría traído y recibido a Villarreal, Barrionuevo y Altamirano.

Hace unos años -incluso- fue noticia una banda de tucumanos que, durante la temporada alta de enero, abría vehículos y robaba las pertenencias de los bañistas en Mar del Plata. La sincronización entre las bandas sería la misma pero con grupos delictivos de “La Feliz”.

Asociación ilícita

El caso de “La Gata” Lizárraga fue el más reciente y quizás el más emblemático por las penas que recibieron los implicados. Según la investigación que realizaron los fiscales Diego López Ávila y Pedro Gallo, Lizárraga (tucumano que se había radicado en Córdoba) era el jefe de una asociación ilícita integrada por cordobeses y tucumanos. La teoría afirmaba que miembros del clan Caro les proporcionaban información a los cordobeses que, incluso en los tiempos de las restricciones por la pandemia, viajaban a Tucumán y desvalijaban casas y joyerías mientras los propietarios no estaban.

Las causas por los diferentes hechos, que causaron perjuicios millonarios, se unificaron y López Ávila sostuvo en un juicio oral la acusación por asociación ilícita. Finalmente el Tribunal integrado por los jueces Bernardo L’Erario Babot, Fanny Siriani y Eliana Gómez Moreira resolvió condenar a “La Gata” a 18 años de prisión, a su hijastro, Juan de Dios López, a 16 años, a Luis Ricardo Carreras a 17 años (se le unificó una pena), a Cristian Nicolás Caro a cinco años y seis meses, y a Néstor Fabián “Tuta” Lizárraga a ocho años. Walter Ernesto “Kuki” Caro fue absuelto.

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