No es fácil comunicarse con Sergio Galleguillo, porque vive en una zona con poca señal de celular en La Rioja. Con tantos shows que tiene en agenda, pasa muchas horas sobre el motorhome.
El jueves al atardecer, atendió llegó cuando estaba por subir al ómnibus y partir para una ciudad de Bolivia, y comenzar una nueva gira por sus 25 años de carrera. Esta noche cerrará el Atahualpa, un festival muy importante para él, como número central de una gran cartelera que comenzará a las 20 en el club Central Córdoba (Bolívar y avenida Alem), con artistas tucumanos y nacionales.
“El Atahualpa me hizo explotar en Tucumán, nunca olvido cuando Horacio Guarany me pidió que lo acompañara al escenario y terminamos cantando con el Chaqueño Palavecino, en el homenaje que se le hizo. La gente necesita este festival que es el padre de todos los encuentros. Además con ese nombre tan maravilloso…”, le dice a LA GACETA.
El músico cuenta que la adrenalina le da vida, al igual que el reencuentro con sus hijas, con lo que está muy feliz, porque además están incorporadas en su espectáculo. Y, entre risas, admite que la chaya es más que la harina y la albahaca; y que el folclore no es una moda.
- Este año ya viniste cuatro veces a esta provincia.
- Voy siempre a Lules, Tafí Viejo, Trancas... los tucumanos me hacen trabajar el doble y está muy bien porque tengo que cambiar los temas, antes que digan “este gallo siempre canta lo mismo”. Tucumán es muy exigente por eso lo respeto tanto, el público me pide más, demanda, y eso es muy bueno para los artistas.
- ¿Cómo definís el repertorio?
- Este año estuve en el Teatro Mercedes Sosa y pude interpretar algunas composiciones que son propicias para esa sala, como “Margaritas” y “De noche y albahaca”. Son canciones que no se pueden cantar mucho en los festivales. Es un espectáculo más íntimo y uno puede expresarse más, porque en los eventos masivos siempre hay un límite, 40 minutos o una hora, y lo tenés que respetar. Los teatros tienen una magia increíble.
- Tu repertorio va y viene...
- Un show tiene alrededor de 23 o 25 canciones. Para seis shows calculá, porque armamos un espectáculo para cada lugar. No es lo mismo cantar a la medianoche que a las cuatro de la mañana. Hay títulos como “En el carnaval”, “No llores canciones”, “No te vayas aún”, que están casi siempre y además hacemos versiones. Estamos reversionando. O “El camión de Germán”.
- Estás subiendo al ómnibus, me decías.
- Vivo en el motorhome, pero hay cosas nuevas que disfruto mucho, porque viajan mis hijas, una es cantante de pop y otra corista. Nuestra vida es sana, no consumo ni alcohol. Tengo 55 años pero a los 60 años me retiro, y estaré bien.
- Hablabas que recuperaste tus hijas.
- De mi primera pareja tuve a Andrea que tiene 30 años y a Salomé de 21. Ellas estaban enojadas conmigo porque las abandoné, pero me sentí solo y fui a buscarlas; la vida me dio otra oportunidad y estoy muy bien. Busco tener otra chance con mis otros dos hijos, de mi segunda pareja.
- En esta situación económica, ¿cómo estás trabajando?
- Hay cosas que cambiaron, uno tiene que ubicarse con otros precios; hay fiestas que no cuentan ya con el apoyo de la Nación. Yo paré un tiempo, pero fue por decisión propia, quería descansar un poco, tener nuevas composiciones. Se están acomodando algunas cosas. En Salta no me fue bien con los teatros, pero en Tucumán sí. En otros rubros, los internacionales, capaz que cobran una entrada de un millón de pesos y se llenan. Fuimos golpeados por la crisis, pero cuando los jóvenes eligen no los critico. El folclore es una familia en la que nos hacen falta más jóvenes.
Agenda: numerosos músicos en la cartelera
Sergio Galleguillo, Néstor Garnica y Ulises Bueno serán algunos de los artistas centrales del festival Atahualpa en el Club Central Córdoba, cuyas puertas se abrirán a las 20. También estará la dupla santiagueña Orellana Lucca y participarán grupos y artistas tucumanos como Los Puesteros, Sergio Bringas, Quebradeños, Belén Herrera, Los Castillo, Héctor Saleme y Pedro Acosta. El espectáculo estará dirigido por Ana Pedraza y Catto Emmerich.