La decisión que tomó Matías García y que ilusiona a todos en San Martín de Tucumán

"Quiere volver", aseguran en Córdoba luego de que el volante decidiera pedirle a la dirigencia de Belgrano rescindir su contrato.

TODO LISTO. García firmará la rescisión de su contrato con Belgrano y quedará en libertad de acción. TODO LISTO. García firmará la rescisión de su contrato con Belgrano y quedará en libertad de acción.
19 Junio 2024

Con el mercado de pases en movimiento, en San Martín empiezan a tratar de cerrar los refuerzos para encarar la segunda rueda del torneo. Y el deseo de Diego Flores de contar con Matías García parece comenzar a tener mayor sustento.

Cuando parecía que la chance comenzaba a perder fuerza, o incluso a esfumarse, una noticia que llegó desde Córdoba detuvo los corazones "santos" e ilusionó a todos en Bolívar y Pellegrini. 

"Caco" está a punto de firmar la rescisión de su contrato con Belgrano. Al no ser tenido en cuenta por el entrenador Juan Cruz Real, García habló con la comisión directiva del "pirata" y llegó a un acuerdo para interrumpir el vínculo que expiraba a fin de año.

El volante había llegado a principios del año pasado a Alberdi cuando aún el entrenador era Guillermo Farré. Comenzó como titular, pero un par de lesiones le hicieron perder terreno. Y con la llegada de Real eso terminó de acentuarse.

Su último partido en Belgrano lo jugó el 25 de abril, contra Real Tomayapo por la Copa Sudamericana. Aquel día, tras la expulsión de Nicolás Meriano, Real sacó a García a los 33 minutos del primer tiempo y eso parece haber generado algún conflicto. "Caco" no volvió a jugar, ni siquiera fue convocado. 

Por ese motivo, el volante pidió adelantar el final de su contrato, algo que se concretaría en las próximas horas. En Córdoba se habla de que García será refuerzo de San Martín. "Le comunicó a algunos allegados su deseo de volver al club", confió un allegado a la CD "pirata".

Sin embargo, en La Ciudadela prefieren calmar las aguas. "Estamos charlando. Por ahora no hay nada confirmado", le contó a LA GACETA un dirigente "santo". 


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