Filtros y maquillaje: entre la realidad y la ilusión

El boom de alterar imágenes de manera digital ha cruzado un nuevo límite y la textura de la piel es su nueva víctima. Cuáles son los desafíos de maquilladores profesionales ante la utopía de perfección.

Filtros y maquillaje: entre la realidad y la ilusión

La historia dice que Egipto fue la cuna del maquillaje. Siglos atrás fue en la tierra de faraones y reinas, de desierto y pirámides donde este complemento por primera vez se usó con fines estéticos.

En la actualidad y con miles de años de desarrollo, los cosméticos se transformaron desde su fabricación hasta su modo de uso. La irrupción de la tecnología ha ayudado en eso, pero también ha causado inconvenientes.

Con las tendencias de make-up en auge, son cada vez más los expertos en el área que se ven en la necesidad de recordar algo que parece obvio: el maquillaje no es un filtro de Instagram.

Es que se volvió común que a la hora de buscar un servicio para un evento especial, las clientas se decepcionan al ver algo tan natural como la textura de su piel. ¿Por qué? Porque a raíz de las ediciones de fotos y videos en redes sociales, muchos sueñan que con alguna técnica mágica hasta sus poros desaparezcan.

Esta problemática está en aumento y en países como Noruega se han creado leyes que prohíben a influencers retocar sus fotos para luchar contra la publicidad engañosa y los ideales de belleza irreales.

Al respecto de lo que sucede aquí se expresaron en diálogo con LA GACETA las maquilladoras Leia López Caridi y Erika Tomás.

Antes y después

“Para mí la pandemia vino a difuminar la línea que existía entre lo que es real y no en internet. Porque si bien los filtros existen hace muchísimo tiempo, antes si te detenías a observar la foto te dabas cuenta de que estaba editada”, analizó Leia.

Filtros y maquillaje: entre la realidad y la ilusión

“Hace algunos años, la gente también podía identificar mejor qué es lo que querían de un maquillaje. Me mostraban una imagen y me decían: ‘me gusta este color de sombra o quiero este tono de labial’. Hoy te muestran la foto y dicen ‘yo quiero verme así’, como si quisieran dejar de ser ellas mismas”, contó.

Por estas razones, la maquilladora consideró que gran parte de sus clientes creen que el maquillaje es magia, sin tener en cuenta otros factores en las ediciones de las imágenes, como la iluminación o la pose de las modelos.

“Piensan que realmente puede eliminar la textura de la piel, el volumen de sus ojeras o las líneas de expresión”, señaló.

Por su parte, Erika contó una experiencia que aportó otro ejemplo de lo que ocurre: “Observo seguido como, una vez que se sacan fotos después del maquillaje, cuando la piel ya está emparejada y no hay diferentes tonos ni texturas, aun así utilizan filtros como si hiciesen falta”.

Dosis de realidad

Por todo lo que describen las maquilladoras, en las redes sociales son muchos los profesionales que llaman a crear conciencia y normalizar la textura de la piel en todas sus formas. Así buscan evitar secuelas mayores en la psiquis de quienes se comparan con personas que recurren a los filtros para mostrar una utopía.

“Me han llegado a pedir perdón por tener arrugas, granitos o marcas. Entonces es muy importante mostrar la realidad de la textura de la piel con y sin maquillaje, para que la gente tenga expectativa real y que no se decepcione cuando no se vea de la manera que creó en su mente”, reflexionó López Caridi.

“Dentro del maquillaje también se escucha mucho el concepto de arreglarse, y cuando me dicen ‘yo no me arreglo nunca’ yo les pregunto: ¿vos estás rota?. Para mí arreglar se aplica a un auto o a una silla, pero cuando te vas a maquillar simplemente lo hacés para que los demás vean lo que más te gusta”, refirió.

Su colega, en esa línea mencionó: “El maquillaje busca potenciar nuestros rasgos más favorecedores y no transformarnos en otra persona. Entonces siempre hablo de destacar la belleza natural”.

Filtros y maquillaje: entre la realidad y la ilusión

No obstante, Tomás admitió que las autocríticas de sus clientas suelen ser más que los halagos a ellas mismas. “La mayoría se centra en lo que les disgusta y me piden ‘tapame esto, corregime allá, afiname la nariz o el rostro y no me hablan de destacar sus características más favorables”, aseveró.

“En ese momento mi desafío es cómo me comunico para revertir sus pensamientos”, señaló.

Todas las formas de piel

Las texturas de la piel son muchas porque existen varios tipos. “Hay pieles, sanas, normales secas y mixtas”, ahondó al respecto el dermatólogo Jorge del Río.

“El exceso de grasa, el envejecimiento por el paso del tiempo o el sol son algunos factores que provocan que la piel tenga una textura irregular, por eso es tan importante usar pantalla solar”, pormenorizó.

Y aunque lucirla como un filtro no es real, sí puede ser cuidada para tenerla de la mejor manera posible.

“Primero hay que protegerla del sol, además es fundamental no fumar ya que la piel se apergamina y se reseca, y por último se debe controlar el estrés”, desarrolló el profesional.

En este punto, también se debe remarcar que las rutinas de cuidado son esenciales para el objetivo: “Recomiendo empezar por la mañana lavando la cara, luego usar alguna leche de limpieza o agua micelar y a la noche repetir el procedimiento agregando cremas humectantes”, puntualizó.

Una herramienta

Finalmente, Leia se sumó a los consejos pero no de cuidados sino de ser quienes somos sin limitaciones y ver al maquillaje como una herramienta para lograr nuestra mejor versión.

“El maquillaje se creó para usarse como más nos guste y nada nos debería limitar de hacerlo”, reflexionó.

“Hay que animarse a usarlo sin importar si eso remarca más o menos textura porque importa lo importante es lo bien que nos sintamos al momento de usarlo”, cerró.

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