Juicio contra José Alperovich: “Esta denuncia es una mentira”, señalaron los familiares

La familia del ex gobernador tucumano marcó posición a través de un comunicado.

José Alperovich José Alperovich
04 Junio 2024

Tras la declaración de José Alperovich, durante siete horas frente a la Justicia en Capital Federal, la familia del ex senador nacional y ex gobernador de Tucumán, acusado abusos y agresiones sexuales,  asegura que “esta denuncia es una mentira”. Sostiene que el ex mandatario tucumano aportó pruebas y desmintió los hechos precisados por la denunciante.

A través de un comunicado, los familiares consideran que Alperovich desmintió el “vínculo familiar” que le endilgan con la supuesta víctima. “A la denunciante la conocí cuando ella tenía 27 años, porque ella se propuso para trabajar en mi espacio político. Supe que era hija de uno de mis primos y entonces empezó a ocuparse de ordenar mi agenda. En ningún momento de su vida ella me dijo tío, ni yo le dije sobrina. En ningún momento ella me presentó como su tía, ni yo la presenté como sobrina. No existía ningún tipo de relación familiar, ni la conocía, antes de que empezara a trabajar conmigo”, citan una parte de la declaración del acusado.

Uno de los hechos que según la denuncia ocurrió en un auto particular, en camino hacia la residencia de la tía de la acusadora, no existió, señala la familia. “Ese día fuimos en una combi a Villa Angelina (San Miguel de Tucumán) a un emprendimiento de un vecino a las 17:00 del 12 de febrero de 2018, eso está demostrado con un video de la campaña que aporté en la declaración. Y después está la foto en la que estoy en la cancha viendo un partido de Atlético Tucumán que empezó a las 19:00 horas. En la cancha estuve al menos una hora antes del partido, por lo que se demostró que entre un lugar y otro el traslado de hizo en la combi con varias personas acompañando. Nunca existió un recorrido en auto particular”, declaró Alperovich.

Sobre los supuestos hechos puntuales que la denuncia señala que ocurrieron en un departamento en la ciudad de Buenos Aires, los días 14 y 27 de diciembre de 2017, y por los que el juicio se realiza en esta jurisdicción, el ex gobernador tucumano señaló: “en ningún momento estuvimos solos en el departamento y eso lo han expresado los testigos citados por la propia querella”.

Respecto del informe psicológico, el comunicado extrae otra parte de la declaración de Alperovich. El ex senador dijo ante la Justicia: “no pudo haber existido el supuesto síndrome de indefensión aprendida por parte de la demandante, porque sólo teníamos cinco días de habernos conocido en el momento del primer supuesto hecho. Y, además, en el falso segundo hecho, fue ella quien solicitó volver a Buenos Aires, cuando yo estaba en sesión del Senado. ¿Qué víctima de abuso vuelve por su propia voluntad al lugar en el que fue abusada a asistir a su abusador?”.

Además, -según la familia- se confirmó que en el día en el que la denunciante asegura que sucedió uno de los hechos de abuso en la localidad de El Corte, (en el cerro San Javier de Tucumán), el 19 de marzo de 2018 alrededor de las 17, las antenas de celular ubican a la supuesta víctima en la ciudad de San Miguel de Tucumán, a unos 12 kilómetros de distancia.

También sostienen que se confirmó que una foto aportada por la denunciante, de la supuesta mano de un trabajador doméstico de la casa donde habría ocurrido el abuso, no corresponde a la mano de la persona mencionada. “La denunciante ha mentido en todo. Lamentablemente no podemos tener todas las pruebas de las mentiras porque borró su celular y la copia de seguridad antes de entregarlo al tribunal. Ya ese hecho demuestra la falsedad de toda esta causa. Si tuviéramos todos los mensajes entre la denunciante y los otros involucrados en el armado de esta causa, ya tendríamos toda la verdad. Pero igualmente hemos logrado demostrar todo el patrón de mentiras”, dijo el ex mandatario provincial.

Durante su declaración, Alperovich exhibió diversas fotos obtenidas de las redes sociales de miembros del equipo de campaña, con las que –advierte la familia- se demuestra que no estuvo a solas con la denunciante en un vehículo en camino a una recorrida por localidad de Simoca. Se trató de una actividad realizada el 10 de febrero de 2018 en la que, según la denuncia, Alperovich habría tocado indebidamente a su asistente mientras viajaban solos en un auto. Las imágenes tomadas de las redes de uno de los acompañantes de ese viaje, muestran que la denunciante viajó en el centro de la parte trasera del vehículo y a su lado derecho estaba quien era su novio, mientras que a su izquierda estaba quien era el secretario político de Alperovich en ese momento.

Alperovich calificó de “absurdo” que la denunciante refiera que él buscaba usar los autos para viajar a solas con ella, ya que los mensajes de los grupos de WhatsApp de la campaña y los intercambiados por el ex gobernador y su asistente “demuestran que la denunciante era quien decidía qué vehículos se utilizaban para las recorridas”, según remarcan los familiares.

El acusado “además remarcó con insistencia y demostró que la denunciante renunció a un puesto de planta permanente en el Ministerio de Gobierno de Tucumán para continuar trabajando con él en la campaña, porque tenía aspiraciones políticas de encabezar la lista de legisladores de cara a las elecciones de 2019, un elemento que resulta fundamental para la defensa, por los argumentos que expondrá en el alegato final para demostrar el móvil de la denuncia”, continúan.

Según la familia de Alperovich, la causa por la que se lo juzga se sustenta únicamente en la declaración de la denunciante, en el testimonio de algunos de sus allegados que señalaron que ella comentó de los abusos varios meses después de los supuestos hechos, y en una prueba psicológica que advierte aspectos de la personalidad de la demandante.

Frente a esto, consideran que el ex mandatario tucumano aportó en su declaración diversas pruebas de conversaciones, hechos y testimonios que demuestran que no existió una “dependencia económica” de la demandante. Aseguran que tampoco hubo una “asimetría de poder” con la supuesta víctima, quien en los hechos manejaba tanto la agenda, como el presupuesto y los recursos de la campaña. Y que la demandante tampoco tendría una “personalidad sumisa”, lo que queda a la vista sólo con la negativa de entregar su celular al tribunal y de haberlo hecho una vez que borró los datos de las conversaciones.

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