27 Julio 2024
Coincido plenamente con el lector Claudio Félix Carlos Ybrahim en su carta “Docentes”, del 25/07. La carrera docente es muy gratificante en muchos sentidos, pero requiere de un desgaste de energía muy grande. Muchos criticaron los antiguos tres meses de vacaciones que se solía tener y se redujo a uno solo. Las exigencias aumentaron y no se siente el corte necesario para restablecer el descanso adecuado para gozar de buena salud mental. Y cuando estamos llegando a cumplir la edad jubilatoria nos sentimos como si hubiéramos cruzado un océano nadando y estamos en la playa, aún en el agua y con marea baja, pero sin fuerzas para salir y ponernos a salvo de una marea alta. Y no es justo para el docente ni para los alumnos esta situación. Los legisladores deberían hacer una experiencia de por lo menos un año en la enseñanza y entenderían lo que pedimos en cuanto a la edad jubilatoria; o, en su defecto, investigar la actividad cotidiana de la mayoría de maestros y profesores que dejan sus vidas en las aulas.
María del Valle Priotti
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