Caso Rocío: el testimonio de un condenado fue el eje del debate

Para los acusadores, Mauro Véliz, sentenciado por encubrimiento del femicidio, ayudó a aclarar el hecho. Pidieron perpetua para una pareja. Las defensas dicen que Véliz incriminó falsamente.

EN CADA EXTREMO. Los imputados María Carolina Graneros y Edgardo Hernán Caro, entre sus defensoras. EN CADA EXTREMO. Los imputados María Carolina Graneros y Edgardo Hernán Caro, entre sus defensoras. La Gaceta / foto de Antonio Ferroni

El testimonio de Mauro Véliz (22 años), quien meses atrás fue condenado por encubrir el crimen de la pequeña Rocío (4 años), fue uno de los ejes de los alegatos de ayer. Para los acusadores, que pidieron la pena de prisión perpetua para María Carolina Graneros (41 años) y Edgardo Hernán Caro (40 años), presuntos autores del hecho, Véliz aportó datos que ayudaron a esclarecer el hecho. Para las defensoras de los acusados, Véliz (yerno de Graneros) inventó una historia que le permitió desligarse de responsabilidad a costa de los demás.

Rocío había sido separada de su madre y adoptada de manera irregular y transitoria por Graneros, situación que debía ser controlada con visitas frecuentes por personal de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf). La niña fue asesinada en junio de 2021 y sus restos fueron hallados en distintos puntos de Lules. Los jueces Cynthia Lorena Rocha, Lucas Taboada y Alejandro Valeros analizarán mañana las pruebas producidas y arribarán a una sentencia.

Calcinada viva

¿Cuáles fueron algunos de los argumentos planteados en los alegatos? El fiscal Pedro Gallo sostuvo que la pequeña sufría maltratos constantes en la casa que Caro y Graneros habitaban, donde incluso el imputado la habría abusado. El día del hecho, la niña se descompuso por las lesiones sufridas, pero Caro no quiso llevarla a un hospital para que no se descubriera que la niña sufría abusos. Siguiendo la línea investigativa que inició el fiscal Ignacio López Bustos, Gallo describió que la pareja llevó a Rocío, aún con signos vitales, hasta una letrina, donde la quemaron viva. Más tarde Graneros le pidió a Véliz que la ayudara a trasladar los restos calcinados hasta distintos puntos de Lules, donde los arrojaron. “Véliz reconoce su acción: ‘me costó decir que sí, pero lo hice, la ayudé a trasladar los huesos porque me amenazó con correrme de la casa con mi pareja y mi bebé’. Queda claro que Caro y Graneros acorralaron a Rocío en un marco de violencia y odio. Ella no tenía nada más ahí, no tenía contacto con amigos, maestros ni con el Estado porque no podía ni salir de la casa”, dijo el fiscal.

“Desde el primer día Graneros intentó burlar la investigación, denunciando una falsa desaparición de persona y movilizando un gran operativo. Posiblemente este sea el caso más macabro y bestial que vean señores jueces, hemos visto cómo quienes escuchan estas audiencias sollozan al escuchar los detalles del caso”, indicó el querellante, Humberto Castaldo, que se adhirió a los pedidos de prisión perpetua.

“Véliz salió ganando”

“Véliz llegó primero a la mesa y se llevó la mejor tajada de la torta. El mismo Véliz que engañó a la Policía y a la Fiscalía con un cuento fantástico. Eso sí, sufrió golpes y torturas, pero se llevó el mejor acuerdo, una pena barata solo por encubrimiento a través de una versión que lo dejó mejor parado a él y que sentenció a Graneros”, señaló la defensora oficial Ximena Cáceres Olivera, que aseguró también que la Policía les tomó declaraciones de manera ilegal a los imputados.

La Defensoría Oficial integrada por Cáceres Olivera y María Marta Contreras aseveró que las evidencias en el lugar del hecho comprometerían mucho más a Véliz y prácticamente no vincularían a Graneros. Sostuvo que la mujer no tenía motivos para matar a la niña y que la Fiscalía no pudo probar su teoría del caso. Pidieron que, en caso de ser condenada, sea solo por encubrimiento.

Finalmente, las defensoras oficiales María José Ahumada y Natalia Hael, señalaron que Caro fue incriminado por Véliz y Graneros y que terminó siendo “un blanco fácil”. Todas las defensoras criticaron que el MPF no haya seguido ninguna otra línea investigativa. Lo cierto es que el final de este caso comenzará a escribirse mañana.

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