Surgen más detalles sobre cómo operaba la banda de los “narcopolicías”

El fiscal Chit solicitó que sean enjuiciados policías acusados de secuestrar a un productor. Conexiones con otros casos.

EXITOSO PROCEDIMIENTO. Gendarmes posan con las armas, el dinero, municiones y uniformes policiales secuestrados en los allanamientos. EXITOSO PROCEDIMIENTO. Gendarmes posan con las armas, el dinero, municiones y uniformes policiales secuestrados en los allanamientos.

Se la llamó la banda de “narcopolicías” porque eran uniformados que se habrían organizado para elegir a las víctimas que podrían estar vinculadas al narcotráfico para robarles la droga o secuestrarlos con el fin de exigir un rescate. El fiscal federal Agustín Chit pidió que cinco integrantes de esta organización sean enjuiciados por haber formado una asociación ilícita, por secuestro extorsivo y por robo. Uno de los acusados ya fue condenado por la justicia ordinaria por haber asaltado a un supuesto transa de Famaillá.

Según la acusación realizada por el investigador, el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Criminalidad Organizada (UFECO) Santiago Marquevich y los auxiliares fiscales Julia Vitar e Ignacio Rueda, P.N (el nombre de la víctima se mantiene en reserva) estaba trabajando en su finca el 18 de febrero de 2022. Descubrieron que seis hombres ingresaron al campo. “¡Al piso, somos policías! ¡Esto es un allanamiento!”, gritaron los desconocidos que vestían el uniforme. Después se sabría que uno de los acusados conocía los movimientos de la familia del productor y que además había realizado la tarea de investigación previa para cometer este ilícito.

DETENIDOS. En pleno Barrio Norte cayó un grupo de ex policías. DETENIDOS. En pleno Barrio Norte cayó un grupo de ex policías.

Los intrusos, después de haber reducido a la víctima y al trabajador rural, los llevaron al fondo de la propiedad donde les informaron que se encontraban detenidos y los fotografiaron delante de unas plantas de marihuana que se cultivaban en la finca para consumo personal. Uno de ellos, según consta en el expediente, con tono firme le habría dicho: “tu libertad tiene un precio”. A partir de ese momento comenzaría a vivir lo peor de la pesadilla.

P.N. les dijo a sus captores que no tenía dinero para entregarles. A partir de ese momento, comenzaron a contactarse con sus familiares para exigirles un rescate de $1 millón (unos U$S5.000 en esos momentos) a cambio de que lo dejaran libre y no le iniciaran una causa.

Surgen más detalles sobre cómo operaba  la banda de los “narcopolicías” PRÓFUGO. Daniel Villardón está prófugo hace casi dos años.

Después de horas de una tensa negociación, los acusados habrían aceptado recibir $200.000 (unos U$S1.000 en esa época) y en un auto lo trasladaron hasta la capital. Antes de partir de la vivienda, los uniformados se apoderaron de herramientas, armas, una motosierra y un compresor. En el trayecto, aunque parezca mentira, se detuvieron a comprar una gaseosa en un almacén y después en el complejo del Círculo de Oficiales de Policías para terminar de definir los pasos que darían.

A la víctima la tuvieron deambulando por distintos puntos de la ciudad hasta que acordaron cobrar el rescate en la plaza de Barrio Jardín, a metros de la división Homicidios y a unas cuatro cuadras de la Jefatura de Policía. Antes de liberarla, le advirtieron a la víctima que no realizara la denuncia.

Otro hecho

Al día siguiente de haberse registrado este caso, un grupo de al menos seis efectivos policiales se presentó en el domicilio de Jorge Alejandro Nasif, sospechado de comercializar drogas en Famaillá. Los úniformados habrían intentado secuestrarlo, pero como Nasif logró escapar, sólo se terminaron apoderando de $20.000.

Ese caso tuvo una enorme repercusión porque los policías fueron filmados por el sistema de cámaras de seguridad que Nasif tenía instalado en esa casa. Las imágenes registradas se difundieron rápidamente.

El joven secuestrado en la finca de Arroyo Mixta logró identificar a uno de los policías como un integrante del grupo que lo había capturado. Denunció el caso en la ex Brigada de Investigaciones y sus hombres llevaron el caso al fiscal Chit, ya que el secuestro extorsivo es un delito federal.

