En el corazón de la Liga Tucumana, un arquero de 33 años se erigió como el héroe que guió a San Fernando hacia la cima. Colaboró para que el "verde" pueda ascender a la Primera División del fútbol local y de paso dejar una marca imborrable en la historia del fútbol del interior de nuestra provincia. José Ferreyra, el protagonista de esta historia, es custodio de los tres palos San Fernando, fue uno de los puntos altos del equipo que consiguió una valiosa gesta durante el 2023.
"Mis inicios fueron en San Fernando. Ahí debuté en Primera y siempre jugué en el club", rememora con una sonrisa que ilumina su rostro curtido por años de esfuerzo y de dedicación. Pero su trayectoria va más allá de los campos de juego. El guardameta comparte su tiempo entre la pasión por el fútbol y su labor en el servicio penitenciario de Tucumán. "Sólo cuando no estaba de guardia podía entrenarme", le confiesa a LA GACETA, revelando el sacrificio constante que implica balancear dos mundos tan distintos; sobre todo debido a sus horarios rotativos (trabaja 24 horas seguidas y descansa 72) en la capital tucumana.
La travesía de San Fernando hacia la gloria estuvo marcada por desafíos significativos durante el último anual, y Ferreyra destaca la dificultad de enfrentarse a sus competidores con un plantel mucho más reducido. "Fue un torneo muy duro al tener un plantel muy corto, pero como todos los jugadores somos de la zona eso le dio un plus a la entrega; sabiendo que casi la mayoría juega por amor al club", reflexionó el arquero, resaltando la fortaleza de un equipo que contó con la esencia de su comunidad.
El punto de inflexión llegó en un partido clave. "Cuando le ganamos a Concepción en 'La Perla' sentimos que lo podíamos lograr", explica sobre el ascenso a la elite tucumana. Esa victoria trajo la confianza necesaria para impulsar a San Fernando a seguir luchando, partido tras partido, por el anhelado ascenso.
Sin embargo, el camino de Ferreyra no estuvo exento de obstáculos. "Por mi trabajo se me hizo difícil siempre llegar a otro club. A medida que pasan los años uno ya piensa en la familia y por eso me era imposible pensar en otros horizontes", confiesa con sinceridad. A pesar de los sacrificios, el destino lo favoreció y el ascenso se convirtió en una realidad. "Gracias a Dios se nos dio todo. Para mí, 2023 fue un año espléndido y agradezco a la familia que siempre aguanta todo. La verdad, siempre uno lucha para que el triunfo sea una alegría para ellos", concluye Ferreira, con la humildad de quien entiende que el éxito se comparte con aquellos que siempre estuvieron ahí, respaldando cada atajada y celebrando cada victoria.
Durante 2024 al "verde" no le alcanzaron los puntos para acceder a la segunda fase de la Copa Tucumán (participan equipos de Primera y el Ascenso), sin embargo todos los cañones apuntan para el segundo semestre cuando comience el Anual de la Liga Tucumana, San Fernando buscará volver a ser protagonista en Primera después de varios años de jugar en el ascenso. Claro; de la mano de Ferreira, el guardián de la victoria.