Cristian Buttié: “Milei hace de las expectativas su plataforma política”

Según el analista, cada vez hay más pragmatismo entre los gobernadores.

PACTO DE MAYO. Según Buttié, tendrá más efectos en el microclima de la política que en la sociedad. PACTO DE MAYO. Según Buttié, tendrá más efectos en el microclima de la política que en la sociedad.

Cristian Buttié diferencia el microclima de la política de la temperatura social. El politólogo y director de CB Consultora de Opinión Pública hace esta distinción a propósito de las expectativas que existen sobre la gestión, la firma del Acta de Mayo en Tucumán y también sobre el rumbo económico, motor esencial del humor de los argentinos. “En uno y otro escenario, Javier Milei es el epicentro de la política argentina”, subraya el analista durante una entrevista concedida a LA GACETA. En ella se refiere también a la sombra que Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner pueden hacerle al actual presidente de la Nación y el escenario preelectoral rumbo a los comicios de medio turno de 2025.

-¿Cómo se encuentra la imagen de Milei en estos momentos?

-La aprobación es superior a la desaprobación, en términos generales. Milei es el actor protagónico de la política argentina; todo gira alrededor suyo. Curioso es el caso que Cristina, que supo tener centralidad, brinda una nota, pero su impacto no es el mismo que antes. Macri, más aún, pasa desapercibido y, por eso, trata de volver a la escena, trascendiendo en un escándalo de cambio de autoridades en el PRO, pero no como líder. Milei es el epicentro de la política, porque a la vista de la sociedad, el ala económica está dando los resultados fijados para bajar la inflación, más allá de los daños colaterales, que no son menores. Entonces, habrá que ver cómo rebota, si lo hace, la inflación, y cómo impacta en las expectativas de ese 56% del electorado que lo votó. En estos siete meses de gestión, conserva aquella “luna de miel” con ese electorado y de otra parte que aún tiene fresco el recuerdo de lo que fue la gestión anterior, la de Alberto Fernández. Por eso sus errores, forzados o no, son interpretados como inferiores al peligro que puede significar el retorno del kirchnerismo al poder. Creo que cada gobierno es único y los contextos también. No debemos perder de vista que, en este tiempo transcurrido de mandato, Alberto Fernández supo tener un 70% de imagen positiva, en el marco de una pandemia, cuando llegó al gobierno con un 52% de los votos. Milei, en tanto, llegó con un 56% y se mantiene más o menos allí en imagen que, por lo que se observa, es su techo. Hay que ver qué más construye el jefe de Estado de cara al año que viene, más allá de las elecciones, en un escenario en el que pone en juego pocas bancas, y puede ganar mucho si la economía acompaña a La Libertad Avanza. En este juego tampoco hay que dejar de lado la acefalía que hay en la oposición, que diversificará el voto de esas opciones electorales.

-¿De quién se tiene que preocupar más Milei, de las críticas de Cristina o de los planteos de Macri?

-Se tiene que focalizar en Macri, totalmente. Cristina es protagonista y será difícil sacarla de escena porque aún tiene un núcleo duro de seguidores que se hace más chico. No es la líder de 2017 con Unidad Ciudadana ni la que gestó el triunfo de Unión por la Patria en 2019. El Presidente tiene que preocuparse por Macri, salvando las distancias, que puede llegar a convertirse en un referí interesante mirando a lo que puede suceder en 2027. Puede ser comparado con el fenómeno de Sergio Massa que, en 2019, acompañaba el triunfo en primera vuelta, pero por fuera, empujaba entre 6 a 10 puntos para el balotaje. Macri, insisto, tiene algo de eso, porque el nuevo referente del voto para el cambio genuino es Milei. El PRO dejó ese rol, pero si Macri construye por fuera, puede llegar a limitar las proyecciones del actual Presidente. Entonces, no hay que perder de vista cómo se distribuye el voto. Un tercio va hacia la izquierda; otro tercio va hacia la derecha, pero entre un 35% y un 40% es pendular; es la que convirtió como jefes de Estado a Milei, recientemente, y antes a Fernández y a Macri. Ese votante no está fidelizado. En definitiva, Macri también es tan protagonista como Cristina, no por las posibilidades de volver al poder, sino por la capacidad de daño que puede llegar a tener para que el conservadurismo siga gobernando.

-¿Y cómo juegan los gobernadores?

-Son los más pragmáticos en todo este escenario. Cada uno tiene sus situaciones particulares, porque cada provincia es un mundo y se maneja de manera particular. Esos gobernadores necesitan mantener sólida la gobernabilidad, en base a sus recursos. Puede decirse que, en este proceso de recambio que se abrió en la Argentina, no hay herederos de la continuidad del poder del peronismo y hay varios que están en proceso de construcción de su gobernabilidad, como puede ser el caso del tucumano Osvaldo Jaldo. Si bien fue interino en tiempos de Juan Manzur, hoy busca consolidarse en el ejercicio del poder con impronta propia. Después tenés el caso del pampeano Sergio Ziliotto, del sanjuanino Marcelo Orrego o del entrerriano Rogelio Frigerio a los que no les resulta sencillo transitar en este proceso de recesión, como al resto. Eso lo vemos en las mediciones que hacemos mensualmente con el ranking. De allí que practican el pragmatismo y están predispuestos al diálogo con el Gobierno nacional. Buscan generar vasos comunicantes y tender puentes. Hay que ver si del lado de la Nación también tienen la misma sinergía; si no la tienen, claramente esos gobernadores se despegarán como le pasó antes a Macri.

