José “Tony” Sabate, de 33 años, es más conocido en Tucumán como Café Letrado, su alias en las redes (@cafeletrado.barismo en Instagram y @cafeletrado en TikTok). Emprendedor y creador de contenido de café, “Tony” fundó su propia academia de barismo llamada “Letrado Uni” por la cual ya pasaron miles de alumnos. También es asesor gastronómico, y ha trabajado con proyectos de la Argentina y de España. Entre sus conquistas está el haber organizado el primer acontecimiento de café de especialidad del país. La última “estación” de la carrera de este tucumano se llama “La Dourada”, la cafetería que montó con su papá en Póvoa de Varzim (Portugal) y que abrió en abril.
Si bien en una entrevista virtual con LA GACETA afirma que se enamoró del café desde muy chico, su historia profesional con esta infusión comenzó alrededor de seis años atrás. Según él, fue de manera inesperada y por “pura casualidad”. Sabate estaba estudiando Arquitectura y un día, en una conversación con su novia, ella entre risas le reclamó: “che, ‘Tony’, estoy cansada de que no tengas plata ni para invitarme una Coca”. Este comentario lo impulsó a salir a “tirar currículums”. Y así consiguió su primer trabajo como barista en Negüe Café.
En ese entonces, año 2018, el concepto de “café de especialidad” y el barismo en general estaban en pañales en la provincia. Negüe fue uno de los proyectos pioneros en esos temas al, por ejemplo, traer de otros lugares baristas especializados para capacitar al personal. En ese mundo, a “Tony” se le ocurrió que, si se formaba de manera adecuada, podía ser él quien enseñara a preparar café de especialidad en Tucumán.
Luego de trabajar un año en Negüe y de haber aprendido sobre gastronomía, decidió abrirse camino por sí mismo y probar algo nuevo: las capacitaciones. Para vender sus servicios, aplicó la técnica de ir de “puerta en puerta”, más específicamente, de bar en bar. Su método consistía en visitar un establecimiento; pedir un café y evaluarlo: si consideraba que podía mejorar, se acercaba a charlar con el equipo y ofrecía sus capacitaciones. Fue a decenas de cafeterías y su propuesta siempre era rechazada. “La mayoría de la gente no sabía ni qué era ser barista. ‘¿Barista? ¿el del tránsito?’ preguntaban. Me decían, ‘¿qué me vas a enseñar vos?’ Imaginate, no tenía ni 30 años en ese momento”, relata “Tony”. Pero él no se rindió y llegó por fin el día que el dueño de un bar decidió confiar en sus conocimientos.
El fin de la timidez
“Tony” se hizo un nombre entre los gastronómicos de Tucumán: sus clientes lo recomendaron y terminó dando cursos de barismo en más de 30 cafés de la provincia. Poco antes de que comenzara la pandemia, Sabate tuvo la oportunidad de sumarse al equipo de baristas de Benito Santos, que acababa de abrir. Esta decisión impulsó su carrera y dio origen a la marca “Café Letrado”.
Mientras trabajaba en Benito, “Tony” conoció a una de las autoridades del café de especialidad en la Argentina. Se trata del venezolano Elan Aparicio (@elancoffee en las redes). A su lado, el tucumano entendió que, si quería vivir del barismo, debía formar su propia comunidad digital. “En ese momento yo obviamente tenía vergüenza de exponerme tan públicamente y sólo había publicado ‘algunas cositas’ de café”, cuenta “Tony”. Al término de la charla con Elan, ya sabía que debía dedicarse en serio a crear contenido si lo que quería era dar a conocer su trabajo cafetero. En la actualidad, Café Letrado tiene más de 90.000 seguidores en TikTok y 17.000 en Instagram.
El lado duro de la exposición
“Tony” explica que el crecimiento de sus redes trajo miles de comentarios negativos, pero que esto lo hizo más fuerte para enfrentar las críticas en general. La prueba mayor ocurrió con los videos de TikTok que lograron millones de visualizaciones. “Cuando uno de tus videos pasa las 100.000 vistas, vas a recibir todo lo malo que pueda decir un ser humano”, comenta. Es que la audiencia llegó a cuestionar hasta su aspecto físico y su acento tucumano.
Pero la mala onda jamás lo detuvo y las críticas ya no lo afectan. Según su perspectiva, no queda otra que entender la agresividad como una de las reglas del juego en las plataformas digitales: “quizás suene un poco pesimista, pero es todo lo contrario. A nadie le importa realmente lo que hacés. Si hacés algo súper espectacular, la gente aplaude. Pero, hasta eso, te van a cuestionar y criticar”.
La pasión por aprender y enseñar
"Tony” sostiene que el éxito es consecuencia del hambre interminable por aprender y observa que uno nunca sabe cuándo esas habilidades van a poder ser utilizadas para otras cosas. Él dice que hoy más que nunca es necesario crear un conjunto de habilidades que nadie más tenga. Él, por ejemplo, no se conformó con ser autodidacta, sino que también viajó a Buenos Aires para estudiar con grandes referencias argentinas del café, como Diego Lobo.
Yo soy adicto a aprender. Aparte, tengo la fortuna de saber inglés. Así aprendí un montón de cosas y leí muchísimos libros”, relata. Y subraya: “creo que el inglés es lo que desbloquea todo. Si no supiera inglés, ni hubiera arrancado con todo esto, me hubiera quedado en Arquitectura”.
En su trabajo en la academia se dio cuenta de que le interesaba compartir su visión emprendedora con otros jóvenes. Confiesa que el día de mañana le gustaría que Letrado Uni sea un centro educativo donde haya carreras afines al emprendedurismo. “Siento que falta tanto conocimiento para emprender… No es que sea un crack: yo fui tropezándome y aprendiendo de los fracasos”, advierte. Hoy piensa que es bueno ayudar a otros para que su recorrido sea un poco menos rocoso.
Cómo detectar oportunidades
"Tony” analiza que las empresas y personas más exitosas del mundo se reinventan constantemente porque, de lo contrario, desaparecen. Por ejemplo, Blockbuster no supo adaptarse y fue superada por Netflix. "Es importante saber que lo constante es el cambio”, dice. Y añade: “al igual que Michael Jordan y Lionel Messi, que enfrentaron fracasos antes de alcanzar el éxito, los emprendedores deben estar preparados para aprender de sus errores y seguir adelante”. Identificar las molestias y problemas propios y de los demás puede ser la semilla para crear soluciones innovadoras y exitosas. Como Sabate menciona, él mismo hizo el primer evento de la historia de Argentina sobre café y luego se mudó a Portugal, donde invirtió todo en “La Dourada” en el afán de probar algo completamente nuevo.
El creador de Café Letrado enfatiza la importancia de estar atento a las necesidades de las personas que están cerca y de encontrar maneras de resolver sus problemas. Según su experiencia personal: no decidió ser asesor gastronómico de la nada, sino que constantemente recibía preguntas de conocidos sobre máquinas de café, baristas y menús. Al darse cuenta de que estas consultas eran frecuentes y valiosas, decidió que esa demanda sería la base de su servicios. Como él mismo dice: "si algo te molesta mucho, probablemente también moleste a otros. Esa es una oportunidad para desarrollar un negocio. Elegí cuál es la molestia que más te jode y canalizá esa energía en resolverla".
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