¿Puede el vandalismo convertirse en una acción artística?

Grupos ecologistas y feministas reiteran sus prácticas de agresión contra pinturas clásicas y famosas. Ninguna de esas obras fue dañada, pero los temas de los reclamos quedaron expuestos en la opinión pública.

EN EL LOUVRE. Una activista en contra del cambio climático arrojó sopa sobre la célebre Mona Lisa de Da Vinci. EN EL LOUVRE. Una activista en contra del cambio climático arrojó sopa sobre la célebre Mona Lisa de Da Vinci.

Una activista ecologista fue detenida hace poco por atacar en el Museo de Orsay el cuadro de Claude Monet “Las amapolas”.

La mujer llegó junto a la obra del impresionista y pegó encima una imagen con tonos rojos mientras dejaba ver una camiseta en la que se podía leer “+4º, el infierno”. También pegó una de sus manos a la pared del museo. Se trataba de una alusión al aumento de temperatura de 4 grados centígrados que se espera en el escenario pesimista contemplado por el gobierno francés en su Plan de Adaptación al Cambio Climático.

“Este cuadro de pesadilla es lo que nos espera si no se pone ninguna alternativa. Con cuatro grados más, lo que nos espera es el infierno”, dijo la activista. “Las amapolas es un lienzo que Claude Monet pintó en 1873.

Respuesta Alimentaria es una organización que defiende una alimentación sostenible y ya ha organizado en los últimos meses acciones utilizando como reclamo obras de arte. Lo hizo en enero en el Museo del Louvre de París, al verter una sopa contra la vitrina que protege “La Gioconda”, de Leonardo Da Vinci, y el 8 de mayo al pegar unos carteles en torno al cuadro de Eugène Delacroix “La libertad guiando al pueblo”, también en el Museo del Louvre.

Un portavoz del Museo de Orsay, experto en restauración, examinó la pintura que está cubierta por un cristal, y comentó que no sufrió daños permanentes; de hecho, afirmó que: “La exposición vuelve a ser totalmente accesible al público”, contó el portal El Informador.

Debates

Estas acciones generan un debate sobre los límites de la protesta y la protección del patrimonio cultural. Si bien el objetivo de los activistas es concientizar sobre un problema global apremiante, surge la pregunta de si los métodos empleados son los más adecuados o si ponen en riesgo obras de arte invaluable.

Pero además, ¿el vandalismo puede plantearse como una acción artística? ¿Puede una obra de arte convertirse en vandalismo?

Desde hace algún tiempo intervenir sobre el arte clásico del renacimiento y del realismo e impresionismo, entre otros, se ha convertido en un acto de protesta y esas obras han sido blancos de estos sectores.

Pero, igualmente, para reclamos feministas. En la última, una performer pintó “El origen del mundo” con la leyenda #MeToo a una pintura de Gustav Courbet.

El Diccionario de la Real Academia Española define al vandalismo como el “espíritu de destrucción que no respeta cosa alguna, sagrada ni profana”.

Emblemáticas pinturas como las mencionadas “La Gioconda” o “El origen del mundo” sufrieron atentados en lo que va del año.

En enero dos activistas climáticas del grupo ecologista francés “Riposte Alimentaire”, de 24 y 63 años, han accedido al museo con la intención de arrojar sopa al cuadro. Una vez conseguido su objetivo, se han manifestado por el derecho a una alimentación sostenible y saludable. También fueron afectados “Les Meules” y “La Primavera”, del mismo Monet.

“La Gioconda” en los últimos atentados no sufrió daño alguno porque en el Louvre se encuentra cubierta por un cristal blindado a prueba de balas.

¿Puede el vandalismo convertirse en una acción artística?

Un informe de National Geographic da cuenta que únicamente en 1956 un enfermo mental lanzó una piedra que rompió la protección y provocó un desprendimiento pequeño de la capa pictórica a la altura del codo de la Mona Lisa.

En 2022 en “Los girasoles” de Vincent Van Gogh activistas atentaron contra la famosa pieza en forma de protesta, que fueron captadas por las cámaras de seguridad del National Gallery de Londres. “¿Qué vale más, el arte o la vida? ¿Vale más que la comida y la justicia? ¿Están más preocupados por la protección de la pintura o la del planeta y las personas? La crisis del costo de vida y la crisis climática está impulsada por el petróleo y el gas”, gritaron las activistas. Pese al ataque, la pintura resulto “ilesa”: está protegida por una lámina de vidrio. Su valor de mercado estimado es de 84,2 millones de dólares.

El Museo Barberini (Alemania) aclaró que cuando se atacó “Les Meules” de Monet, la pintura estaba cubierta por un vidrio que evitó daño alguno.

Hace tres semanas por la tarde “El origen del mundo”' fue rociado con pintura roja en el Centro Pompidou-Metz, en el este de Francia, informó el museo, al que prestó el lienzo el Museo de Orsay de París.

La obra, que representa un sexo femenino, estaba “protegida por un cristal”, precisó AFP.

“Violar los museos”

La francoluxemburguesa Deborah de Robertis fue quien llevó a cabo esta “acción”, llamada “No se separa a la mujer del artista”. “Lo que estaba permitido en otra época, ahora los jóvenes ya no lo quieren”, continuó. “De Robertis es una gran artista que nos cuestiona, nos hace reflexionar y nos incomoda”, según la abogada. Pero además, ella tiene su propia obra “Espejo del origen del mundo” en la que se ve a la artista posar, con el sexo desnudo, bajo la obra de Gustave Courbet, una actuación realizada el 29 de mayo de 2014 en el Museo de Orsay. En 2017 exhibió su sexo en el Louvre delante del cuadro de “La Gioconda”, en París.

En su cuenta de Instagram, la activista se enorgullece de “violar” los museos. “La violencia de mis acciones y palabras es solo el reflejo de la violencia de los hombres poderosos en el mundo del arte. Le debo esta victoria feminista sólo a mi audacia, mi perseverancia y mi legítimo deseo de ver mi ‘sexo político’ colgado en la pared”.

El lienzo original de Courbet, que representa explícitamente la vagina de una mujer, ha estado envuelto en la polémica desde su creación.

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