-¿Qué es lo que puede generar el Pacto de Tucumán para la Argentina que se viene?

-Creo que no generará las mismas expectativas que cuando fue anunciado en marzo por cadena nacional. En aquella oportunidad se lo presentó como un Pacto de La Moncloa, de diálogos que sentaban las bases del país. Creo que eso hoy está un poco diluido, pero en el microclima de la política es un activo para establecer la hoja de ruta del Gobierno. Creo que en algunos aspectos se asemeja a lo que hizo el menemismo en la década de 1990 en la que hubo predisposición de los gobernadores cuando el Gobierno nacional pasó con la ambulancia y todos se subieron. Así funciona en la política, pero no en la sociedad. Creo que ha perdido esa expectativa que pudo haberse gestado meses atrás. Puede que pase a ser algo simbólico, más de microclima.

Cristian Buttié: “Milei hace de las expectativas su plataforma política”

-Las expectativas del mercado y tal vez las sociales le están demandando resultados a Milei...

-Milei es un presidente de expectativas. No tiene la solvencia política y tampoco la estructura. No posee gobernadores ni intendentes propios que son los que le aseguran la gobernabilidad y que pueden llegar a permitirle sobrepasar contingencias tal como pasó con Alberto Fernández, con las corridas cambiarias, la debilidad institucional y la renuncia de ministros. Esos gobernadores e intendentes le daban a Alberto un colchón, una suspensión frente a los baches que debía enfrentar. Milei no tiene ese colchón. Por eso, hace de las expectativas su plataforma política. Es el todo. De allí es que será necesario indagar cuál será la reacción frente a potenciales contingencias como la suba de la cotización del dólar o de la inflación que puedan causar rebote y la sociedad perciba algo que no le guste. No hay que perder de vista que la confianza es un proceso de construcción que lleva años. Y, en esa circunstancia, si las expectativas respecto de Milei caen, no tendrá, como dije antes, una estructura suficiente para amortiguar esa caída, que puede ser más dura. De todas maneras, hoy tiene una cuota de confianza que le da la sociedad. El Presidente tiene la oportunidad de construir una nueva imagen de la Argentina con acciones como el Pacto de Tucumán, en la que los mandatarios provinciales firmantes contribuirán a consolidar la gobernabilidad.

-En el medio de ese debate nacional, ahora se le agregan cuestiones internas del gabinete. ¿Habrá una convivencia entre el ministro de Economía Luis Caputo y su par de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger?

-Si en las reglas de juego naturales dentro de una estructura de gobierno comienzan a percibirse la existencia de diferentes voceros sobre la estrategia gubernamental, posiblemente se presenten más problemas que soluciones. En el Gobierno anterior no sabías claramente quién tomaba las riendas. Si era Cristina, el propio presidente Fernández o el entonces ministro de Economía Sergio Massa. Probablemente, eso pueda darse -si se permite- con Karina Milei (secretaria general de la Presidencia), Sturzenegger y el propio Caputo. Los antecedentes son claros: no ha dado buenos resultados tener un gobierno con muchos caciques. Sería alentador que Milei marque la agenda de gestión y evite este tipo de internas en su gabinete.

-Pero el propio presidente de la Nación ha expresado que el jefe es él...

-Sí, pero tal vez él mismo no puede estar en todas las decisiones que se adopten. Estamos frente a un Presidente que viaja por el mundo y no puede estar pendientes en cuestiones de microclimas locales. Claro está que es él el que toma las decisiones, pero no podes ser referente internacional si estás todo el tiempo encima de las cuestiones locales, en internas que pueden solucionarse de otro modo.

-Si la economía se encarrila, ¿cómo puede presentarse el panorama electoral tomando en cuenta las elecciones de medio turno de 2025?

-La Libertad Avanza, con el mandatario nacional a la cabeza, tiene mucho para ganar. Es más que seguro que intentará nacionalizar los comicios intermedios con la figura de Milei más allá de quiénes sean los candidatos. Algunos actores políticos tratan de rearmarse hacia 2027 y, por lo tanto, no querrán ser parte de una derrota electoral si es que Milei logra encarrilar la economía en lo que resta de este año. Aquellos que tratan de preservarse razonan que lo mejor es preservarse porque, si el terreno le es favorable al gobierno, ganarán los candidatos de Milei. Reitero: el partido del Presidente pone pocas bancas en juego y tiene mucho por ganar. Pero la antesala muestra la gran disrupción en el macrismo que tratará de buscar protagonismo, en términos electorales, en la Ciudad de Buenos Aires, con Macri como candidato a senador, pensando en 2027. Milei necesita más bancas, y no veo sorpresas en la vereda del frente con una conducción que unifique a la oposición. Esa oposición está haciendo todo lo posible para que el oficialismo festeje la noche del domingo de los comicios.

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