Juan Antonio González
Consultor de Naciones Unidas
Sin duda alguna, la idea de proteger las yungas, tanto en la porción tucumana como en el resto de las provincias que la poseen (Salta, Jujuy y Catamarca), es por lejos una idea progresista, estratégica y sobre todo necesaria desde varios puntos de vista. Me atrevo a decir que desde hace años no se ha visto una idea semejante por los aspectos positivos y de futuro que este proyecto implica. En efecto, el proyecto impulsado por el presidente del Ente Turismo Tucumán CPN Domingo Amaya, recibió el apoyo unánime de Ente Norte de Turismo (conformado por seis provincias) para que las yungas sean declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad, distinción que es otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Las yungas en Argentina representan un espacio natural de enorme riqueza paisajística y es fuente de numerosos servicios ambientales como el agua que usamos cada día para nuestra fisiología y para nuestro desarrollo como sociedad, es una fuente de genes a través de su alta biodiversidad, elementos que pueden ser utilizados para mejorar nuestras especies cultivadas en un ambiente de cambio climático y afectación de nuestra economía, es un regulador del clima y posee además diferentes pisos altitudinales (casi desde los 400 metros hasta los 3.500 metros de altitud) que pueden ser utilizados inteligentemente tanto para aprovechamientos energéticos (como la energía solar) o diversificación de la agricultura o áreas protegidas. Intervienen las yungas también como regulador biogeoquímico, aportando nutrientes a las aguas y suelos, son una fuente de maderas y proteínas a través de su flora y fauna, son sumideros inmensos de carbono y por lo tanto descontaminante de nuestra atmósfera. Además, alberga conocimientos ancestrales a través de muchas comunidades originarios que habitan en ese ecosistema. Si a esto sumamos dos hechos como son la necesidad de la nuevas generaciones de volver a un turismo responsable, respetuoso de ambiente y la posibilidad de negocios verdes, como son los bonos carbono, estamos en presencia de aprovechamientos económicos, que suficientemente proyectados como oportunidades de negocios a nivel internacional, pueden potenciar a Tucumán y al resto de las provincias, a la generación de nuevos usos de nuestros recursos naturales en consonancia con los Objetivos del Desarrollo Sustentable (ODS), de Naciones Unidas, a los cuales nuestra provincia se halla adherido. Precisamente entre las acciones los ODS sugieren trabajos concretos contra el cambio climático, producción y consumo responsable, protección ambiental, así como la erradicación del hambre y la pobreza y alianzas para lograr los objetivos, para avanzar hacia el desarrollo Sostenible.
Integración regional
Sin duda que otro aspecto importante del proyecto es la integración regional que esta idea implica. Es momento de pensar como región a posicionar esta idea a nivel nacional e internacional. Si bien parte de las yungas, en Salta y Jujuy, ya se encuentran protegidas por Unesco es hora de completar este esquema y mostrar que nuestros espacios naturales compartidos deben ser mostrados como tales mas allá de los límites geográficos. La sinergia que puede generar este tipo de acciones resultará de alto valor ambiental y económico en un momento en que se debe potenciar nuestras economías regionales.