Comedores de Tucumán sufren por la crisis: "Para el que no tiene nada, todo es una ayuda"

Unas 700.000 personas reciben asistencia alimentaria del Gobierno provincial. Merenderos, entre cupos para vecinos y el cierre definitivo.

EN EL COMEDOR. Niños y adolescentes acceden a la merienda. Foto Gentileza Movimiento Argentino Rebelde EN EL COMEDOR. Niños y adolescentes acceden a la merienda. Foto Gentileza Movimiento Argentino Rebelde

La crítica situación económica que atraviesa el país y el impacto del ajuste en las áreas sociales no sólo llevaron al crecimiento en la demanda de asistencia en comedores y merenderos de Tucumán. En este tiempo también hubo centros comunitarios que cerraron sus puertas por la imposibilidad de sostener la ayuda a personas en estado de vulnerabilidad.

Según datos aportados por el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Federico Masso, en la Casa de Gobierno esperan que la Nación comience a regularizar el envío de fondos para brindar asistencia alimentaria diaria a unos 700.000 tucumanos, dado que la gestión de Javier Milei no envía la contraparte desde fines del año pasado.

“Hasta acá, toda la inversión es provincial”, aseguró el referente de Libres del Sur. Y aclaró que la documentación correspondiente fue remitida a la Casa Rosada, al punto de que el ministro del Interior, Guillermo Francos, ya fue informado sobre este problema. “Nos han prometido que hacia finales de mayo se van a regularizar todos los convenios que tenemos”, sostuvo.

El detalle de la ayuda alimentaria que presta el Gobierno provincial alcanza a más de 370.000 alumnos, quienes concurren a comedores escolares; a su vez, unos 11.000 tucumanos acuden a las 104 cocinas comunitarias que funcionan como dispositivos del Ministerio de Desarrollo Social; y unas 120.000 familias acceden a los módulos alimentarios que remite la cartera a cargo de Masso.

La situación en los barrios

Yanina Domínguez, coordinadora de Por una Sonrisa Feliz, explicó que para el almuerzo de este martes atendieron a unas 270 personas en el comedor situado en El Manantial. “Estamos recibiendo mercadería y una ayuda económica para comprar lo que es fruta, carnes, queso”, detalló a LA GACETA.

Agregó que, además, cuentan con una lista de espera de unas 15 familias, algunas de ellas compuestas por hasta ocho miembros. “Nosotros damos almuerzo y merienda”, añadió. Y explicó que, hoy por hoy, son el único establecimiento de estas características de la zona. “Había otros, pero cerraron”, lamentó.

Domínguez apuntó que en los cinco años que lleva funcionando, Por una Sonrisa Feliz no contó con aportes de políticos, aunque sí funciona a través de la asistencia girada por el Gobierno provincial. Además, en el merendero realizan colectas (abrigos en época de frío, útiles escolares antes de las clases, juguetes para el día del niño) para colaborar con los vecinos más necesitados.

Cristina Selman da fe respecto a los merenderos que debieron cerrar las puertas en estos meses. La docente de 43 años explicó que los nueve comedores situados en distintas localidades (La Florida, Alberdi, Santa Ana y Las Cejas, entre otros) no están recibiendo mercadería, ni de Provincia ni de Nación. “Por eso no están funcionando, algunos hace un mes y medio”, expresó.

La dirigente barrial aclaró que el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia sí remite módulos alimentarios, a través de los cuales se asiste a unas 250 familias. “Aún así no llegamos a cubrir todos (los pedidos), que alcanzan unas 400 familias”, indicó.

Explicó que los módulos incluyen un paquete de fideos, puré de tomate, arroz, aceite, harina, azúcar, lentejas y yerba mate. “Para el que no tiene nada, todo es una ayuda”, dijo.

De todos modos, las 700 personas que concurrían a los merenderos y comedores se quedaron sin el sustento diario. “En muchos casos se trata de niños. Algunos de mis compañeros lograron sostenerlos un poco más de tiempo, poniendo de su bolsillo para hacer un mate cocido o una leche con tortillas. Pero eso fue hasta el mes pasado”, afirmó.

Selman expresó que a partir de octubre de 2023, dejaron de recibir recursos por parte del Gobierno nacional. De todos modos, la organización barrial se mantuvo en funciones. “Ahora estamos firmando un convenio con una escuela parroquial de La Florida para que los compañeros puedan capacitarse en diferentes oficios y puedan buscar una salida laboral, con un certificado avalado por el Ministerio de Educación”, remarcó.

EN BUSCA DE SALIDA LABORAL. Escuelas parroquiales firmaron un acta con el Movimiento Argentino Rebelde para la capacitación en oficios. Foto gentileza Cristina Selman EN BUSCA DE SALIDA LABORAL. Escuelas parroquiales firmaron un acta con el Movimiento Argentino Rebelde para la capacitación en oficios. Foto gentileza Cristina Selman

Jacqueline Pérez, en diálogo con LA GACETA, explicó que el merendero Conquistando Sonrisas, situado en la zona de Américo Vespucio al 4.000, dejó de asistir a los vecinos. “Ya se cerró”, lamentó.

Explicó que no recibían ayuda del Estado, aunque habían efectuado los trámites para hacerlo; de modo que sólo funcionaban a partir de la colaboración de vecinos. “Pero la situación llevó a que cada vez menos gente pueda ayudar”, sostuvo.

Unas 30 personas concurrían a diario, en especial, niños y niñas, aunque también había algunas madres que se quedaban a recibir la merienda. “Elaborábamos el pan, y algunas veces nos colaboraban con tortillas. Así, estuvo funcionando durante más de un año. Pero el azúcar está cara, también la leche”, enfatizó Pérez.

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