VIDEO. Andrés Malamud: “En la Argentina hay impunidad, y la gente está harta de eso”

El politólogo Malamud habló de corrupción, de impunidad, de un acuerdo tácito entre el Presidente y Cristina, y de la droga en el país.

PUERTAS AFUERA. El politólogo Andrés Malamud recibió a LA GACETA en la sede de Amauta, en Yerba Buena. LG PLAY PUERTAS AFUERA. El politólogo Andrés Malamud recibió a LA GACETA en la sede de Amauta, en Yerba Buena. LG PLAY
15 Mayo 2024

La Argentina no es, ni remotamente, el mejor país del mundo. Pero ni por asomo es el peor. De hecho, en no pocos indicadores se ubica por encima de muchas potencias, y de muchas naciones consideradas paraísos por muchos argentinos. Así lo destacó el politólogo Andrés Malamud, en una entrevista que concedió al periodista Federico van Mameren para un nuevo programa de Panorama Tucumano, la nave insignia de LA GACETA Play.

Malamud, que vive en Portugal, visitó Tucumán invitado por Amauta Inversiones Financieras para ofrecer conferencias. Según consideró, precisamente su residencia foránea le permite observar el país desde otra mirada. “Soy un adicto a la Argentina, es un consumo tóxico para mí; no pienso otra cosa. La distancia me da perspectiva; pierdo la vorágine y gano en amplitud. Y aunque los argentinos solemos mirarnos el ombligo para autodenigrarnos, para decir que somos peores que los otros, la Argentina no es un país tan diferente a los demás”, señaló. Admitió, sin embargo, que en una cuestión este país es el peor: la inflación. “Pero después, en muchísimas otras cosas, buenas y malas, no somos diferentes a los otros países”, dijo.

Entre varios ejemplos, mencionó el caso de Uruguay, una nación admirada por muchos argentinos. “Es un país estable; muchos empresarios argentinos viven ahí, porque es más tranquilo, porque pagan menos impuestos; pero un 18% de los uruguayos vive fuera de su país; hay una emigración masiva. En el caso de la Argentina, menos de un 3% de argentinos vive en el exterior”, indicó. Contó, además, que en universidades prestigiosas de Estados Unidos (EEUU) se hacen marchas en favor no ya de Palestina, sino de la organización Hamas. “Tres rectoras debieron dar explicaciones ante el Congreso, acerca de por qué permiten manifestaciones antisemitas; dos de estas renunciaron, y les destrozaron su carrera académica. En la Argentina pasan cosas desagradables, pero afuera no es un paraíso; el mundo la está pasando mal, no solo nosotros”, insistió.

Añadió que EEUU registra una tasa de homicidios de seis muertos por cada 100.000 habitantes, mientras que la de la Argentina, de cuatro por 100.000. “Un país desarrollado, súper rico mata más. En nuestro país sí hay mucho más robos; pero la sociedad es menos violenta que la de EEUU, que la de México, que la de Brasil; incluso, que la de Uruguay, que tiene mucho más homicidio que la Argentina”, dijo.

Precisó que no se trata de ponerse orgulloso; pero sí de entender que, en determinadas cuestiones, nuestro país está mucho menos mal que otros. “Yo viví un año en EEUU; y allí hacen simulacros de entradas de asesinos con ametralladoras a las escuelas. Es decir, los alumnos no deben salir, como cuando hay un incendio, sino meterse debajo de sus pupitres, y permanecer calladitos hasta que venga la Policía y mate al tipo que entró con una ametralladora. Aquí debemos tener cuidado, pero no es que vas afuera y estás bárbaro. En Israel y en Ucrania suena una alarma y debés bajar al búnker”, destacó.

Malamud repitió que la inflación sí es un mal que ubica a la Argentina al tope del ránking de los peores. “Ahí estamos mal; y peor aun con la pobreza. Sufriremos mucho, la gente lo pasará mal”, avizoró.

