La final que tuvo un toque argentino

Puede sonar algo contradictorio celebrar una final de FA Cup inglesa un 25 de mayo. Pero el fútbol es un fenómeno global antes de que se inventara la globalización. Tanto que la fiesta de ayer en Wembley, la final que Manchester United ganó 2-1 a Manchester City tuvo una fuerte impronta argentina. Vamos por orden de aparición:

El primer nombre argentino de la final de la FA Cup es Alejandro Garnacho. Definitivamente, ya asoma como la poderosa nueva carta que tendrá Lionel Scaloni para la Copa América de Estados Unidos. Porque desequilibra mucho con su velocidad, porque tiene remate y porque, desde hace meses, fue creciendo en su disciplina colectiva.

Ayer abrió la cuenta con un gol algo afortunado. Intervino luego en la jugada del 2-0. Y demostró que puede jugar por ambas puntas. Un dato: celebró tras la victoria con una bandera argentina. No es menor para un joven al que, por su crecimiento europeo, se le ve poca “argentinidad”. Un día antes, dijo que era de Boca.

El segundo nombre es Lisandro Martínez. Hizo esfuerzos notables para recuperarse de la lesión que volvió a marginarlo meses largos. Había jugado apenas un partido como titular hasta ayer. Y lució como siempre. Duro, disciplinado, líder, amado por los hinchas de Manchester United, el club que lo señala como bandera para la próxima temporada, porque esta última volvió a ser frustrante para el club Old Trafford. Un calambre lo obligó a salir en los minutos finales.

Y el tercer nombre es Julián Alvarez, que entró ya iniciado el segundo tiempo. Tuvo en sus pies dos de las más claras ocasiones para anotar. La primera fue un zurdazo alto. En la segunda otra vez su pie izquierdo quedó sin recorrido y su remate salió mordido, débil y desviado. Jugó bien, pero falló en la definición.

La final de la FA Cup fue un resultado inesperado. Porque United, fue dicho, jugó una temporada demasiado irregular. Tanto que el diario The Guardian, apenas antes de la final, aseguró que, fuera cual fuera el resultado del partido, el club, con nueva dirigencia, había decidido ya el despido del DT Erik Ten Hag. ¿Será así luego de este resultado?

Para el City se abre un interrogante. El sábado próximo se jugará la final de la Champions, con Real Madrid claro favorito ante el alemán Borussia Dortmund, pero con la sensación también de que el City (al que Real Madrid solo pudo ganarle por penales y con mucha suerte) sigue siendo el mejor equipo del mundo.

Ayer, en el equipo de Pep Guardiola, campeón de Liga, estuvieron imprecisos sus jugadores claves (De Bruyne, Phoden, Bernardo Silva, Rodrigo) y su dominio fue improductivo. Como sea, esta temporada no hubo equipos ingleses ni siquiera en semifinales de Champions. Pero la Premier sigue siendo la mejor Liga del mundo, no solo por su dinero, sino también por su versatilidad, su dinámica y su generosidad por el espectáculo.

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