El plan inicial de Diego Flores falló y el banco de San Martín de Tucumán no ofreció respuestas

El DT empezó el partido con un 4-3-3 que no pudo aprovechar el juego por las bandas.

El plan inicial de Diego Flores falló y el banco de San Martín de Tucumán no ofreció respuestas DIEGO ÁRAOZ/LA GACETA

¡Benditas atajadas de Darío Sand! Una vez más el arquero fue el responsable de que San Martín haya rescatado un punto de Santiago del Estero. El “santo” fue un equipo que no generó peligro, que no tuvo sociedades ni cadenas de pases y sólo encontró algunas chances aisladas. Incluso, sufrió demasiado en defensa, aspecto en el que venía teniendo un rendimiento regular.

Diego Flores volvió a utilizar un 4-3-3, aunque con cambios en la defensa. La suspensión de Agustín Dattola y la baja sorpresiva por lesión de Gonzalo Bettini cambiaron los planes del DT. Así, conformó una bloque defensivo con Guillermo Ferracuti como central y Tiago Peñalba como lateral derecho.

El resultado no fue el esperado. El ex Deportivo Maipú no pudo acoplarse con Juan Orellana y tuvo muchas complicaciones para frenar a Daniel Vega y David Véliz. El salteño, en tanto, cumplió en la marca pero casi no tuvo participación en el ataque.

Todo esto obligó Flores a tener que modificar las piezas en el entretiempo: sacó a Ferracuti, Peñalba pasó a jugar como zaguero central e hizo ingresar a Ulises Vera para desempeñarse por la banda derecha.

El movimiento tuvo resultados inmediatos en ambas facetas del juego. El oriundo de 20 de Junio mejoró el (pobre) ataque del “santo”. Eludió rivales, lanzó algunos centros (que no fueron aprovechados) y redondeó una buena performance fuera  de su posición natural (es volante).

El medio campo también tuvo una floja actuación. Ni Gustavo Abregú ni Pablo Hernández lograron aportar una salida limpia desde el fondo y tampoco estuvieron finos en la contención. Eso sí, Iván Molinas fue el punto más bajo. No pudo conectar ninguna pelota con Junior Arias ni generó alguna jugada individual que pueda hacer la diferencia en los últimos metros.

Todo esto provocó que “Traductor” tome la decisión de cambiar al misionero por Matías García. El volante entró para formar una doble contención con Abregú y, de esa manera, liberar a Hernández. Pero la fórmula no dio los resultados esperados. “Tucu” no pudo aportar claridad a los últimos metros y su participación fue reducida.

La inclusión de Nicolás Moreno en lugar de Lautaro Fedele tampoco pudo modificar la cara del “santo”.

Por último, Flores volvió a retocar el esquema sobre el final del partido: hizo ingresar a Gonzalo Klusener para conformar un doble “9” con Arias. La idea principal era buscar a los atacantes por vía aérea, aunque ese plan tampoco resultó.

Todo esto provocó que la jugada más peligrosa sea un cabezazo centrado de Gonzalo Rodríguez, que fue controlado sin demasiados problemas por Juan Mendonça. No mucho más.

Estos condimentos engrandecen la actuación de Sand, pero dejan en claro que San Martín debe corregir varios puntos de cara a la segunda rueda.

La generación de ocasiones de peligro, la profundidad en los últimos metros y la reducción de las lagunas de juego son algunos de los aspectos trabajar. Ahora el DT tiene dos semanas para terminar de pulir el equipo y encontrar las respuestas necesarias de cara a la etapa más “caliente” del torneo.

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