“Un filósofo es un hombre al que no le dejan preguntar, pero solo existe como filósofo si puede preguntar, le cueste lo que le cueste. Las transformaciones de las respuestas convencionales en preguntas necesarias es lo que lo distingue como filósofo”, expresó Santiago Kovadloff luego de recibir la distinción “Paul Groussac” otorgada por la Alianza Francesa y la Fundación Cartier.
Ayer se celebró la Fiesta Nacional de Francia, que se desarrolló en conmemoración de los 235 años de la toma de la Bastilla, y se festejó el centenario de la Alianza Francesa en Tucumán. En el marco de la festividad, la casa francófona homenajeó al reconocido filósofo, ensayista y poeta Kovadloff por su extensa carrera y su vínculo con la sociedad y la cultura francesa.
Decenas de miembros de la sociedad francesa asistieron con sus escarapelas bicolores para disfrutar del brindis y escuchar al intelectual. Luego de entonar ambos himnos nacionales y rememorar la fecha histórica y la influencia que tuvo en la independencia latinoamericana, Mariana Sawaya, directora de la Alianza Francesa en Tucumán, y Eduardo Posse Cuezzo, presidente de la Fundación Cartier, entregaron la distinción “Paul Groussac” al polifacético Kovadloff .
“Con mucho orgullo recibo esta distinción. Viene a regalarme la oportunidad de expresar mi identificación con todo lo que ustedes hacen, con lo que es la Alianza Francesa aquí en Tucumán y la figura de Paul Groussac, que naturalmente está cercana a quienes somos argentinos”.
El ensayista reconoció la importancia que tuvo Francia en su formación profesional y en su vida personal. “Francia atraviesa mi vida. No habría podido desplegar mi propia vocación de escritor sin haber tenido la oportunidad de ser transformado por la lectura de quienes desde mi adolescencia me permitieron descubrir que la belleza además de ser el resultado de un don superlativo es el producto de un trabajo intensísimo”.
“Libertad, Igualdad y Fraternidad”, ese es el lema de Francia tras su histórica revolución y Kovadloff no pasó por alto dicha consigna. “Libertad, igualdad y fraternidad son tareas, no logros definitivos si quieren ser logros democráticos. Nunca somos suficientemente equitativos, fraternales ni libres. Esto lo enseña Francia a través de sus intelectuales. Francia tuvo un papel significativo en la construcción de la cultura occidental; es un país que ha hecho de la democracia una tarea”, sostuvo.
“La posibilidad de volver a Tucumán es para mí siempre consolidar un momento de mucha intimidad de mi vida; vengo como parte de un esfuerzo que se está desplegando aquí que es el de darle al pensamiento y a la creación literaria un lugar y un protagonismo. Esta provincia ya forma parte de mi propio escenario vocacional y laboral, es la tierra de mis maestros”, dijo el filósofo en diálogo con LA GACETA luego de ser agasajado.