Los celulares se preparan para ser “más inteligentes que nunca”

Los celulares se preparan para ser “más inteligentes que nunca”

En los próximos modelos de teléfonos ya no será tan importante saber cuántos megapíxeles tendrán sus cámaras o cuánta memoria ofrecerá el dispositivo. No será tan relevante el tamaño de la pantalla o la duración de la batería. Los fabricantes están embarcados en otra batalla, una especie de guerra fría en la que están escalando funciones para ofrecer los “teléfonos más inteligentes que nunca”.

Así lo explicitan los principales directivos de Apple y de Google, empresa que desarrolla el sistema operativo Android. Las compañías que están detrás de los entornos que manejan los teléfonos de todo el mundo parecen haber superado su obsesión por el diseño y su tamaño para crear ahora asistentes portátiles que sean realmente útiles. Quieren que la inteligencia artificial renueve todas las funcionalidades hasta ahora conocidas, aquellas que realizamos ni bien nos despertamos hasta que configuramos la alarma para el día siguiente.

La semana pasada, Apple realizó su evento anual en el que presenta las novedades de su productos y la abreviación “IA” fue repetida hasta el hartazgo. La novedad fue Apple Intelligence, su sistema de inteligencia artificial que estará disponible en la segunda mitad del año solo en los últimos modelos de teléfonos, tablets y computadoras de la marca. Tim Cook, director ejecutivo de Apple, dijo al inaugurar la conferencia que esta apuesta llevaría los productos de su compañía “a nuevas alturas”. En primer lugar mejorará las prestaciones de Siri, su asistente. Con IA más avanzada permitirá que los usuarios puedan conversar de manera más natural y fluida, con pedidos de información más complejos y respuestas más contextualizadas. Se podrán realizar tareas más específicas con todo el material del teléfono, es decir, las fotos, mensajes y notas. Se podrán crear imágenes con texto, corregir fotos o mejorarlas. Todas estas funciones requerirán un mayor procesamiento de datos, por lo que Apple anunció una asociación con OpenAI para integrar ChatGPT en Siri. De esa manera, acelerará su posición respecto a otras empresas que en los últimos años han avanzado en materia de IA para elegir al asistente más reconocido por los usuarios.

El evento de Apple también puede sonar como una respuesta a las novedades que hace solo un mes presentó Google para su sistema operativo de teléfonos. Sus directivos pretenden integrar en sus plataformas el “modelo de IA con mayor capacidad hasta la fecha”. Para ello introducirá mejoras que ya se pueden probar por ejemplo en teléfonos Samsung, como la función “círculo para buscar”. La misma permite a los usuarios hacer un círculo sobre la pantalla para buscar información en la web, apoyada por datos de Gémini, el asistente de Google que hoy compite con ChatGPT. Los cambios se verán al principio en los teléfonos Pixel, desarrollados por el gigante de Mountain View y se podrán hacer acciones que no siempre requerirán que el teléfono esté conectado a internet. Prometieron que los usuarios tendrán respuestas inteligentes ante consultas multimodales, es decir, enviadas por voz, imagen o texto, desde el celular.

En la nube

Estas funciones tendrán tal complejidad que no alcanzarán las capacidades que hoy tienen los procesadores de teléfonos, por lo que todas las consultas deberán ser resueltas en la nube para luego llegar a la palma de la mano de los usuarios. Por este motivo, ambas empresas explicaron que tendrán los máximos máximos criterios para resguardar la privacidad de los datos de las personas.

Siri o Gemini, ambos prometen ser los compañeros del día a día de los usuarios, disponibles en la palma de la mano. Las prestaciones de cada empresa parecen solaparse, pero la visión de Apple sobre la IA es integrar todas aplicaciones que están en cada equipo para tener una mirada general de lo que necesita la persona, mientras Google parece estar enfocado en aumentar la potencia de cada aplicación que disponen los celulares.

¿Los teléfonos llegarán a traducir idiomas en tiempo real? ¿Podrán responder mensajes por nuestra cuenta? ¿Crearán eventos y organizarán agendas en función de nuestra actividad? ¿Nos alertarán ante potenciales peligros o enfermedades? Todo puede pasar y la IA tendría la potencia de hacerlo, pero lo que más nos debería inquietar es cómo cambiarán la manera de relacionarnos no con las máquinas, sino con las personas. Ya lo hicieron cuando se transformaron en “smartphones” y es probable que si apostamos por hacerlos más inteligentes, el cambio sea aún más profundo.

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