Tras una lesión y dos embarazos, quieren completar juntos el circuito del Trasmontaña

Cuando se levante el sol sobre el cerro San Javier, Carlos Apud y Celeste Ramayo se encontrarán en la rampa de largada, ya saboreando una victoria significativa. Después de tres intentos fallidos, estarán a escasos metros de descender juntos por ese icónico trayecto, un emblema para los bikers de todo el país. En la trigésima edición del Trasmontaña, se han reunido nuevamente, y, salvo imprevistos, competirán en la tradicional carrera por duplas. "Cuando crucemos la meta, voy a sentir que ganamos un premio a la perseverancia ", confesó un ansioso Apud. 

En tres ediciones el instructor de mountain bike y su alumna, que además es su amiga, estuvieron a punto de competir. Pero… “parecía un fertilizante estar inscripta en el Trasmontaña”, contó Ramayo entre risas. “Mis hijos fueron súper bien recibidos, pero los dos petisos fueron un error de cálculo”, aclaró la mamá de Juan Manuel y Eliseo. Ellos, más Nicolás Romero, su marido, estarán en la rampa y al costado de la senda también, alentándolos en la aventura tan deseada.

 “Yo corrí tres Trasmontaña: 2016, 2017 y 2018. Con el entrenamiento de un año entero, en 2019, la idea era correr con ‘Charly’ por primera vez. Yo vivía mi historia de amor con mi marido y paralelamente entrenaba a full”, relató la Odontóloga. Toda la preparación quedó trunca con una frase: “‘Estoy embarazada, no puedo correr’. Obviamente, una de las primeras personas a la que le conté fue a ‘Charly’, dado que teníamos el compromiso del Trasmontaña”, recordó la biker. Su compañero, recuerda un hecho particular: “El último día que fuimos a entrenar, subimos San Javier y ella llegó mareada. Uno de los chicos hizo la ‘broma’. Y creo que fue por eso que se hizo un control”, comentó Apud el curioso episodio que se hizo en realidad.

Como todo el mundo, el circulo biker se detuvo por la pandemia. La crisis sanitaria tomó a Ramayo en pleno inicio de su rol maternal. “Entrenamiento, consultorio y el resto de mi vida, todo lo fui retomando junto con la maternidad”, rememoró la dama de 37 años. Mientras tanto, a “Charly” no se le iba la idea de correr juntos porque su pericia como especialista en diseños de entrenamientos le indica que Ramayo es fuerte para lo que hace. “‘Sos una potencia sin explotar’, le dije. Ella siempre corrió con un amigo, pero era sólo para terminar. Lograron estar en el podio, entonces, ahí le propuse que corramos juntos”, recordó el instructor. “Ese año, ella conoció al gran amor de su vida, el papá de los chicos”, agregó. “Otro año será”, también recordó su pensamiento Ramayo en aquella ocasión.

En 2021 debido a la pandemia, la carrera se disputó en noviembre. Los organizadores se tomaron un tiempo prudente de retraso para organizar la logística. “Me propuso volver a intentar, así que otra vez me puse seriamente a entrenar”, afirmó Apud que tiene una experiencia de más de 20 Trasmontaña en línea de llegada. “En el transcurso de la preparación, tuve una caída en un entrenamiento y se me salió el hombro”, lamentó el biker. “Entonces ella, buscó correr con otra de mis alumnas y ahí llegó Eliseo”, detalló “Charly”. “Yo no quise volver a correr con nadie más. Solamente una vez subí al podio y me prometí que iba a correr si veía chances de pelear algún puesto ahí”, indicó el caballero de la dupla.

La dama sí corrió en la edición pasada. “Quería correrlo sí o sí. Obvio, volví a ‘Charly’”, afirmó con tono de elogio. Ramayo terminó la carrera junto a un compañero con el que ya había formado dupla dos veces. “Tenía esa materia pendiente de años postergados. Claro que no era mi mejor momento, pero lo quería volver a vivir”, reveló la ciclista. Se había propuesto que, en 2023, luego de casarse, iba a correr. “Con lo que pueda entrenar iba a hacerlo”, explicó. La misión no era sencilla porque la doble maternidad y el matrimonio planteaban tiempos distintos a los anteriores. Hacerlos coincidir con un entrenamiento serio para una carrera de alta exigencia fue un desafío. Se organizó y lo logró.

Completar la edición 2023 fue el móvil para proponerle a su instructor llegar al objetivo que no pueden concretar, pese a intentarlo. “Es una gran exigencia porque tengo que estar a su altura. Volví más organizada que nunca. Incluso cuando voy al gimnasio lo llevo a mi bebé más chiquito, él ya era uno más. Ni hablar del apoyo por parte de mi marido los fines de semana que salgo tempranito para cumplir con la planilla de entrenamiento”, agradeció Ramayo.

Apud percibió ese compromiso de su compañera, amiga y alumna. “Hicimos las cosas muy bien durante el año. Pasamos por muchas cosas que nos hicieron creer que este año tampoco se iba a dar”, dijo. ¡¿En serio?! “Por ejemplo, yo tuve dengue y covid-19. Perdí muchísimo estado físico, pero ya estoy saludable y en óptimas condiciones”, aseguró el entrenador. A la corredora, aunque da la sensación –al igual que su compañero- que sus sentimientos se vinculan a las experiencias previas negativas, le rondan varios temores. “La bici tuvo todas las ñañas habidas y por haber, una cosa de locos. Pensé: ‘estoy totalmente lista yo, pero la bici no’. Me quería morir, pero todo se fue solucionando y ya estamos. Ansiosa, feliz y con algo de miedo”, reconoció la biker.