Cómo es la “inyección verde” que le pusieron a la plaza Independencia

En vistas a los festejos del 9 de Julio, colocaron unos 2.500 plantines, sobre unas 30 bateas de tierra negra. Ondulaciones y capas de diferentes plantas.

FOTOS DE DIEGO ARÁOZ FOTOS DE DIEGO ARÁOZ

Corazón gris del microcentro tucumano, la plaza Independencia sigue latiendo y pretende recuperar su follaje, como se debate un viejo edificio entre los restos del verdor que crece desde sus entrañas. Agapantos que en algún momento liberarán sus flores azules, dietes que se balancean cuando surge una suave ventisca y largas hojas de formios que regalan altura a los canteros, son algunas de las especies de plantines que inyectaron vida al neurálgico paseo, que quiere lucirse para el 9 de Julio, cuando seremos capital del país.

Los trabajos paisajísticos comenzaron hace un mes, a pedido de la intendenta Rossana Chahla: quería un “refresh” para el descolorido espacio público, reinaugurado en 2021. “Nos encontramos con una plaza pelada, baja, con poco verde, sin color. Y lo que hay que pensar es que esto es como el jardín de todos ellos”, dice Alejandro Frías Silva, ingeniero agrónomo a cargo del trabajo, mientras señala a los edificios vecinos. “Acá la gente pasea, llora, se besa, descansa, conversa, toma sol, hay mucha vida. ¿Por qué no tenerla más linda?”, agrega el titular de la empresa Druky.

Lo primero que hicieron fue un exhaustivo registro fotográfico, que les sirvió para diseñar el espacio a intervenir. Entonces decidieron otorgar altura a los canteros centrales. “Lo plano da la sensación de artificial, lo natural son las ondulaciones. Diseñamos como una especie de lomadas, con plantas y flores en diferentes escalas y especies. Ya se pueden ver las capas y el constante movimiento desde donde uno se pare”, precisa.

Especies

Durante la noche calma, y con pocos vecinos noctámbulos, llegaron los camiones que descargaron más de 30 bateas de tierra negra (“esta tierra después se asienta, porque tiene mucho aire”). Sobre esos montículos colocaron unos 2.500 plantines de: azaleas, agapantos, hemerocallis, crisantemos lilas y violetas, rosa iceberg (blanca), tres tipos de formios (hojas altas, largas, algunas violetas y otras verdes y amarillas), pittosporum (los llaman ligustros), gorduras de pasto inglés, oleo texano (pequeños arbustos), dietes (de hojas largas y finas, con flores blancas) y buxus (arbusto). “Tenemos que reponer -sobre todo- las flores, ya que algunas se secaron por diferentes motivos: por los perros que dañan los plantines y también por el invierno, con la característica falta de humedad, que no es el momento ideal para ver las flores en su esplendor. De todas formas utilizamos fertilizantes orgánicos, que están dando buenos resultados”, dice el ingeniero agrónomo tucumano.

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Entre las flores y las hojas verdes, un manto de chip de pino (son pequeños trozos de corteza) protege la humedad y cubre un geotextil que se coloca sobre el nuevo sistema de riego por goteo. De esta manera las plantas tienen la humedad necesaria, los vecinos no se mojan con los aspersores y el chip evita que crezcan las malezas.

Si bien no tocaron el arbolado en esta etapa, sí tuvieron que plantar un tarco o jacarandá en una esquina sobre 24 de Septiembre, en un espacio que estaba vacío.Las otras especies que lo acompañan en altura son las altas grevilleas ubicadas en el centro de la plaza, palmeras reales, lapachos, ibirá pitá (que en verano regalan copas amarillas cubiertas de flores), el ficus Santo Domingo que da sombra a la fuente, los naranjos que están en las veredas (antes había tres filas de estos árboles, y ahora se ven solo dos líneas), entre otros tarcos.

Sistema de riego y rejas

Las “olas verdes” ya se notan en el paseo público y van a protegerlas con pequeñas rejas de unos 60 centímetros, en formas de ondas. Cuando terminen de colocarlas se sacarán las redecillas naranjas que hoy “cuidan” los canteros. También instalaron alrededor de algunos árboles o grupos de hojas verdes planchuelas de hierro de puntas redondeadas, para que cuando se corte el césped no lastimen a las plantas.

La recepción entre los vecinos fue buena -reconoce Frías Silva- y no hubo grandes daños hasta ahora, aunque sí piden un uso ordenado, consciente y cuidado, sobre todo de los vecinos con perros, para que los animalitos no desarmen o sequen con su pis los canteros; y destaca la presencia de la Patrulla de Protección Ciudadana, como guardiana del trabajo realizado.

Ahora sólo quedan pequeños trabajos hasta la conmemoración de un nuevo aniversario de nuestra Independencia. Y también falta tiempo, para que las raíces decidan crecer, volverse fuertes, para regalarnos más verde, calidez, sosiego, en ese espacio que no sólo es usado para actos o protestas, sino también para el descanso, los besos y las lágrimas.

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