Bajo un radiante sol que iluminó cada rincón de la cancha Country del Jockey Club, la 57ª edición del Abierto del Norte arrancó con todo el esplendor y la emoción que este prestigioso torneo se merece. En la categoría Medal Play a 72 hoyos, los profesionales desplegaron su mejor juego, entregando una jornada cargada de intensidad y destreza.
El clima fue el cómplice perfecto de un día lleno de adrenalina y rivalidad en su máxima expresión. La competencia se mostró muy pareja desde el primer golpe, y la primera fecha cerró con un cuarteto de líderes en un empate técnico, todos ellos decididos a mantener el paso firme y alcanzar la gloria en el desenlace de esta vibrante competencia.
Mientras el reloj avanzaba hacia la hora del almuerzo en el bar del Jockey Club, los organizadores del torneo se apresuraban a colocar los carteles con los nombres de los cuatro líderes de la jornada. Entre ellos, destacaba con el nombre de Bernardo Bide. El oriundo de Olavarría, no pudo ocultar su alegría al reflexionar sobre su desempeño durante la primera fecha: cuatro bajo el par, resumido en 67 golpes. Mismo resultado que obtuvieron Félix Córdoba, Maxi Godoy y el aficionado Mariano Malmierca (h).
“Me sentí muy cómodo durante todo el día. Pegué muy bien en la salida, creo que eso fue clave. Dejé escapar algún que otro putt, pero metí otros buenos”, le dijo Bide a LA GACETA con una enorme sonrisa. “No venía jugando mucho, pero disputé el Pro Series de Buenos Aires hace dos semanas. Fue una seguidilla de quince días, más o menos, y agarré un poco de ritmo. La verdad es que me sentí peleando muy bien, y eso me dio confianza para venir a este torneo”, agregó el multifacético Bide.
En el club Estudiantes de Olavarría, Bernardo practicó fútbol, tenis y básquet. A pesar de su pasión por la naranja, el bonaerense encontró su lugar con el golf.
“Desde muy chico, siempre con mi hermano Francisco, jugábamos de todo. En el verano, como se cortaban los deportes en el club, mi ‘viejo’ nos llevó al golf, que era el único deporte que seguía en esa época del año. Lo que más me costó dejar fue el básquet, que no sé si no me gusta más que el golf. Pero, viajando y conociendo gente, me picó el ‘bichito’ de este deporte y me gustó mucho”, explicó Bernardo que todavía lamenta el párate deportivo que sufrió en pandemia.
“Fue durísimo porque no podíamos salir a ningún lado, y ya no sabía qué más hacer. Estaba encerrado y ‘caminaba por las paredes’. Justo mi novia abrió un local de ropa y le terminé ayudando ahí”, aseguró.
A unos metros quien compartía esa alegría era Malmierca (h). El tucumano que viene de ser bicampeón del torneo interno del Jockey Club, logró un gran resultado y no ocultó ni un segundo su enorme sonrisa.
“No esperaba este resultado. Venía practicando, pero no había hecho realmente nada especial para que saliera esta vuelta. Me parece que la clave de estos torneos es mantener la calma y saber que tenés tres días por delante. No hay que desesperarse al comienzo. Son torneos largos, especialmente para nosotros, que no jugamos cuatro días habitualmente”, explicó Malmierca (h), que no se marea con el resultado. “Voy a dormir dependiendo de si mi hijo me deja. Estoy tranquilo. Para mí esto es un juego, lo vivo de esa forma”, agregó el mejor Scratch de la jornada.
En tanto que Godoy, oriundo de Ranelagh (Berazategui) también celebró con una leve mueca. El golfista de madre tucumana, se mostró feliz por su segundo año consecutivo en el Abierto del Norte, pero con el deseo de terminar con la hegemonía local. “Los nervios siempre están presentes cuando vas a empezar un torneo. Traté de mantenerme tranquilo, seguir mi rutina y ser paciente, que es la clave en este tipo de campeonatos. Todo está muy parejo en este primer día”, explicó Maxi Godoy. “Trataré de estar en posición para el último día y, si las cosas salen bien, obviamente intentaré ganar”, agregó el integrante del cuarteto de líderes de lo que fue una apasionante primera ronda.