Los alumnos de escuelas primarias públicas de la provincia de Tucumán tuvieron 357 horas menos de clase en 2022 que sus pares del mismo nivel educativo de la Ciudad de Buenos Aires. Son tres semanas menos de tiempo escolar: casi un mes completo. Esta conclusión surge del informe "Tiempo en la escuela: evidencia y comparaciones" presentado recientemente por la organización no gubernamental Argentinos por la Educación.
Con 805 horas escolares, Tucumán ocupa el puesto 16 en la tabla de cantidad que incluye a las 23 provincias más la CABA de 2022 (ver abajo). En la punta quedaron la capital del país (1.162 horas), y las patagónicas Santa Cruz (1.099) y Tierra del Fuego (984). San Luis (753) se posicionó en el último lugar del listado.
La investigación de Martín Nistal y Eugenia Orlicki, ambos del Observatorio Argentinos por la Educación, coloca a Tucumán en entre las 10 provincias con menos horas en las escuelas primarias públicas. La provincia no pudo alcanzar el objetivo de 829 horas planificado por la Argentina para 2022.
Días de clases: dónde está la Argentina respecto del mundo
El informe expresa que la Argentina tiene 186 días promedio de clases, cantidad que superan países como Israel, Japón, Australia, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Italia y Brasil, que superan los 200. Pero se trata de una cantidad de días superior a la de Canadá, Hungría, Chile, Irlanda, Francia y los Estados Unidos. El número de jornadas escolares argentinas está en el promedio justo de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
El trabajo de Argentinos por la Educación tiene un objetivo doble: por un lado, reunir la evidencia académica que existe sobre las ventajas de extender la cantidad de días y de horas de clases en las trayectorias de los alumnos y, por el otro, con base en los datos del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación y de la OCDE, advertir sobre la disparidad en la carga horaria escolar existente en las distintas provincias y en el mundo.
El incremento de días y de horas de clases es importante, pero, también, importa la calidad. Esto se ve en el hecho de que, por ejemplo, un país de avanzada como Suecia sólo tiene 714 horas escolares teóricas.
"Habitualmente más tiempo en la escuela suele ser mejor. Extender el tiempo escolar, ya sea aumentando la cantidad de horas o días puede tener efectos en la mejora de aprendizajes, reducción de la repetición de grado, o mejoras en la asistencia futura en la escuela. También hay efectos, aunque con menor cantidad de evidencia, relacionados a la reducción del embarazo adolescente, reducción de los delitos y mejoras en la inserción laboral de las mujeres", refiere el informe de Nistal y Orlicki. Pero matiza: "sin embargo, los efectos de aumentar el tiempo escolar no son tan grandes, comparados contra otras políticas, más aún si se consideran sus costos".
El informe recuerda que el tiempo escolar se ve afectado por paros, ausentismo estudiantil, ausentismo docente, problemas edilicios en las escuelas, problemas climáticos, entre otros. "En la Argentina no existe información pública sobre la cantidad de horas y días de clase efectivos. De esta forma, un paso importante es medir los días efectivos de clase para trabajar en garantizar el tiempo teórico", apunta. Y añade: "en la medida que se avance con los sistemas de información, el monitoreo de estas variables es clave para poder garantizar trayectorias constantes en el tiempo y, con los alumnos en el aula, poder trabajar en los pasos siguientes que necesita la educación argentina, para asegurar los aprendizajes y llegar con las mismas horas de clase a niveles de resultados como los de los países de la OCDE".
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