El presente y el futuro de “Mad Max” pasa por las mujeres

Anya Taylor-Joy protagoniza “Furiosa”, la quinta producción de la saga dirigida por George Miller, comouna joven secuestrada que quiere volver a casa.

PURA ACCIÓN. “Mad Max: Furiosa” tiene a Anya Taylor-Joy como protagonista para la continuidad de la saga. PURA ACCIÓN. “Mad Max: Furiosa” tiene a Anya Taylor-Joy como protagonista para la continuidad de la saga.

La nueva etapa de la saga Mad Max suma un nuevo capítulo con el esperado estreno de “Furiosa”, que hoy llega a los cines argentinos luego de su paso por el Festival de Cannes, en la continuidad de la historia de aventuras y acción centrada en personajes desesperados por sobrevivir en una sociedad posapocalíptica, donde los valores han quedado tan arrasados como las ciudades.

Si bien cada una de las películas ha significado un giro respecto de las anteriores, en especial en el diseño de los protagonistas y la construcción de sus relaciones, el fondo del guión no sufrió grandes cambios desde su primera entrega, en un ya lejano 1979 con Mel Gibson a la cabeza de un elenco que fue rotando de filme en filme (él siguió como eje dos años más tarde en “Mad Max 2” y en “Mad Max más allá de la cúpula del trueno” de 1985, secundado por Tina Turner). Hace nueve años, hubo un relanzamiento del producto con “Mad Max: furia en la carretera”, ahora con Tom Hardy en el rol principal y ganadora de seis premios Oscar.

La exitosa franquicia creada por George Miller y Byron Kennedy implicó un atractivo aporte al género, y catapultó tanto al director Miller como a Gibson más allá de las fronteras de su Australia natal. Lo que en su inicio fue un desafío que mostraba el agobiante vacío del amplio desierto de la isla-continente (nuevamente se la filmó allí), se transformó en un ciclo de culto ya con artistas consagrados para mantener la afluencia de público. El logro es meritorio atento a lo que se busca desde el inicio: una producción entretenida, con ritmo y atracción visual, pero sin desdeñar capas de lectura que superen la superficie (el colapso social que deviene de una guerra, la puja de recursos cuando escasean y la crisis ambiental).

Una de ellas bien puede ser el cambio de eje en el género de quienes llevan adelante la trama. Si durante el reinado de Gibson nada iba a eclipsarlo, ahora las mujeres toman la primera línea, más acorde con la época (no por nada pasaron 45 años desde el debut de la original).

Miller ya deslizó esta postura en su anterior realización, cuando puso en pie de igualdad a Charlize Theron con Hardy. Ahora recarga ese mensaje en el guion coescrito con Nico Lathouris instalando a Anya Taylor-Joy como una versión joven del personaje principal femenino Imperator Furiosa (también lo interpreta Alyla Browne en su primera edad), secundada por Chris Hemsworth como antagonista y Tom Burke. En el elenco figuran además Lachy Hulm, Nathan Jones, Josh Helman y John Howard.

En los hechos, “Furiosa” sirve como spin-off y precuela de “Furia en la carretera”, pero puede verse de manera independiente. El director repite el diseño de las escenas de lucha y persecución, con una banda musical especialmente seleccionada (siempre fue una de sus características distintivas) y un despliegue visual sumamente atractivo, al que le imprime un ritmo especial, un tanto más alejado de sus relatos previos.

Por ello, la trama comienza cuando, al derrumbarse la sociedad, una joven Furiosa es secuestrada del Lugar Verde de Muchas Madres (su tierra natal), por miembros de la Horda del Señor de la Guerra Motero Dementus. Esperan utilizarla para encontrar el lugar de abundancia del que proviene, pero lo mantiene en secreto y escapa con la ayuda de su madre Mary. Dementus las captura; ejecuta a Mary y toma a Furiosa como propia. A partir de allí, la tensión crece vertiginosamente, igual que los combates entre dos tiranos que buscan asumir el control total de las ruinas. La heroína deberá sobrevivir a muchas pruebas para encontrar el camino de vuelta a su casa.

Con un costo de producción que rondó los U$S 200 millones, se espera que la recaudación duplique ese monto para garantizar su persistencia con filmes futuros. El desafío principal es que no suene repetitiva, sino que pueda servir de continuidad.

Miller es más que “Mad Max”: también dirigió el drama médico biográfico “El aceite de Lorenzo”, la comedia “Las brujas de Eastwick”, la animación “Happy Feet” y “Babe: un cerdito en la ciudad”, entre otras, dando ejemplo de su versatilidad.

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