Luego, dio un diagnóstico del país. “Hasta 1930 anduvimos bien; y entonces nos rompimos políticamente con el golpe de Estado. Hasta entonces, la Constitución se respetaba, teníamos una economía próspera, producíamos recursos primarios y exportábamos a un mundo ávido de comer y de vestirse. Luego nos caemos”, afirmó. Pero destacó que esta caída no se debió a acciones propias del país. “El mundo cambia, se da una crisis financiera internacional; Gran Bretaña decide comprarle a los suyos. Emerge EEUU que produce lo mismo que nosotros. El mundo se torna hostil para la Argentina, y no supimos adaptarnos”, dijo.

Agregó que a partir de 1983 la política se arregló -“a los presidentes los sacamos con votos”-; pero no la economía. “Desde 1930 venimos boyando por el mundo buscando qué producir y a quién venderle. Pero el potencial está. La Argentina es el único país en desarrollo que vende tecnología a países desarrollados. Estamos mal, pero podemos estar bien, en un mundo que dé oportunidades. Y el mundo que viene es favorable para el país, si sabemos aprovecharlo”, señaló.

“Normalidad”

Para explicar la irrupción de Javier Milei y su llegada a la Casa Rosada, Malamud planteó un postulado polémico. “La corrupción en la Argentina es un problema grave, pero es normal. Hay corrupción en otros lados; es la norma. El canciller alemán Helmut Kohl tuvo que devolver € 2 millones que le habían dado ilegalmente para la campaña. Bettino Craxi, gran líder socialista italiano murió en el exilio, porque no podía volver a su país, por corrupto Jose Sócrates, primer ministro portugués, fue preso porque agarraron a su chofer con una valija con euros, yéndose por una frontera. Jair Bolsonaro no puede volver a presentarse en Brasil (Luiz Inácio) ‘Lula’ (da Silva) fue preso. Hay corrupción en todos lados; pero no hay impunidad: van presos, se exilian, devuelven la plata. En la Argentina hay impunidad; y la gente está harta de eso”, precisó Malamud.

Y apuntó, entonces, hacia el Poder Judicial. “Jueces, que por diferentes razones mantienen connivencia con la política. Suele decirse que en Comodoro Py hay un juez honesto; pero nadie lo puede identificar. Hay un pacto de la política para sostener estos jueces, que sostienen a los políticos que los nombran. Eso le permite a Milei proponer (para la Corte Suprema de Justicia de la Nación) uno de esos jueces (Ariel Lijo); pero para que este llegue al máximo tribunal precisa del apoyo de Cristina Fernández. Hay un acuerdo tácito entre Milei y Cristina. No digo que se pusieron de acuerdo; pero si este juez pasa se deberá a que lo habrán votado los dos (sectores); no hay otra manera para que sea juez de la Corte”, manifestó el politólogo.

En ese sentido, Malamud remarcó que el Presidente no está recorriendo el rumbo que había anunciado. “A lo mejor Milei no es miembro de la casta, pero está pactando con la casta, a todas luces y con todos los colores. Acepta la necesidad de rosquear y de negociar”, manifestó.

Incluso, relativizó los dos paros de la Confederación General del Trabajo (CGT) que sufrió. “¡Son parte de una farsa y de la negociación; los sindicalistas están chochos! Milei está retrocediendo en chancletas: no bajó impuestos, no dolarizó, no cerró el Banco Central”, señaló Malamud.

Subrayó que se está viviendo un ajuste brutal, y explicó por qué la gente lo tolera. “Entre el 60% y el 70% de la gente admite que la está pasando super mal; pero el mismo porcentaje dice que el futuro es mejor. Es ‘Menem 2’: estamos mal, pero vamos bien. La pregunta es cuánto tiempo se tolera. Los cacerolazos no voltean Gobiernos, los piquetes sí. ¿Cómo están contenidos? Mientras no se corte la distribución de comida y de droga el orden se mantiene. No se puede reducir al mismo tiempo corrupción, droga y violencia; tenés que optar”, dijo el politólogo.

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