El martes a las 15.30 fui a rendir homenaje a mis seres queridos que descansan en un mausoleo del Cementerio del Norte, ubicado sobre la avenida principal, cuadro 30-30. Al llegar lo encontré destrozado; sustrajeron todo el bronce ornamental del frente, de la puerta y del interior (donde había empotrado un ángel de 1,30 m en bronce) y las barandas, también de bronce, de la escalera que conduce al sótano. Además, rompieron la pared para extraer nuevamente las rejas de las ventanas que protegían los vitrales franceses y los vidrios que los protegían. Se trata de un mausoleo construido en el año 30, con detalles de lujo, que se lo llevaron. El año pasado sufrí el robo de las rejas de las ventanas. La Municipalidad y la oficina de Catastro que funciona dentro del cementerio me obligaron a reponer lo robado para renovar por cinco años mis derechos, lo que realicé en el mes de diciembre de 2023. El martes dejé constancia en el libro de quejas. Las empleadas dijeron que estos hechos son diarios porque carecen de rondín, sereno y vigilancia (ni policial, ni municipal). El miércoles hice la denuncia policial y solicito a las autoridades nombrar sereno y pedir vigilancia policial las 24 horas. Los mausoleos vecinos también están siendo saqueados.
Teresa Cortez Pérez
Crisóstomo Álvarez 960 - S. M. de Tucumán