No sorprendió el informe del vocero presidencial Manuel Adorni, al asegurar, “…que la inflación es un tema, que desde lo ‘técnico’, está terminado.” (LA GACETA, 13/8/24). El comentario reveló la ignorancia del funcionario sobre un tema relevante para la familia argentina. Decir semejante barbaridad para ocultar los daños, que el tecnicismo produce al pueblo, blanco preferido de los tecnócratas, que mediante datos falsos, impulsan programas que destruyen el tejido social, empujando a la pobreza y la indigencia, a millones de compatriotas. El vocero presidencial no entendió que el tecnicismo de Milei: enfría la economía mediante una recesión predeterminada, que se traduce en la pérdida del poder adquisitivo del consumidor; licua los ingresos, evitando que la demanda impulse para arriba los precios; saca los pesos de circulación, para ratificar los precios altos; congela las paritarias por encima del nivel de precios etc. Tampoco entendió que la cruda realidad, contradice al efímero tecnicismo, mediante datos que muestran que: la CBT, se disparó un 103,24%, en el primer semestre, lo que implica un incremento mensual del 17, 21%, que es la “real” inflación en las góndolas y mostradores; el poder adquisitivo del haber jubilatorio, se desplomo un 35%, al ser actualizado por un IPC “técnico” del, 4% en lugar del “real” del 17,21%, arrojando a millones de jubilados, a la pobreza y la indigencia; que los subsidios a la energía, gas y transporte cayeron el 36,90%, aumentando precios y tarifas, que impactan en la inflación; que los despidos y el descontrol de los precios llevaron a una pobreza e indigencia “reales”, cercanos al 73,3%, en algunas provincias y al 80% en Tucumán (LA GACETA, 13/08).
José Emilio Gómez