La fiscala Mónica García de Targa comenzó a investigar el hecho registrado en Famaillá. Sólo pudo identificar a tres de los cinco efectivos que participaron en el hecho. Fueron detenidos Bruno Ciolfo, Martín Romano y Gustavo Fernández y condenados en marzo de 2023 por robo.

El fiscal Chit, con la colaboración de Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Tucumán” de la Gendarmería Nacional, y del Departamento Antisecuestro Norte de la Policía Federal, lograron identificar a las personas que habrían participado en el otro hecho. En un megaoperativo fueron detenidos los policías en actividad Ricardo Rodríguez, Romano (ya había sido procesado por el robo), José Villa (el que habría realizado tareas de inteligencia), José Gallo y Eduardo Agüero. Además, permanece prófugo Daniel Villardón y hay un séptimo implicado que no pudo ser identificado.

Los vínculos

Si bien no hubo pruebas para demostrarlo, el grupo habría tenido vínculos con los policías federales Gonzalo Lagoria y Néstor Medina, los uniformados de la fuerza provincial Luciano Campos y Jonathan Díaz y el civil Ángel Medina que fueron condenados en agosto de 2023 por haber secuestrado a un taxista para exigir a un pariente que le entregara droga o dinero para liberarlo. Fueron detenidos cuando esperaban cobrar el rescate en junio de 2021.

El último caso se registró en marzo pasado. Tres policías en actividad fueron procesados por haber secuestrado a un vendedor de flores de marihuana y cobrado un rescate de $240.000 para liberarlo y no abrirle una causa. La particularidad de este caso fue que los acusados utilizaron la sede de la Jefatura de Zona 3 para llevar a la víctima y cobrar el dinero que habían solicitado. Están detenidos con prisión preventiva el oficial principal Ángel Sebastián Gómez, el cabo Sergio Daniel Díaz y el agente Franco Javier Jiménez. Hay un cuarto sospechoso al que que hasta el momento no se pudo identificar.

Según confiaron fuentes judiciales, Villa, que está procesado por el secuestro del productor, podría haber tenido vínculos cercanos con estos detenidos, lo que por el momento no se pudo probar. Es probable que con el correr del tiempo las fichas de este rompecabezas puedan encajar.

Un secuestro que generó sospechas: sin antecedentes

En poco más de tres años se conocieron al menos cuatro casos de secuestros extorsivos en los que habrían participado efectivos de las fuerzas de seguridad. Pero el último hecho dejó abiertos varios interrogantes que hasta el momento no tienen respuestas.

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Un joven dedicado a la venta de flores de marihuana fue raptado de su casa y trasladado hasta la Jefatura de Zona 3 de la Policía, en el sur de la provincia. Los tres procesados por este caso no cumplían funciones en esa dependencia policial, por lo que varios integrantes de la fuerza quedaron en la mira de la fuerza.

El jefe de Policía Joaquín Girvau  ordenó un sumario administrativo para determinar qué había ocurrido. Los resultados de esa tarea no fueron informados oficialmente, porque gran parte de ellos forman parte de la investigación que realiza el fiscal federal Agustín Chit.

Un juicio en el que se supieron otros detalles

El juicio en contra de los tres policías acusados de haber asaltado a un supuesto transa de Famaillá generó expectativas entre los investigadores. Se especulaba con la posibilidad de que algunos de los imputados decidieron confesar algún detalle para avanzar con la pesquisa. Pero nada de eso ocurrió, ya que los tres señalados dijeron que habían sido amenazados.

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Pese al silencio, en el debate que terminó con la condena de los tres ex uniformados, se conocieron detalles de los audios que envió Bruno Ciolfo a su mujer antes de ser detenido por esta causa: “Quedate tranquila que estoy con ‘Miguelón’, el narco más importante de Tucumán”. Esa persona es Miguel Figueroa, el sospechado de dirigir la distribución de droga en Villa 9 de Julio y que fue condenado este año por tres homicidios. También lo señalaron como un informante para robar cargamentos de droga que luego le vendían a él.

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