Día del Niño: la dura historia del hombre que lava autos a cambio de juguetes

"Sabemos que nuestro trabajo cuesta, pero el sacrificio vale la pena si podemos darles un poco de felicidad a los chicos", dice el impulsor de la iniciativa.

12 Agosto 2024

En el corazón del parque 9 de Julio, un hombre decidió transformar su trabajo diario en un acto de generosidad para que los niños más necesitados festejen su día con una alegría. Su nombre es Carlos, lavacoches de toda la vida, que,  junto a sus hermanos, cuñados y amigos, colgaron un cartel que dice: "Lavo tu auto por un juguete para los chicos de la Costanera Norte". 

Este es el tercer o cuarto año consecutivo en que esta persona realiza esta iniciativa solidaria, y poco a poco, los juguetes comienzan a llegar. Para saber un poco de él, Carlos es oriundo del barrio Costanera Norte y conoce de cerca las dificultades que enfrentan los niños de su comunidad. Recuerda cómo, durante su infancia, él y otros niños del barrio debían asistir a eventos organizados por dirigentes, donde los juguetes eran sorteados y muchos se quedaban con las manos vacías. 

"Nosotros éramos ocho hermanos, y mi papá no podía darnos todo lo que necesitábamos. A los 13 años, ya estaba trabajando para ayudar en casa", relata ante LG Central. Hoy, Carlos dejó atrás un pasado difícil, donde la pobreza y la falta de oportunidades lo llevaron a situaciones complicadas. 

"En nuestro barrio, muchos chicos de apenas 13 años ya están en la calle, adictos. Nosotros también estuvimos en eso, pero gracias a Dios pudimos salir", confiesa. Ahora, él y su grupo de amigos decidieron utilizar su trabajo como lavacoches para marcar una diferencia en la vida de los más pequeños.

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Una comunidad en busca de esperanza

El barrio Costanera Norte, marginado y con altos niveles de pobreza, es un lugar donde incluso los servicios de transporte como taxis y Uber evitan ingresar por considerarlo peligroso. Sin embargo, Carlos está decidido a cambiar esta realidad. "Sabemos que nuestro barrio está marginado, pero también sabemos que hay mucha gente buena, como en todos lados", afirma.

El sacrificio que realiza Carlos y su grupo de amigos no es menor. Para llevar a cabo su labor, deben transportar agua en carritos desde lugares distantes, enfrentando un esfuerzo físico considerable. Sin embargo, para ellos, vale la pena si pueden llevar un poco de alegría a los niños del barrio. "Queremos poner el corazón en esto, porque los niños son el futuro de nuestra comunidad", dice con convicción.

Carlos y su equipo estarán durante toda la semana frente al bar El Tótem, en el parque 9 de Julio, ofreciendo lavar autos a cambio de un juguete. No piden juguetes caros, solo algo que pueda dibujar una sonrisa en el rostro de un pequeño el próximo Día del Niño.

"Sabemos que nuestro trabajo cuesta, pero el sacrificio vale la pena si podemos darles un poco de felicidad a los chicos", concluye Carlos. La invitación está hecha: quienes quieran colaborar pueden acercarse, dejar su auto para que lo laven y, al mismo tiempo, aportar un granito de arena para que los niños de Costanera Norte tengan un Día del Niño más feliz.

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