El fuego arrasó más de 400 hectáreas en Tafí del Valle

Bomberos y brigadistas trabajan a destajo para contener las llamadas. Especialistas explican que las heladas de julio y la falta de lluvias secaron los pastizales y los volvieron altamente inflamables. La incidencia del viento Zonda.

El fuego arrasó más de 400 hectáreas en Tafí del Valle

Un incendio de gran magnitud se registró en las zonas de El Pabellón y La Ciénaga, en Tafí del Valle, donde más de 400 hectáreas terminaron arrasadas por el fuego. Bomberos y brigadistas trabajaron incesantemente para contener las llamas. Según informes de Defensa Civil, el incendio avanzaba ayer por las áreas de la alta montaña, lo que complicaba el acceso para los equipos de emergencia.

Fernando Torres, director de Defensa Civil, informó que se organizaron operativos con el apoyo de un avión vigía del Sistema Nacional del Fuego.

“El fuego se encuentra en zonas de difícil acceso, entre los 2.800 y 3.000 metros de altura -precisó-. Las condiciones del lugar son complicadas, zonas de alturas con muchas pendientes y quebradas y además las condiciones meteorológicas no son favorables. Los vientos activaron mucho los focos, las temperaturas aumentan y hay viento permanente”.

El funcionario resaltó el esfuerzo de los Bomberos Voluntarios de Tafí del Valle, de los Brigadistas de Defensa Civil y del personal del municipio en el combate del incendio.

“No hay poblados, hay puestos. Estamos en contacto permanente con gente de alta montaña, no tenemos gente en riesgo. Hoy (por ayer) a la mañana van a trabajar en ese lugar contando con este helicóptero que es muy importante por los desplazamientos”, añadió.

El frente de mayor preocupación avanza hacia áreas con mayores pajonales, lo que podría intensificar el incendio. “Va a haber viento norte, va a rotar luego el viento, con lo cual siempre estas modificaciones alteran un poco los operativos”, explicó Torres.

SEQUÍA. Mapa del Servicio Meteorológico Nacional que muestra las áreas secas. SEQUÍA. Mapa del Servicio Meteorológico Nacional que muestra las áreas secas.

Según el director de Defensa Civil, es probable que el fuego haya sido intencional. “Es una zona que hay poblaciones dispersas, hay viviendas porque hay actividades de pastura. Hay gente que tiene ganado, entonces es muy probable que es fuego intencional ante las heladas, quemar este material viejo para tener mejores pasturas a futuro”, contó.

Pastizales secos

Por su parte, el observador meteorológico del Servicio Meteorológico Nacional Cristofer Brito advirtió que ayer había una posibilidad alta de incendios y que para hoy se estima un riesgo muy alto, mientras que para el sábado habrá un índice extremo de posibilidades de fuego.

“Estamos en un ambiente seco, y sobre todo, con más material inflamable, que es la vegetacón que se secó a causa de las heladas de julio”, advirtió el especialista.

“Durante todo julio no llovió nada, 0 mm, y eso ayuda a que tengamos índices altos de riesgo de incendio. Las condiciones están dadas para que en cualquier lugar de la provincia un incendio se pueda propagar muy rápido, porque hay pastizales secos en todo el territorio tucumano y si sumamos el viento Zonda, que sopla en estos días, eso ayuda a que se propague más rápido y a mayor distancia”, finalizó Brito.

Focos de fuego

A su vez, el ecologista Juan González, afirmó que todo parece indicar que la quema de vegetación se agudizará en 2024. “Los datos satelitales de julio pasado mostraron 1.088 focos de fuego en territorio tucumano. Esta cifra representa un incremento del 132 % con respecto a julio de 2023”, informó.

Agregó que esto significa, en términos técnicos, que hemos generado más gases (como monóxido y dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y material particulado de diferentes diámetros) que otros años.

FOCOS DE FUEGO. Mapa satelital de julio pasado, con 1.088 focos de incendio. FOCOS DE FUEGO. Mapa satelital de julio pasado, con 1.088 focos de incendio.

De acuerdo con ese mapa, los principales focos de fuego se registraron en un polígono comprendido entre Santa Lucia, Famaillá, Bella Vista al norte, ruta 38 al oeste, ruta 157 al este hasta casi a altura de La Cocha.

“A simple vista es notable que se quemó todo tipo de restos de vegetación: caña de azúcar en pie, maloja de cosecha semimecanizada, pastizales de bordes de ruta y hasta vegetación en la zona montañosa. Es evidente que las bajas temperaturas contribuyeron a la generación de material combustible, pero eso no justifica la quema, que esta penada por ley y cuyos efectos sobre la salud de las personas y del ecosistema son bastante conocidos. No podemos seguir ignorando los efectos de esta práctica nada saludable para todos”, destacó el ecologista.

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