Piden perpetua para “Catucho” Cruz, el acusado de matar a un remisero

Se inició el juicio por el crimen de Silvio Cabrera, asesinado en febrero de 2023. La Fiscalía solicitó esa pena para el imputado José “Catucho” Cruz

AUDIENCIAS. Se desarrollan en el Tribunal de Monteros. AUDIENCIAS. Se desarrollan en el Tribunal de Monteros.

Comenzó el juicio contra José “Catucho” Cruz (25 años), acusado de haber asesinado a Silvio Cabrera (47) en la zona de Las Carreras (El Mollar) en febrero de 2023. La Fiscalía y la querella solicitaron que fuera condenado a cadena perpetua. En la audiencia inicial declararon testigos claves, familiares del imputado, que estuvieron con él minutos después del crimen y a quienes Cruz les habría confesado haber matado a una persona.

Durante la primera jornada cada una de las partes expuso los alegatos de apertura ante los jueces Marcos Javier Núñez Campero, Matias Graña y Rodrigo Sebastián Martearena.

El auxiliar de fiscal Bernardo Sassi, siguiendo instrucciones de la fiscala Mónica García de Targa al mando de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Propiedad y la Integridad Física de Monteros, acusó a “Catucho” de ser autor de los delitos de homicidio agravado por alevosía y de robo agravado, y adelantó que solicitarán que sea condenado a prisión perpetua. “El lema para este alegato es el último viaje de Silvio”, dijo Sassi al comenzar su alocución.

La víctima se desempeñaba como chofer de remises en Lules. El 13 de febrero se levantó a la madrugada para ir a trabajar y, alrededor de las 8, realizó el último viaje desde La Reducción hasta el paraje Las Carreras, lugar donde fue encontrado sin vida dentro de su automóvil Volkswagen Suran incendiado.

Las sospechas rápidamente apuntaron hacia “Catucho”, que fue el último pasajero al que Cabrera trasladó. Según la acusación fiscal, esa mañana Cruz, mientras viajaba junto a la víctima, al llegar al Camino del Artesano sacó de su mochila una pistola de calibre 22 y desde el asiento de atrás del vehículo, aprovechando que el chofer estaba de espaldas y desprevenido, “sin correr ningún riesgo y sobre seguro” le efectuó cuatro disparos a Cabrera, provocándole un traumatismo encéfalo craneano grave que le produjo la muerte inmediata.

Luego de asesinar a Cabrera, “Catucho” habría huido hacia la zona de El Rincón y allí habría robado la motocicleta de Fernando Mamaní, pero fue atrapado por este y su suegro en un puesto de control ubicado a la altura de Las Nubes.

“Cruz usó un arma de fuego y lo hizo de atrás, de traición; así se aseguraba dar muerte a Silvio sin ningún tipo de riesgo para su integridad física. Vamos a demostrar que Silvio no tuvo ninguna posibilidad de defensa y que Cruz aprovechó el estado de indefensión de la víctima. Pedimos que el último viaje que realizó Cabrera sea pagado con la pena de prisión perpetua para Cruz”, sostuvo el auxiliar de fiscal.

Las abogadas de “Catucho”, Cinthia Brito y Silvia Adriana Rivero, por su parte, dijeron que el lema de su defensa es “la mafia me hostiga, la mafia me bloquea”. Para Brito y Rivero no está claro que Cruz haya sido el autor del crimen de Cabrera y tampoco cuál sería el móvil por el cual habría cometido el homicidio. “Esta defensa considera que existen muchas dudas respecto de esta causa. A lo largo del debate el Ministerio Público deberá derribar el estado de inocencia de Cruz y también se sabrá cuál es el dilema de este proceso”, manifestó Rivero, y aclaró que no adelantaría su pretensión punitiva.

Los investigadores descubrieron que “Catucho” había elegido como escena del crimen una zona que le era conocida, pues tenía familia que vivía a pocos metros de donde fue encontrado el auto quemado. Al entrevistarse con los familiares se enteraron de que Cruz había estado con ellos minutos después de dispararle a Cabrera y habría confesado su autoría. Por este motivo, fueron los primeros testigos en ser citados a declarar en el juicio.

Luciana Cruz Romano, sobrina del imputado, contó que esa mañana había regresado a su casa junto a sus dos hermanas y su sobrina del Festival del Queso y que cuando estaban en la cocina escucharon cuatro disparos. Cuando salieron a ver lo que ocurría observaron que “Catucho” entró corriendo y llorando a la casa de ella con una mochila negra y una pistola. Cuando se acercó su mamá, “Catucho” confesó haber matado a alguien y les pedía que no dijeran nada y que por favor apagaran el auto. “Cuando se fue vimos que salía humo de un auto. Estaba acelerado y de abajo salían chispitas; después se empezó a incendiar. Adentro estaba el hombre muerto en el asiento del conductor y con el pecho contra el volante”, relató la testigo.

En el mismo sentido declararon su hermana Juliana Cruz Romano y su madre Pamela Romano. “Nos decía que el hombre que lo seguía era de la mafia y que lo tenía que matar”, dijo Juliana. “Me dijo que había matado a alguien porque ‘era él o yo’”, aportó Pamela, prima de Cruz.

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