El 20 de noviembre de 1956 la ONU proclamó por unanimidad la declaración de los derechos del niño en una cláusula anexa a la de los DDHH. En la misma se consignan las atribuciones y libertades que todo niño debe poseer sin excepciones por constituirse en un ser indefenso. Ya está fiesta de celebra desde 1953 y la fecha varía de país en país. En el nuestro se lo hizo coincidir con el 1er domingo de agosto día que es el de “los angeles” para el calendario litúrgico por toda la pobreza ternura y candor, que se amalgama en este ser tan frágil que es el niño. Pero ahí viene todo lo que se dijo estos días más allá de lo comercial y farandulero hace cuatro años la secretaria Nacional de la Niñez y Adolescencia hoy desaparecida por este gobierno, menciona que debe decirse “niñez”, alegando que este término es por prácticas inclusivas, abarcativas y representan el mundo heterogéneo y múltiple de la niñez. Creo que Niño es aquel pequeño, criatura, vástago, género que fuere, que lo es en persona física. Y Niñez es el período que va desde que nace hasta su pubertad o hasta una edad que ya comienza a discernir perfectamente su sexualidad, esto no es taxativo ni desconocer su psiquis, se manifiestan solos, tema muy complejo en la actualidad. Y las Infancias, nombre que también se quiere imponer a consecuencia de la niñez, denominación que quieren o tratan de imponer la Cámara Argentina de la Industria del Juguete. Mantengamos los usos y costumbres que son buenos y no afectan el comportamiento humano. Ya se puso en marcha la maquinaria política, social y comercial impulsora del consumo, juguetes, golosinas, ropa, zapatillas etc. Padres, si les toca tenerlo hoy solo ámenlo, denle ternura, cariño y se olviden del lunes, no se olvides de que “sólo se ve con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos...” Saint Exupery.
César Trejo